El
alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo
evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y
concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los
pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el
maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado
notablemente. El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había
pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
- ¿Cómo
es posible que, con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto
el cuadro?
- Es que
en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Hoy quiero que reflexionemos dos aspectos
partiendo de esos pequeños detales: el llamado de Pablo y la responsabilidad de
Pablo, para ello usaremos Colosenses.
Colosas es una ciudad en Turquía a orillas del
río Lycus, no lejos de Éfeso. En los días de Pablo no era ni grande ni
importante. Había sido opacada por las ciudades vecinas de Laodicea y
Hierápolis, ambas ciudades mencionadas en Colosenses 4:13.
Sin embargo, siglos antes había sido grande y
próspera. Heródoto lo describió como una gran ciudad de Frigia. Colosas fue la
iglesia menos importante a la que se dirige cualquier epístola de Pablo. La
Iglesia en Colosas no fue fundada por Pablo, porque Pablo concentró su obra en
los grandes centros, como Éfeso.
Colosas no era una gran ciudad, la componían
fríos nativos, colonos griegos y judíos. Sus templos en su mayoría eran
paganos, como Pablo alude.
¿Por qué entonces Pablo escribió la carta a los
Colosenses?... No hay una respuesta.
Pero Colosenses, estoy seguro, que nos recuerda
que Dios está interesado en las pequeñas iglesias, así como las grandes
iglesias.
En el llamado de Pablo, este hace énfasis con
una frase: “Pablo apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios”. Pablo no es
un autoproclamado para hacerse líder por sí mismo, como los hay muchos ahora.
Él es llamado por Dios. Esto lo corrobora Hechos 9:15 “…porque ese hombre es mi
instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus
reyes como al pueblo de Israel”
Cuando Dios llamo a Pablo, le dio a este sus
responsabilidades hasta el padecimiento Vs 16 “Yo le mostraré cuánto tendrá que
padecer por mi nombre”
Entre las responsabilidades de Pable, en
Colosenses hay tres áreas:
1. Oración
Vemos esto, en Colosenses 1: 3 “Siempre que
oramos por ustedes, damos gracias a Dios…” y en v. 9 “…desde el día en que lo
supimos no hemos dejado de orar por ustedes...”
La oración va a ser y es una parte importante
de nuestro ministerio en la iglesia y nuestra vida personal; cuanta vez
tengamos una oportunidad de orar, no debemos dejarla pasar.
2. La segunda responsabilidad que tiene Pablo
es animar.
La razón de Pablo escribir esta carta no es
evidente en el capítulo de apertura. ¿Por qué? Porque antes de corregir, él
anima. Inicia con elogio
En Colosenses 1 v.4, da gracias por su fe en
Cristo Jesús y su amor por los santos y da gracias en Colosenses 1 v.8 porque
su amor era un amor en el Espíritu, es decir, un amor que brota como resultado
de su fe.
Les anima diciéndoles que ha estado orando por
ellos. En Col. 1 v. 9 y 10, leemos: “Por eso, desde el día en que lo supimos no
hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente
su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de
manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda
buena obra, crecer en el conocimiento de Dios”
“para que vivan de manera digna del Señor,
agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el
conocimiento de Dios” Pablo intentó animarlos, como ahora debemos animarnos.
3. La tercera responsabilidad es la de la
corrección.
Les da las buenas noticias antes de llegar a
las malas noticias… y las malas noticias es que la Iglesia en Colosas
necesitaba corrección.
La corrección no es una palabra muy popular en
nuestra sociedad. Probablemente no nos gustará involucrarnos en ella. Pero en
el ministerio y nuestras vidas, debemos ser capaces de aplicarla cuantas veces
sea necesario.
Habrá personas que necesitan enderezarse. Y
encontramos a Pablo haciendo eso justo en el capítulo 2. v. 8 y 9. “Cuídense de
que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones
humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a
Cristo. Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en
Cristo”
Él va al problema:
·
Pequeñas cosas
importantes que nosotros debemos recordar
a)
El
llamado de Pablo es de Dios y también Él nos llamó a nosotros. No se avergüence
de reconocer eso.
b)
El
llamado de Pablo conlleva responsabilidades. Y también el nuestro. La primera
de estas responsabilidades es orar, la segunda responsabilidad es animar a los
nuestros incluida nuestra familia, que es nuestra primera iglesia y la última
responsabilidad es corregir lo incorrecto.
·
Ese pequeño detalle
llamado navidad.
Al llegar los finales de años, muchísimos
cristianos evangélicos nos encontramos en un enorme dilema por esas
celebraciones, todo dependiendo de la enseñanza que en nuestras iglesias den…
Pero ¿Qué Hacemos?
En esa pregunta quiero responder con mi pequeño
aporte:
°
Todos
sabemos que Jesús no nació en diciembre y que no debemos hacernos imágenes de
nuestro creador, entonces no hagamos nacimientos (belenes) y no pongamos
árboles navideños, pero consideremos que nadie puede negar que Jesús un día
nació y hasta ahora nadie ha podido precisar la fecha, pero Jesús nació y si Jesús
nació es válido que nos alegremos por ello pero como dijera Pablo a los
Colosenses: “Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía
que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este
mundo y no conforme a Cristo”
°
Es
válido alegrarse por el nacimiento de Jesús, lo que no es válido es hacerlo en
la forma que las tradiciones humanas y el mundo, principalmente el consumista
impone que debe hacerse promoviendo juergas, licor, sexo, degeneración, tabaco,
etc., etc.
°
Es
válido alegrarse y en estas fechas podemos hacerlo como cristianos que somos,
nadie dijo que el cristiano es mustio, parco, aburrido… no y no, debemos
aprender a imponer nuestras acciones cristianas a este mundo superfluo, la paz,
la alegría, la benignidad, la honestidad, la verdad, el amor, la misericordia,
la dadivosidad… todas esas grandes cualidades cristianas dejémosla salir para
que el mundo nos conozca y anhele ser como nosotros, cantemos alabanzas al
creador.
Demos esos toques cristianos y enseñémosle a
esa pequeña cosa que se llama navidad, que el amor y resplandor de Dios en
nosotros es más grande que toda navidad mundana y dejemos que el Cristo que
mora en nosotros muestre su luz… Resplandece porque ha llegado tu luz. Y como
decía la anécdota inicial… ¿Cómo es posible que, con unos cuantos toques,
simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro? Es que en esos pequeños
detalles está el arte.
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