Cristianos Jugando A La Lotería

Personalmente, no veo el jugar juegos de azar como una expresión legítima de mi mayordomía de lo que Dios me ha dado.

Jugar a la lotería del estado y frecuentar casinos, han llegado a ser los pasatiempos más populares en muchas de nuestras sociedades. Cada vez más personas están participando, esperando hacerse millonarios en un abrir y cerrar de ojos.

Ante el embate del enemigo y bajo esa palabra de liberación en que se ocultan muchos, el juego de apuestas ha llegado a ser considerado aceptable socialmente. Aunque el juego de apuestas ha llegado a extenderse más, el sentimiento del público honesto, siempre ha censurado esta práctica.

Generalmente el juego de apuestas ha sido ilegal en nuestra sociedad y la palabra "apostar" era una expresión de reproche. Las personas socialmente educadas, quienes mantenían convicciones virtuosas y una buena moralidad, veían el juego de apuestas como inaceptable, inadecuado e incluso como un vicio pecaminoso. Aquellos que se comprometían en tales prácticas eran vistos como elementos degenerados en la sociedad que servían solamente para debilitar las sensibilidades sociales.

“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa” Proverbios 28:20.

“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición...” 1 Timoteo 6:9.

Desde unos años atrás, se puso de moda el "raspadito" y las demás versiones de la lotería; las formas de jugar podrían ser diferentes, pero que es juego, es juego.

¿Puede un cristiano jugar a la lotería? De poder, se puede, porque nadie puede impedir que uno haga lo que quiere; todo nos es posible, pero no todo nos conviene ¿debemos hacer algo sólo porque los demás lo hacen?

El juego de apuestas es realmente un asunto moral. Había un tiempo en la sociedad cuando la mayoría de la gente consideraba malas a tales actividades como el baile lascivo, la borrachera, la maldición, la homosexualidad, el adulterio, etc. Indiscutiblemente que el tiempo, las circunstancias y la cultura han cambiado. Pero Dios y Su palabra no lo han hecho. Su Palabra nos advierte que aquellos que no respetan Su voluntad y que escogen vivir sus vidas según sus deseos carnales, pasarán la eternidad en el fuego del infierno (Apocalipsis 21:8).

Un cristiano genuino es el que elimina de la vida diaria el vicio y la inmoralidad que es característica de una sociedad que continuamente desea abandonar la voluntad de Dios. En vez de seguir a la sociedad o añorar dinero fácil, acción propia de holgazanes y haraganes, el cristiano estudia la Biblia para aprender cómo Dios quiere que la gente viva. Solamente entonces podemos mirar hacia delante, al gozo del cielo.

El factor "suerte" se considera en la Biblia solamente en estos casos: Para ponerle fin a un pleito (Proverbios 18:18), para hallar al culpable de un pecado oculto (1 Samuel 14:28..45; Jonás 1:7), para asignar propiedades (Josué 13:6; 14:2) y para designar a los oficiantes en el culto divino (Lucas 1:5, 9).

El factor "suerte" manifiesta azar, casualidad, chance, chiripa, es una idea pagana e idólatra y estaba representada por medio de un ídolo, la diosa de la fortuna.

Los ejemplos bíblicos de juegos de azar son todos negativos: los soldados que se jugaron a los dados la túnica del Señor (Mateo 27:35) y los jugadores fulleros, a los que se refiere el apóstol Pablo en Efesios 4:14, cuando compara a los filósofos engañadores con los jugadores tramposos, los que juegan con dados "cargados", lo cual es el sentido de la frase, "estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error".

Ahora discurra, ¿Debe un cristiano jugar a la lotería?

Para ayudarle a decidir, tenga en cuenta:
  • La lotería no ayuda a los pobres, sino que les quita el dinero con el engaño de una ilusión tentadora.
  • La lotería envicia al que la juega.
  • La lotería fomenta la ilusión del dinero fácil y la avaricia, "que es idolatría", dice Pablo.
  • La lotería no regala nada; lo que le da a una persona se lo ha quitado a miles de otras.

No ayude a estos métodos de esquilmar al pueblo.

También opino que en su fin social, la Lotería es un desastre y le diré por qué. Las personas que compran los boletos unas son personas que pueden darse ese lujo, de mediana clase, los consumistas en su mayoría y las otras son las personas pobres, que con una falsa ilusión que crea el dinero fácil, quitan el sustento de la boca de su familia por estar en este vicio.

El querer hacer dinero fácilmente hace que estas personas sean del grupo social de personas que necesitan aprender a trabajar productivamente y no aferrarse a la esperanza. En su expresión bíblica son "los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas"

La Biblia apoya ganar dinero por herencia, por trabajar duro y por una inversión sabia, pero nunca apoya enriquecerse jugando juegos de azar o por dinero rápido.

La Lotería no es una forma legítima de ganarse la vida o invertir para el futuro, ni es una buena costumbre de mayordomía; no es una forma legítima de financiar la educación a expensas de personas ya pobres que van a desperdiciar su manutención en ello.

Por último, debemos ver la oración del Padre nuestro que dice "el pan nuestro de cada día dánoslo hoy".

Dios desea una relación diaria con su pueblo y la dependencia de Dios para que supla nuestras necesidades diarias, nos ayuda en nuestro crecimiento espiritual de manera que afirma y fortalece nuestra fe.

Los Cristianos debemos reconocer la mano de Dios obrando en nuestras vidas y debemos agradecerle diariamente.

También debemos recordar que aunque es cierto que han existido personas muy ricas, también han sido muy piadosas y temerosas de Dios, como lo fue Abraham, el padre de la fe.

Una cosa es que Dios bendiga el fruto de nuestras manos y nos enriquezca, y otra tratar de hacernos ricos "jugando" con el dinero que hemos ganado con el sudor de nuestra frente para el sostén de nuestra familia.

Ahora bien... Si Tu Juegas Lotería... mejor trabaja holgazán.


Recuerda Proverbios 13:4 “El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos”

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