Tiempo de Sonreír - Por Saúl Guevara (Estudio No. 825)

 

Eclesiastés 3:1 nos dice que “Todo tiene su tiempo...” y de esa manera leyendo cada uno de sus versículos encuentro 3:4 que nos recuerda: “tiempo de llorar, y tiempo de reír...”.

 Creo que hoy bueno es hacer el esfuerzo de sonreír en un humor sano, pues la vida es tan dura que pocas veces nos damos tiempo para reír. ¿Por qué hago esta aclaración? Porque todo lo que hago para ustedes trato celosamente sea sustentado en la palabra de Dios.

 Así que ahora aprenderemos en el tiempo de sonreír:

 Se ha preguntado Usted alguna vez ¿qué si todos riéramos, todos nos entenderíamos? Cuentan que en una ocasión llego a la Escuela una muchachita rusa, la que hablaba y nadie le entendía, pero un niño llegó a su casa contando esto:

"Había muchachita rusa en la escuela hoy", anunció el niño orgullosamente.

"¿Hablaba español? Le pregunto la mamá.

"No", pero no importa porque ella se ríe en español"

 Amado hermano la risa es el idioma universal. Usted puede reírse en cualquier idioma y se entenderá. Pero si para reír hay un tiempo, ¿cuánto sonríe Ud. en un día?

 Si usted puede reírse de esto o aquello, usted puede vivir con esto o aquello. Risa es a la vida, lo que la sal para la comida. La risa es el lujo más barato que tiene el hombre. Aviva la sangre, extiende el pecho, electriza los nervios, se disipan las telarañas del cerebro y da una rehabilitación de limpieza al sistema entero.

 Por eso Habacuc 3:17...19 dice “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.  Jehová el Señor es mi fortaleza...”

 Para Jesús, la ofrenda es poderosa, la Biblia nos habla de cómo miraba ofrendar a la viuda, en la actualidad hay muchos cristianos que no entienden la bendición de ofrendar y que todo lo quieren por televisión. dicen que algunos avaros oyen el culto por televisión y cuando comienzan a recoger la ofrenda... cambian de canal.

 Por otro lado, cuentan que después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a los portones del cielo, mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y a todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa, con un banquete maravilloso. Cuando San Pedro llega, ella le comenta:

     - Que lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar?

    - Yo voy a decir una palabra. Si Ud. la deletrea correctamente la primera vez, entra, si se equivoca, va directo al infierno, respondió 

    - ¿Cuál es la palabra?

    - AMOR.

Ella la deletreo correctamente y pasó por los portones. Un año después, San Pedro le pidió que vigilase los portones y para su sorpresa, aparece su marido.

     - Hola! Que sorpresa, dice ella.

    - ¿Cómo estás?

    - Ah, pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuido, gané la lotería y me hice millonario. Vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión. Viajé con mi esposa por todo el mundo. Estábamos de vacaciones justamente cuando decidí ir a esquiar. Me caí..., el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar?

     - Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreas correctamente la primera vez puedes entrar, si no, vas directo al infierno, respondió ella.

    - ¿Cuál es la palabra?

-          SCHWARZENEGGER (shuazenegger)

 Amados hermanos en Deuteronomio 32:35 Jehová dice “mía es la venganza” pero muchos a pesar que han llegado al Señor, al igual que aquella esposa, están siempre listos para vengarse. Dejemos a Dios, lo que de Dios y mejor sonriamos.

 Otros cuentan que, en una ocasión, ocurrió una catástrofe mundial y millones de personas murieron; en el cielo se revoluciona todo ante la llegada de tanta gente junta. Es tanto el trabajo que el mismo Dios sale a recibir a las personas; en primer lugar, forma filas de hombres y mujeres. Pero ante tanta gente comienzan a dividir más las filas; para ello, a Dios se le ocurre algo y habla a todos los hombres:

- Hagan dos filas por favor, una para los que dominaron a sus esposas y otra para los que fueron dominados por ellas.

Cuando Dios vuelve, se encuentra con una fila de kilómetros que corresponde a los "dominados" y un solo hombre en la otra fila. Un tanto ofuscado, les dice:

- La verdad es que no puedo creerlo, los hombres se sienten mejores, ¡controlan casi todo en el mundo y todos son dominados por sus mujeres! ¡Aprended de este hombre! cuéntales a todos hijo como conseguiste ser el único en esta fila.

El hombre mira a todos, se encoge de hombros y responde: - No sé... mi mujer me dijo que me pusiera aquí!

 Esto es similar a la vida de muchos cristianos, Dios dice como debemos de vivir, pero preferimos vivir a lo que dicen otros hermanos.

 

Por otro lado, muchos tenemos cosas religiosas o sea costumbres repetitivas generalmente creadas por el hombre, olvidándonos que Jesús no es religión es vida, cuentan lo que le paso a un religioso:

-          Mamá, mamá, ¿por qué la novia va vestida de blanco?

-          Es porque es el día más feliz de su vida hijo...

-          Ahhh, ¿y por qué el novio va vestido de negro?

Bueno ya entendió amigo lector, no es la apariencia, es lo que llevamos adentro, cuidémonos de no ser sepulcros blanqueados.

 Para terminar hermanos, déjeme contarles un último chascarrillo, pero recuerde que la paga del pecado es muerte.

Están dos mujeres en la sala de espera del cielo y una le pregunta a la otra:

-          Mujer1 - ¿Cómo te moriste?

-          Mujer2 - Congelada.

-          M1 - ¡¡¡Ay, qué horror!!! ¡Debe haber sido horrible! ¿Cómo es morir congelada?

-          M2 - Al comienzo es muy feo: primero da escalofríos, después los dolores en los dedos de las manos y los pies, todo congelando... Pero, después vino un sueño muy pesado y perdí la consciencia. Y tú, ¿cómo moriste?

-          M1 - ¿Yo? De un ataque cardíaco. Estaba desconfiando que mi marido me engañaba. Un día llegué a casa más temprano. Corrí hasta el dormitorio y él estaba en la cama viendo televisión. Desconfiada, corrí hasta al sótano, corrí a los baños, corrí al dormitorio de la muchacha, corrí a la cocina y todo para ver si encontraba alguna mujer escondida, pero no encontré a nadie. Cuando corrí hasta el segundo piso y al subir las escaleras tuve un ataque cardíaco y caí muerta.

-          M2 - Oh, que pena... Si al correr a la cocina, hubieras buscado en el congelador, las dos estaríamos vivas...

 Padre bendito Señor, te damos gracias por que también nos dejaste un tiempo para reír, gracias Señor...

S.A.G. – 23 – FEB – 2025

(Estudio No. 825)

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