Alguien
me consultaba: No quiero parecer mala, pero no puedo aceptar a
algunas personas de mi circulo por tontas, ¿Jesús me entiende?
Entre
otras cosas le respondía: - ¿Has pensado que quizás a esa persona
tu les parezcas tonta? Es bueno que tengas alta la autoestima pero es
malo que subestimes a otros.
Quiero compartir para iniciar, una pequeña y
maravillosa fábula que me pasaron hace días, se trata sobre los
tontos:
Se
cuenta que en una ciudad, un grupo de personas se divertían con el
tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía
haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente,
algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le
ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50
centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él
siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de
risas para todos.
Un
día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente
hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había
percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le
respondió:
- Lo sé señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el
día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más
mi moneda.
De
este bello cuento y una vez identificado los verdaderos tontos se
pueden sacar las siguientes enseñanzas:
- La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
- La segunda: Quien se cree listo puede hacerse el tonto.
- La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
- La cuarta: Nos reímos mucho más de las estupideces de un "listo" que de los errores de un tonto.
- La quinta: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
La
sabiduría es poner nuestro conocimiento en práctica.
En la
Biblia, las palabras “tonto”, “insensato” o “necio” no se
refieren a la persona que carece de capacidad mental, sino por lo
general al que desprecia la razón y sigue un proceder de insensatez
moral contrario a las normas justas de Dios.
Responder a un tonto “conforme a su tontedad”,
en el sentido de recurrir a sus pobres métodos de argumentación,
pone al que lo hace a la altura de los razonamientos o modos de
actuar erróneos del tonto. Para no hacerse como él en este
aspecto, el proverbio aconseja: “No respondas a nadie estúpido
conforme a su tontedad”.
"Por
tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es
como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Pero
todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como
un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena” Mateo
7:24..26 – NVI.
El necio que construyó su casa sobre la arena y
el rico cuya tierra producía bien y por ello planeó ampliar sus
almacenes y luego disfrutar de la vida, son ejemplos de las buenas
ilustraciones de Jesús tomadas de la vida diaria que ponen de
relieve la necedad de descuidar los asuntos espirituales y perder de
este modo las verdaderas bendiciones. Además, el no estar
alerta en sentido espiritual es una necedad, como recalcó la
ilustración de Jesús de las cinco vírgenes necias que no llevaron
consigo aceite para las lámparas cuando fueron en busca del novio.
Estoy
seguro que la mayoría de ustedes en mas de una ocasión, han usado o
usan libros para hacer uno u otro trabajo ya sea escolar,
eclesiástico, técnico o profesional y sino por el puro placer de
leer. Imaginémonos que pudieran leer todos estos libros y recordar
lo que dice cada uno de ellos. Tendrían mucho conocimiento, ¿no es
así?
Tendrían
mucho conocimiento, pero no necesariamente serían sabios. ¿Saben
cuál es la diferencia entre conocimiento y sabiduría? Si tenemos
conocimiento tenemos toda esa información en nuestra cabeza. Si
tenemos sabiduría usamos
el conocimiento que tenemos en nuestra vida diaria.
Algunas
personas saben mucho acerca de Jesús y ponen sus enseñanzas en
práctica en su vida diaria. Jesús dijo que esas personas eran muy
sabias. Dijo que se parecían a un hombre sabio que hizo su casa en
la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los
vientos pero la casa no se derrumbó porque estaba construida sobre
la roca.
Hay
otras personas que también saben mucho acerca de Jesús y sus
enseñanzas, pero no las ponen en práctica en su vida. Parodiando
podemos decir que Jesús dijo que eran muy tontos. Dijo que se
parecían a un hombre que construyó su casa sobre la arena. Cayeron
las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se
derrumbó porque estaba construida sobre la arena.
Estoy
seguro que todos conocen la historia del hombre prudente (sabio) y el
hombre insensato (tonto) que construyeron sus casas, ¿verdad? De
hecho, probablemente sepas una canción sobre ellos que dice:
///El
sabio hizo su casa en la roca,/// y la lluvia comenzó a caer.
///La
lluvia caía y el agua subía, /// y la casa en la roca firme está.
///El
tonto hizo su casa en la arena, /// y la lluvia comenzó a caer.”
///La
lluvia caía y el agua subía, /// y la casa en la arena se cayó.
¡Estupendo! Saben lo que Jesús dijo que teníamos
que hacer. Hasta sabes una canción sobre ello.
Muchas
personas se autodenominan tontas o actúan como tal, para cambiar el
concepto equivocado de nosotros mismos, debemos cambiar nuestra
manera de pensar. Debemos darnos cuenta que nuestro valor como
persona no depende de nuestra apariencia, ni de nuestra inteligencia,
riqueza o posición social.
Debemos
vernos a nosotros mismos como Dios nos ve.
¿Cuánto valemos a los ojos de Dios? Valemos lo que Él pagó por
nosotros. Él dio a Su propio Hijo, quien murió para redimirnos. Ese
es el valor que nos pone Dios.
Debemos
entender también que Dios nos ama y nos acepta tales como somos. Su
amor no depende de lo que somos o de lo que tenemos o de lo que
hacemos. Dios dice: “No importa si tienes éxito o eres un fracaso;
no importa lo que tú puedas pensar de ti mismo; y no importa lo que
otras personas piensen de ti . . . ¡Yo
te amo!
Ahora
que tienes el conocimiento, sería recomendable que sabiamente lo
pusieran en práctica todos los días y dejes de actuar como tonto.
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