La visita fue una sorpresa muy agradable. Sobre la puerta, a
contraluz, se veía la silueta que,
con una voz amable y reconfortante, dijo: —Es hora de partir... Llegó el
momento. —Está bien, Señor... La respuesta revelaba una ligera nostalgia en la
voz.
En segundos toda su vida pasó por su mente como una película, ahí
estaban su niñez, la adolescencia y la edad adulta. Miró sus cosas, su dinero,
sus cuentas bancarias, sus carros, pensó en su finca y pensó. "¿Me lo
podré llevar?", Prefirió no formular la pregunta, Jesús lo esperaba con
una expresión de ternura en su rostro. De qué serviría, pensó al razonar que se
iría para no regresar jamás...
Algo le inquietó. Debía rendir cuentas ante el Creador y pensó en
sus vecinos... ¿Qué pasaría cuando ellos debieran ir al tribunal de Cristo? Él
había argumentado tantas ocupaciones que jamás les compartió el evangelio. Y
sus compañeros de trabajo ¿Irían a la eternidad con Dios? Lo más probable es
que no, porque a ellos tampoco les predicó... Y su iglesia, necesitada, siempre
angustiada por las carencias y él pudo ayudar, pero nunca lo hizo... Un nudo se
hizo en su garganta... había malgastado el tiempo, sus talentos y
oportunidades... --Es hora de partir... –le recordó el Señor Jesús con amor en
sus palabras. Y comenzaron a caminar al más allá... Ya no había tiempo...
¿Has pensado en hacer un inventario de tu vida? Es una buena idea
para corregir, crear nuevos propósitos y redefinir tu vida cristiana. Sabes qué
el tiempo se escapa entre los dedos, por mucho que nos esforcemos; cada minuto
que pasa es un momento que no podemos recuperar.
Pero hay algo más perturbador aún: en este mismo instante muchos,
quizá docenas de personas, están partiendo a la eternidad. Lo grave es que la
gran mayoría de quienes mueren, no aceptaron a Jesucristo como su único y
suficiente Salvador. Es decir, pasaron al más allá sin Cristo... Y si nos
atenemos a las Escrituras, ellos irán a la perdición eterna.
La historia puede ser diferente... Sólo basta que usted o yo dediquemos
más tiempo para compartir las Buenas Nuevas entre quienes no conocen de Jesús,
solo bastaba que usted y yo, demos más ayuda en la obra de Jesús.
Amigo lector, ¿Cómo invierte sus talentos?
Cuando recapacitamos en este aspecto, no podemos menos que
recordar la parábola de los talentos. Hallamos este pasaje en el evangelio de
Mateo, capítulo 25, versículos del 14 al 30. Y ahí encontramos dos aspectos
fundamentales:
a.
Dios delegó
autoridad y poder en sus siervos para que invirtiesen los talentos.
b.
Dios conoce
las aptitudes y potencialidades de toda persona. Tal vez usted no haya valorado
sus capacidades, pero el Señor sí. Él sabe qué lejos puede llegar usted en sus
manos.
Estamos llamados a multiplicar los talentos y el centro del asunto
es: ¿Cómo invertimos esos talentos? Muchos cristianos desperdician su
potencialidad y se limitan únicamente a ir al templo. ¿Imagina cuánto podrían
servir esas vidas en manos del Señor? Cada uno en su área podrían constituirse
en visitadores evangelistas y a través de esas jornadas aprovechar la ocasión
para traer nuevos. A partir de sus aptitudes y habilidades, hay sin número de
ideas que pueden surgir y que podríamos aprovechar para que la Palabra de Dios
sea predicada.
En la vida están los que multiplican los dones y quienes asumen
una actitud indiferente. Versículos del 18 al 20 dicen de estas actitudes,
tarde o temprano rendiremos cuentas. Es inevitable que rindamos cuentas al
Señor de cómo utilizamos nuestra mayordomía. Versículo 19 "Después de
mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con
ellos".

Pienso en cristianos que se conforman con vivir a Cristo amparados
en las cuatro paredes del templo. Siempre esperan que otros hagan. Siempre
esperan que les sirvan en vez de servir, siempre quieren ser los primeros,
olvidando que los últimos serán los primeros. Imagine por un instante que está en
el paraíso. Todo a su alrededor es hermoso. De pronto, algo rompe la
tranquilidad. Son miles de seres que gritan desperados en el infierno. Y usted
reconoce que pudo haber salvado decenas, con solo ayudar en la obra de Dios.
Pero no tenía tiempo, no tenía dinero, siempre tenía cosas más importantes que
ir hacer. Su argumento era que siempre estaba ocupado. Y por su culpa, esas
almas se perdieron...
Le recuerdo que Dios tiene una recompensa para su pueblo. Lo que
Ud. hace por la obra de Cristo, tendrá su reconocimiento. A quienes habían
multiplicado sus talentos les dijo: vs. 23: "Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu
señor". Pablo también lo afirma: 1 Corintios 15:58.
¿Cómo está invirtiendo sus talentos? No deje que sus capacidades
sigan dormidas, mientras miles de personas se pierden en la eternidad sin
Cristo...
Les amo a todos y que por ello les exhorto a que seriamente haga
un análisis de su participación cristiana, es usted de los que pasan en
reuniones tras reuniones y nunca hacen nada practico... es usted de los que
teniendo para la obra de Dios niega tener y no da... es usted de los que
quieren aparentar santidad y aún existen las pasiones mundanas en su
carácter... aun va a bailes del mundo, a reuniones mundanas de licor, drogas,
cigarrillos y sexo... es de los que no saben aun frenar su lengua y siempre pasa
hablando de su autoridad o de sus hermanos, o criticando lo que se hace sin
comprometerse a hacer...
Sabe... nunca he dicho que las cosas son fáciles, sé que son
difíciles, pero en Jesucristo todo esfuerzo tiene su recompensa y ha cuanto más
esfuerzo, mejores recompensas, no se necesita ser grande, ni forzudo.
Dios nos ha creado para realizar una visión, vivamos por ella,
intentemos alcanzarla, pongamos la vida en ella y si nos damos cuenta que no
podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio
radical en nuestras vidas y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades
y con la gracia de Dios, lo lograremos. Amigos todos aquellos que este día han
reflexionado sobre ¿qué haces para con la obra de Dios? y se hallan sentido tocados
por hacer poco o nada, esta es la hora de cambiar, el Espíritu de Dios está en a
su lado y va a darle ese toque, ese toque divino que transformara su corazón...
tan solo ore y pida con fe.
S.A.G. - 16 – MAR – 2025
(Estudio No. 828)
Si deseas escribirnos, puedes hacerlo a:
igelrenuevo@gmail.com
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