Congregarse Es Un Mandato Y No Tu Voluntad (Parte 2 de 2)


Es mi deseo iniciar esta segunda parte a igual manera en que iniciamos la primera: Con suma preocupación observo como los hermanos en Cristo dejan de congregarse en sus iglesias y como pretender sustituir esta obligatoria conducta por medio de estar cómodomante en sus casas pegados a un aparato de televisión o radio, viendo y oyendo a uno u otro predicador. Quiero dejar sumamente claro, que no trato de decir que la predicación por televisión no sirva, en ningún momento es esa mi intención, lo que trato de decir claramente, es que la predicación televisiva o radial, en ningún momento nos exonera de la obligación de congregarnos. Para nosotros el congregarnos significa reunirnos en un lugar determinado para una determinada actividad.


La Biblia presenta de varias formas este mandato y una de ellas dice: "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca". (Hebreos 10:25).  Ahora sigamos respondiendo la pregunta ¿Para qué congregarnos? Para pedir fortaleza espiritual: "Y puestos en libertad, vinieron a los suyos... Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios." Hechos 4:23..31.  Todos nosotros conocemos la diferencia entre adoración en nuestros hogares y la adoración cuando estamos congregados, aunque en algunas ocasiones el Señor se ha manifestado en forma especial cuando adoramos solos en nuestros hogares; es bien sabido que si no fuéramos al templo a adorar junto a los santos de Dios, dejaríamos, tarde o temprano, nuestra adoración en el hogar.  Es allí, en el templo, donde aun cuando estemos afligidos, dolidos y desesperados por el dolor, se levantan la voz en fuerte clamor a Jehová... es entonces que de lo alto desciende fuego que enciende el altar; es cuando alguna chispa de aquel fuego nos toca y enciende nuestro corazón que antes estaba apagado. ¡Dios nos manda congregarnos para que nos ministremos los unos a los otros! Dios nos quiere ver unidos en su casa, en su templo. ¿Para que sirve la Iglesia? Uno de los significados de la palabra Iglesia (Ek klesia) es congregación; viéndolo desde este concepto, nosotros individualmente no somos iglesia; sí somos templo del Dios viviente (2 Corintios 6:16); es decir, que somos lugar donde habita el Dios viviente; pero para que seamos iglesia es necesario, entre otras cosas, que nos congreguemos; si no nos congregamos entonces no somos iglesia; y recordemos que Cristo no viene a buscar a una persona individual, mas bien vendrá por su iglesia. 


Vendrá por un pueblo que se congrega para alabar y glorificar su nombre. Si algún ser humano, por circunstancias ajenas a su voluntad (enfermedad, catástrofe, etc.) no puede reunirse con los santos para alabar a su Dios, es probable que esa sea una excusa buena y aceptable por Dios; pero si no tenemos una excusa valida delante del Dios vivo, entonces si no nos congregamos no somos su iglesia.  He orado al Señor para que se nos permita comprender lo que pretendo y estoy diciendo en este párrafo. Si no hay reunión o congregación para tratar y andar en los asuntos del Señor no estamos obedeciendo los que dice el Espíritu de Dios en Hebreos 10:25: "no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca." Y recordemos que no son los oidores sino los hacedores de la Palabra los que serán salvos. ¿Qué adónde esta ahora el Tabernáculo?... La Iglesia es el Tabernáculo En el Antiguo Testamento el pueblo se reunía en el Tabernáculo para escuchar la voz de Dios, para ver su poder y su gloria; después leemos y aprendemos que en los días del rey Salomón es sustituido por el templo de Jerusalén (léase el capitulo 6 de 1 de Reyes); pero hoy en día no tenemos el templo de Jerusalén para reunirnos, luego esas edificaciones donde van todos los hermanos para alabar se constituyen en casa de Dios, puerta del cielo (Génesis 28:17); más aun el apóstol Pablo nos dice: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" 1 Corintios. 3:16. Es decir, que en el Nuevo Testamento aquel Tabernáculo de reunión pasa a ser la congregación de los santos, es decir, la Iglesia de Cristo. Existen diferentes motivos y/o razones que nos exigen congregarnos, pero queremos indicar que la razón más poderosa es que Dios lo manda en su Palabra Santa, no importa lo que el ser humano considere sobre este asunto, lo cierto es que Dios demanda que nos reunamos como creyentes: "no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis" (Hebreos 10:25). 


Es muy fácil comprender lo que el Señor desea, según este texto: ¡que nos congreguemos!  Pero ¿por qué quiere Dios que nos congreguemos? Si observamos el contexto de este pasaje bíblico, especialmente el verso 24 tomado de la versión Popular: "Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien." (Hebreos 10:24 Versión Popular), es después de estas palabras que nos manda a no dejar de congregarnos, es muy importante señalar el texto leído: "Ayudarnos unos a otros"; necesitamos la ayuda de los santos de Dios para poder llegar a la meta final; de otro modo nos seria casi imposible llegar firmes al día grande y temible del Señor.  Es importante observar que la traducción del verso 25, en la versión Popular nos dice: "No dejemos de asistir a nuestras reuniones (cultos), como hacen algunos, sino démonos ánimo unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca."  Debemos comprender que usted y yo necesitamos la ayuda espiritual, moral, emocional y material de los hermanos en Cristo; muchas veces hemos estados desanimados y esos hombres y mujeres de Dios nos han traído palabra de vida que ha reconfortado nuestra alma; cuántas veces hemos andado en falta delante de nuestro Señor y algún hermano nos ha hecho la corrección necesaria.  Cuando nuestra llama espiritual poco a poco se va apagando, es cuando mas se deben juntar uno a uno para reanimarse con los creyentes y tanto más cuanto que vemos que el día se acerca. Ahora reflexionando y para concluir después de lo leído, podemos ver las ventajas que obtiene el cristiano cuando se congrega con regularidad. Estas ventajas, oportunidades o bendiciones son las mismas que se pierde aquel que entiende que no es necesario congregarse en un lugar (llamado templo) para glorificar el nombre de Dios y ser ministrado a través de la adoración y de la Palabra predicada. Son las mismas que se pierden cuando usted cree que con la televisión y el radio ya cumplió, exhorto a los hermanos a rechazar esos argumentos del mismo Satanás de que no es necesario ir a la iglesia a todos los cultos para ser salvos:  La verdad es muy diferente: "... en los negocios de mi Padre me es necesario estar"; el día en que no andemos en los negocios de nuestro Dios con regularidad, seremos presa fácil del enemigo de las almas, que "como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar".

1 comentario:

  1. Bendiciones Noemi, gracias por compartir tu testimonio. Ya estamos siguiendo tu blog. ¡Ten un feliz día!

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