Tres Consejos

Proverbios 1:5: “Oirá el sabio, y aumentará el saber,


 Y el entendido adquirirá consejo”


Siempre he estado atento a ver que me enseña Dios en los diferentes actos de mi vida y un día de estos leyendo unas ilustraciones me encontré estos tres consejos, reflexionando me dije: estos consejos servirán a todos y sentí en mi corazón compartirlos con Ustedes; espero sirvan también en su vida, los tome pero sobre todo, los ponga en practica. 

 Cuentan que una pareja de recién casados era muy humilde y vivían de limosnas del pueblo. Cierto día el esposo le hizo la siguiente propuesta a su esposa:



 -Querida yo voy a salir de la casa, viajaré bien lejos a buscar empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida mas cómoda y digna. No se cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa, que me esperes y que mientras yo este lejos, me seas fiel , pues yo también te seré fiel a ti. Así, siendo joven aún, partió de su hogar. Camino días y días a pie, hasta encontrar una hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado. Pidió hacer un trato con su jefe, el cual también fue aceptado. El pacto fue el siguiente: “Déjeme trabajar por el tiempo que yo necesite, y cuando yo sienta que debo irme, usted me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario. Le pido a usted que lo guarde como un ahorro hasta el día en que me vaya y llegado ese día, usted me dará el dinero que yo haya ganado.



Estando ambos de acuerdo, el joven comenzó a trabajar arduamente y sin descanso. Lo hizo durante veinte años, sin vacaciones y sin pausas. Transcurridos veinte años se acerco a su patrón y le dijo: “Patrón, ha llegado el día, y deseo regresar a mi hogar. Usted podría darme el dinero que me he ganado”



El patrón le respondió: - Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte la siguiente propuesta, espero estés de acuerdo:

-Yo te doy tu dinero y tu te vas, o te doy tres valiosos consejos y no te doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa.    

 - Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta. El pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo:   
-Estoy decidido: Quiero Los Tres Consejos

 -El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero”



 Y el empleado respondió:  -Sí, estoy seguro, “Quiero los consejos”



 Entonces el hombre le dijo:

1. Nunca tomes atajos en tu vida. Caminos mas cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

2. Nunca seas curioso de aquello que represente el mal, pues la curiosidad  por el mal puede ser fatal.

 3. Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, pues puedes arrepentirte demasiado tarde.



Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven:  - Aquí tienes tres panes, estos dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa. Recuerda, este último es sólo para comer con tu familia. Se despidieron y el hombre siguió su camino de regreso a casa, después de veinte años lejos de su casa y de su esposa que el tanto amaba. Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó:



 -¿Para dónde vas?



El le respondió:-Voy para un camino muy distante que queda a mas de veinte días de caminata por esta carretera.



La persona le dijo entonces: Mire amigo, este camino es muy largo, yo conozco un atajo por el cual llegaras en pocos días. El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando de pronto recordó el primer consejo: Nunca tomes atajos en tu vida. Caminos mas cortos y desconocidos te pueden costar la vida. Entonces se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino normal. Dos días después se enteró que otro viajero que había tomado el atajo, había sido asaltado , golpeado y le robaron todo hasta la ropa. Ese atajo llevaba a una emboscada.



Después de algunos días de viaje y cansado al extremo, encontró una pensión a la vereda de la carretera. Era muy tarde en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer malhumorada le abrió la puerta y lo atendió. Como estaba muy cansado, tan solo le pagó la tarifa del día sin preguntar nada y después de tomar un baño se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador. Se puso de pie de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde escuchó el grito. Cuando estaba por abrir la puerta, se acordó del segundo consejo: Nunca seas curioso de aquello que represente el mal pues la curiosidad por el mal puede ser fatal. Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le pregunto si no había escuchado un grito y él le contesto que si lo había escuchado. El dueño de la posada le preguntó: ¿no sintió curiosidad ??



El le contestó que no. A lo que el dueño le respondió: - Usted ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo deja en el patio y luego se esfuma.



El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.



Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, caminó y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco mas y vio que ella tenía en sus piernas, un hombre al que estaba acariciando los cabellos.



Cuando vio aquella escena, su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró profundo, apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo: Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor, pues puedes arrepentirte demasiado tarde...  Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer ya con la cabeza fría, el pensó para sí mismo:-no voy a matar a mi esposa -Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta a trabajar.-Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel. Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abre la puerta y lo reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente y lo besa frenéticamente.



El trata de quitársela de encima, pero no lo consigue. Entonces con lágrimas en los ojos le dice:  - Yo te fui fiel durante los veinte años y tu me traicionaste...



Ella espantada le responde: - ¿Cómo? yo nunca te traicioné, te esperé durante veinte años. Y te amé cada día más. El entonces él le preguntó:- Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde ...



Y ella sonriendo, inmediatamente le contesto: -aquel hombre que viste en mi regazo es nuestro hijo. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy el tiene veinte años de edad. Entonces el marido se avergonzó, se disculpó e ingresó a la casa. Luego abrazó a su hijo y  les contó toda su historia, en cuanto su esposa preparaba la cena.



Se sentaron a comer y el recordó que su patrón le había dado un pan, especialmente para compartir con su familia. Era el último pan.



Después de la oración de agradecimiento con lágrimas de emoción.  Partió el pan y al abrirlo, se encontró con todo el dinero del pago de sus veinte años de dedicación y una nota que decía: -gracias por haber confiado, que seas feliz y regresa cuando quieras.



1-     Nunca tomes atajos en tu vida. Realiza las cosas como Dios dice que deben hacerse.

2-     Nunca seas curioso de aquello que represente el mal. Apártate del mal y Dios premiara tu vida-
3-      Nunca tomes decisiones en momentos de odio y dolor. Toma decisiones en la sabiduría del consejo de Dios, en reposo y alegría. 
 Amen

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