La Biblia Y Las Resurrecciones – Por Saúl Guevara



Marcos 16:8 “Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo”

 Las resurrecciones en la Biblia suceden tres en el Antiguo Testamento y siete en el Nuevo Testamento. Cada vez que una persona resucita de entre los muertos, es un milagro estupendo, que muestra que Dios, quien es la Fuente de la Vida, tiene la capacidad de dar vida a quien Él quiere, incluso después de la muerte.

 1.    Resurrecciones en el Antiguo Testamento

 El hijo de la viuda de Sarepta (1 Reyes 17:17…24).

La resurrección del hijo de la viuda de Sarepta, es la primera de las resurrecciones en la Biblia. Durante un tiempo de gran sequía, el profeta Elías se había hospedado en la casa de una viuda en Sarepta, una ciudad pagana en Fenicia. Inesperadamente, el hijo de la mujer se enfermó y finalmente dejó de respirar. Ella acusó a Elías de traer la ira de Dios sobre ella por su pecado.

 Elías llevó al niño al aposento alto donde se alojaba, lo acostó en la cama y se tendió tres veces sobre el cuerpo. Clamó a Dios para que la vida del niño regresara. Dios escuchó las oraciones de Elías. La vida del niño volvió, y Elías lo llevó escaleras abajo. Este es el primer caso de resurrecciones en la Biblia. La mujer declaró que el profeta era un hombre de Dios y que sus palabras eran la verdad. Al realizar este milagro, Dios mostró que Él es el Señor y que Baal es un Dios falso.

 El hijo de la sunamita (2 Reyes 4:18…37).

El sucesor de Elías, Eliseo, también resucita a un niño de entre los muertos. El niño trabaja en el campo con su padre y le duele la cabeza. El dolor se intensifica y al mediodía el niño muere. Su madre, una mujer sunamita, busca a Eliseo y le cuenta lo sucedido. Eliseo envía a su siervo Giezi para que vaya a poner el bastón de Eliseo sobre el niño para resucitarlo. Giezi lo intenta, pero no tiene éxito. Cuando llega Eliseo, ora a Dios y se acuesta encima del niño. El cadáver del niño comienza a calentarse. Eliseo pasea un poco por la habitación y vuelve a intentarlo. El niño estornuda siete veces y abre los ojos. El niño resucita, siento otro caso de resurrecciones en la Biblia (2 Reyes 4:18…37).

 El hombre resucitado de la tumba de Eliseo (2 Reyes 13:20…21).

Podría ser la resurrección más extraña entre las resurrecciones de la Biblia, un cadáver arrojado a la tumba de Eliseo volvió a la vida. Un grupo de dolientes estaba por enterrar a su amigo cuando escucharon que se acercaban unos asaltantes. Temiendo por sus vidas, rápidamente arrojaron el cuerpo a la tumba de Eliseo. Cayó en la tumba abierta de Eliseo y los dos cuerpos se conectaron. El muerto volvió a la vida, un testimonio del poder de Dios que estaba obrando a través de Eliseo durante sus años de vida.

 2.    Resurrecciones en el Nuevo Testamento

 El hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11…17).

Esta es la primera persona que Jesús resucitó de entre los muertos. Cuando el Señor se acercó a la ciudad de Naín, se encontró con un cortejo fúnebre que salía de la ciudad. En el ataúd había un joven, el único hijo de una viuda. Cuando Jesús vio la procesión su corazón se compadeció de la mujer y le dijo “no llores”. Jesús se acercó y tocó el ataúd y le dijo al muerto: “Joven, a ti te digo, levántate”. Obedeciendo la orden divina, “se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar”. El duelo se convirtió en asombro y alabanza.

 La hija de Jairo (Lucas 8: 40…56).

Un líder de la sinagoga, Jairo, le ruega a Jesús que vaya a su casa para curar a su niña enferma. Jesús está de acuerdo, pero otra persona enferma, la mujer del flujo de sangre, lo retrasa en el camino. Antes de que pueda llegar a la casa de Jairo, la niña muere. Jesús le dice a Jairo que no se preocupe y crea. Cuando Jesús llega, proclama a los dolientes reunidos que ella no está muerta sino simplemente dormida. Se burlan de Él, sabiendo que ella está muerta. Jesús la toma de la mano y le dice que se levante. La vida fluye de regreso a su cuerpo y la niña se pone de pie.

 Lázaro de Betania (Juan 11).

Jesús se enteró de que Lázaro estaba enfermo, pero Jesús no fue a Betania para curarlo. En cambio, les dijo a sus discípulos que esa enfermedad no sería para muerte sino para que la gloria de Dios se manifestara. Cuando Jesús llegó a Betania, cuatro días después de la muerte de Lázaro, las afligidas hermanas de Lázaro saludaron a Jesús con las mismas palabras: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Jesús, hablando con Marta, prometió resucitar a Lázaro de entre los muertos y se proclamó a sí mismo como “la resurrección y la vida”. Pidió ver la tumba. Al llegar al lugar, ordenó que se removiera la piedra del sepulcro, oró y llamó a gran voz: ¡Lázaro, sal fuera! Tal como Jesús lo había prometido, el muerto resucitó. El resultado de este milagro fue que Dios fue glorificado y muchos de los judíos que habían venido a visitar a María y habían visto lo que hacía Jesús, creyeron en Él.

 Varios santos en Jerusalén (Mateo 27:50…53).

En la Biblia, se mencionan algunas personas que fueron resucitadas de entre los muertos en masa en el momento de la muerte de Cristo. Cuando Jesús murió, “la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron”. Esas tumbas abiertas permanecieron abiertas hasta el tercer día. En ese momento, “y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos”. El día que Jesús resucitó, estos santos también resucitaron y se convirtieron en testigos en Jerusalén de la vida que sólo Jesús puede dar.

 Tabita (Hechos 9:36…43).

Tabita, cuyo nombre griego era Dorcas, era una creyente que vivía en la ciudad costera de Jope. Su regreso a la vida fue realizado por el apóstol Pedro, quien fue usado para que hoy en día la resurrección de Tabita sea mencionada entre las resurrecciones en la Biblia.

El joven Eutico (Hechos 20: 7…12).

Eutico, quien fue un joven que vivió en Troas. Fue resucitado de entre los muertos por el apóstol Pablo. Los creyentes de Troas estaban reunidos en un aposento alto para escuchar hablar al apóstol. Como Pablo se iba de la ciudad al día siguiente, habló hasta altas horas de la noche. Uno de los miembros de su audiencia fue Eutico, quien se sentó en una ventana y desafortunadamente, se quedó dormido. Eutico se deslizó por la ventana y cayó desde tres pisos hasta su muerte. Pablo bajó y se arrojó sobre el joven y lo abrazó. Eutico volvió a la vida, subió las escaleras y comió con los demás.

 Jesús (Marcos 16:1…8).

La de Jesús es la más importante. Cualquier lista de personas resucitadas de entre los muertos debe incluir a Jesucristo. Su muerte y resurrección son el punto central de las Escrituras y los eventos más importantes en la historia del mundo.

 La resurrección de Jesús es el primer retorno permanente a la vida. Se diferencia notablemente de otros acontecimientos en los que las personas resucitan de entre los muertos: La resurrección de Jesús es el primer retorno permanente a la vida; todos los demás que habían sido resucitados murieron de nuevo. Lázaro murió dos veces; Jesús resucitó, para nunca más morir.

S.A.G. – 17 – MAR – 2024