En la
parábola llamada el juicio a las naciones, Jesús anuncia su regreso para hacer
juicio y premiar o condenar según las obras de cada uno; separará a las
personas en dos grupos y los identifica como ovejas y cabritos. Las ovejas
estarán a la derecha y los cabritos a la izquierda, unos serán llamados
benditos de mi padre y los otros malditos, unos irán al cielo y los otros al
lago de azufre y fuego. (Mateo 25:31…33). Jesús explica posteriormente las
causas por las cuales habrá la separación y tiene que ver con lo que hicieron o
no hicieron por los hermanos más pequeños de Jesús y su contexto nos muestra
que está enviando una advertencia a sus discípulos: quienes también serán
separados entre ovejas y cabritos.
Llama
la atención el usar a estos animales para diferenciar a los unos de los otros, tienen
características similares en algunos aspectos, pero son muy diferentes en
temperamento y comportamiento. Son animales rumiantes, unos son ovinos y los
otros caprinos.
Para
los que vivimos en ciudades, no tenemos experiencia ni conocimiento de estos
animales. Sin embargo, usamos expresiones como: “esta más loca que una cabra” o
“parece una cabra loca”, “Él no es ningún corderito”; De una manera u otra si
conocemos algunas diferencias entre el comportamiento de ambos animales.
Las
ovejas son dóciles, tímidas o temerosas, sumisas mansas, asustadizas cuando se
les acerca un extraño, se entristecen cuando un miembro de la manada muere, se
mantienen unidas al rebaño, dependen del pastor. Cuando su pastor les llama,
comienzan a caminar en dirección a él, todas le siguen una tras otra.
Las
cabras son curiosas, buscan salirse del redil, saltan mucho, hábiles, gritan,
aprenden por imitación, le ponen campanas en el cuello porque se separan para
buscar alimento o explorar, trepan en los árboles, en los peñascos, tercas,
independientes, pueden ser molestas, se pierden y a veces regresan; las cercas
que las mantienen encerradas deben poseer cierta altura, de lo contrario la
saltan.
Los cristianos
nos identifican como ovejas. Jesús es el pastor de las ovejas y para ser ovejas
se debe seguir al pastor, de lo contrario no es oveja. Hebreos 13:20…21. Jesús
es el buen pastor, porque ha dado su vida por las ovejas, estuvo dispuesto a
morir para poder salvarlas. Juan 10:11
El
pastor es responsable de cuidar la vida de sus ovejas y estas le conocen. Juan
10:3…4 e identificar al cristiano que actúa como oveja, no es tan difícil, este
es:
Dócil,
dulce se deja moldear por la palabra de su pastor; obediente, no se resiste a
sus directrices u órdenes. Lo demuestra en su carácter, en su trato con sus
hermanos; es fácil hablar con ellos, amables, agradables. Tiene un gran respeto
por su pastor y recibe con humildad y mansedumbre la palabra de Dios, no se
opone, ni rechaza sus órdenes. No trata de desvirtuar la palabra de Dios.
Pero hay
ovejas que tienen el temperamento de cabras, pero se esfuerzan por controlarlo,
no dando rienda suelta a sus instintos. Actúan como ovejas.
Existen
rebaños con ovejas y cabras, igualmente en las iglesias puede haber de ambos. Desde
luego deberían ser mucho más las ovejas que las cabras.
Hay
cristianos que tienen el temperamento de cabras y no se esfuerzan por
controlarlo o cambiar, no oyen la voz de su pastor, son desobedientes. Son
difíciles, contenciosos, problemáticos, inconstantes, actúan como miembros
independientes, no se someten a los otros y son motivo de tropiezo.
Curiosos.
les gusta buscar en su entorno, se distraen con facilidad, cualquier cosa les
llama la atención, se entremeten en lo ajeno, ven lo malo y no lo bueno, si
fulana se viste así, si aquel no tomo la cena, etc.
Son inquietos,
saltones: Se desplazan de un lugar a otro, no se quedan quietos. Son inconstantes. Si algo no les gusta o si
se les llama la atención, se mueven a otra congregación. Son tercos: Se les
enseña, se les explica, se les reprenden y siempre están haciendo lo malo. Son
oidores olvidadizos, oyen y no hacen. Algunas veces andan rectamente y en otras
desordenadamente. No son mansos a la palabra. Se conforman con asistir los
domingos a la iglesia.
No
comprenden o no les importa las grandes bendiciones espirituales que hay en
ayudar a los otros hermanos. De hecho, es nuestro culto racional a Dios,
sacrificio vivo exigido por Dios. Romanos 12:11
Su
comportamiento espiritual, es siempre errático; no sabemos que esperar de
ellos. Ira, contienda, murmuración, desanimo, enemistad y muchas obras de la
carne. Dicen que quieren servir a Dios, pero con los hechos lo niegan. Tito
1:13…16. Están en la iglesia, pero andan en sus propios pensamientos, doctrinas
y pecados. Se oponen a las enseñanzas, no se sujetan al gran pastor. 1Juan 2:18…19
Tienden
a alejarse de la manada, se pierden con facilidad. Son aquellos que se van,
abandonan la iglesia y la fe, se extravían, pecan y se devuelven al mundo o se
van a su antigua religión, decimos que es una oveja perdida y pensamos en
tratar de rescatarla. Pero es muy posible que estemos tratando de rescatar a
una cabra y no a una oveja. Lucas 15:4…7
Las
ovejas se dejan encontrar. Sabremos que era una oveja perdida si vuelve al
redil, de lo contrario era una cabra que estaba en el rebaño, pero no era del
rebaño. Como dice Juan si hubiesen sido de nosotros, hubieran permanecido con
nosotros.
Los
cabros tienden a extraviarse con facilidad de la manada y siguen adelante
saltando, corriendo como si no necesitarán a su pastor. Andan por las montañas,
despeñaderos, barrancos; algunos vuelven al rebaño, pero son muy pocos.
¿A qué
grupo pertenece usted y pertenezco yo? Somos ovejas y actuamos como tal, o
somos cabras con apariencia de ovejas.
Aclaro: esta
reflexión es individual, cada uno de nosotros debemos evaluarnos. Si
pertenecemos al primer grupo vamos bien, si estamos en el segundo aún tenemos
tiempo para corregir, cambiar de lugar y pasarnos a la derecha.
¿Usted
ayuda, cuida, sirve, anima, apoya a sus hermanos en la iglesia, que es lo mismo
que trabajar para Cristo? ¿Usa sus habilidades y talentos al servicio de sus
hermanos, que es lo mismo que usarlos al servicio del reino?
Si su
respuesta es sí, es muy posible que este en el grupo de los que estén a la
derecha del rey, herederos del reino celestial junto con todas sus bendiciones.
Mateo 25:31…40
Si su
respuesta es no, o se queda callado o no quiere pensar en eso; es muy posible
que usted pertenezca al segundo grupo. CUIDADO, no nos descuidemos y terminemos
en el grupo de los malditos. Mateo 25:41…45
Hemos
obedecido la fe porque queremos salvarnos, pero no debemos tomar a la ligera
las responsabilidades que tenemos dentro del reino de Cristo. Debemos ser
obreros útiles, dispuestos a toda buena obra. Ayudar, cuidar, animar, apoyar,
fortalecer, etc., etc., etc.; hacer todo lo que debemos hacer por nuestros
hermanos. Ser ovejas obedientes a la palabra de su Pastor. Mateo 25:46
Finalmente,
¿Es usted oveja o cabrito? Yo espero sinceramente que oveja.
S.A.G. –
28 – ABR – 2024