En
nuestra costumbre cristiana, expresamos nuestra fe con respecto a
nuestras finanzas apoyando con nuestro dinero la causa de Dios.
Dios
trata con cada uno de nosotros de manera individual en el área
financiera y de igual forma lo hace en el área empresarial, Dios se
basa en los porcentajes y en nuestra habilidad de dar. Aquellos que
más tienen, son llamados a entregar mucho más que aquellos que
están más limitados, siendo que Dios trabaja de acuerdo a
porcentajes, nadie tiene ventaja sobre otros.
Si
Dios hubiera establecido un monto fijo, entonces seria mucho más
fácil para unos alcanzarlo que para los otros. El principio que
establece que el pueblo de Dios entregue de acuerdo a sus habilidades
y en proporción a sus ingresos, está presente en varios pasajes de
las escrituras que tratan el asunto del dinero.
Dado
que el sistema de Dios esta basado en porcentajes, nadie puede
reclamar que le es imposible devolver el diezmo, pues lo que le toca
devolver es proporcional a su ingreso, por lo que el pobre no esta
más recargado que el rico.
Este
proceso de porcentaje, bien puede ser un ejemplo, un ensayo o una
practica en la manera de disponer una empresa. Cada cual de acuerdo a
sus necesidades y realidades.
La
aplicación más correcta de este porcentaje de Dios en el área
empresarial es deducirlo de las ganancias brutas, basados en el que
los cristianos reconocemos que Dios esta antes que todo.
Definición
de porcentaje
El
vocablo porcentaje tiene su origen en el inglés porcentaje, un
término que se utiliza para escribir los números bajo la apariencia
de una fracción de cien. El símbolo de este concepto es el %, el
cual se denomina "por ciento" y se traduce como "de
cada cien". Por ejemplo: Diez por ciento es un porcentaje que se
escribe como 10% y que se entiende como diez de cada cien. Si se dice
que el 10% de un grupo de treinta personas tiene el pelo de color
rojo, la frase supone que tres de esas personas son pelirrojas.
El
diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a este recurso
como un 'equis' por ciento. Puede decirse que el porcentaje es la
cantidad que, de manera proporcional, refiere a una parte del total o
al grado de rendimiento útil que 100 unidades de una determinada
cosa tienen en condiciones normales.
Tanto
por ciento es como también se conoce al término porcentaje que
ahora estamos abordando y que podemos determinar que es una de las
aplicaciones que más se utilizan en lo que es el campo de las
razones y proporciones. Y es que nos sirve para poder llevar a cabo
la comparación entre cantidades.
Se
utilizan porcentajes, para otorgar comisiones a empleados sobre sus
ventas, para recargar cuentas con intereses compensatorios o
punitorios, para determinar cuánto han subido o bajado los precios,
para saber si han aumentado las ganancias, para realizar rebajas,
etcétera. Por supuesto cuanto hacemos una rebaja, le descontaremos
del total el porcentaje, y cuando damos un premio o estímulo, o un
recargo, lo sumaremos. Así si un artículo cuesta $ 1.000, y
ofrecemos una rebaja del 15 %, lo venderemos a $ 850, pero si un
empleado cobra $ 1.000 de salario y le aumentamos un 15 % por su buen
rendimiento laboral, pasará a cobrar $ 1.150.
Dado
que el diezmo no tiene su origen en la ley, tampoco termina con ella.
Jesús asumió que sus seguidores habrían de ser dadores, por
ejemplo Mateo 6:2 dice cuando des ( y no si es que das)
Porque
el sistema de Dios esta basado en porcentajes, nadie puede reclamar
que le es imposible dar su parte, pues lo que le toca devolver es
proporcional a lo obtenido, por lo que el pobre no esta más
recargado que el rico.
Pasajes bíblicos sobre justicia económica Biblia NVI
- Balanza y pesa
- Levítico 19:35..36: No cometan injusticias falseando las medidas de longitud, de peso y de capacidad. Usen balanzas, pesas y medidas justas. Yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de Egipto.
- Deuteronomio 25:14..16: Tampoco tendrás en tu casa dos medidas diferentes, una más grande que la otra. Más bien, tendrás pesas y medidas precisas y justas, para que vivas mucho tiempo en la tierra que te da el SEÑOR tu Dios, porque él aborrece a quien comete tales actos de injusticia.
- Proverbios 11:1: El SEÑOR aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas
- Proverbios 16:11: "Las pesas y las balanzas justas son del SEÑOR; todas las medidas son hechura suya"
- Proverbios 20:10: "Pesas falsas y medidas engañosas:¡vaya pareja que el SEÑOR detesta!"
- Miqueas 6:10..12: ""¡Malvados! ¿Debo tolerar sus tesoros mal habidos, y sus odiosas medidas adulteradas? ¿Debo tener por justas la balanza falsa y la bolsa de pesas alteradas? Los ricos de la ciudad son gente violenta; sus habitantes son gente mentirosa; ¡engañan con la boca y con la lengua!"
- Jornales
- Levítico 19:13: "No explotes a tu prójimo, ni lo despojes de nada. No retengas el salario de tu jornalero hasta el día siguiente"
- Deuteronomio 24:14..15: "No te aproveches del empleado pobre y necesitado, sea éste un compatriota israelita o un extranjero. Le pagarás su jornal cada día, antes de la puesta del sol, porque es pobre y cuenta sólo con ese dinero. De lo contrario, él clamará al SEÑOR contra ti y tú resultarás convicto de pecado"
- Malaquías 3:5: "De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y a los huérfanos, y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor -dice el SEÑOR Todopoderoso"
- Jeremías 22:13: "¡Ay del que edifica su casa y sus habitaciones superiores violentando la justicia y el derecho! ¡Ay del que obliga a su prójimo a trabajar de balde, y no le paga por su trabajo!"
- Santiago 5:4: "Oigan cómo clama contra ustedes el salario no pagado a los obreros que les trabajaron sus campos. El clamor de esos trabajadores ha llegado a oídos del Señor Todopoderoso."
- Riquezas
- Mateo 6:21, (Lucas 12:34): "Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."
- Mateo 6:24, (Lucas 16:13): "Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas"
Y por ultimo Mateo 10:8: “...de gracia
recibisteis, dad de gracia.” No podemos dar nada que no hayamos
recibido. Dios nos bendice para que seamos de bendición a otros. Nos
da para que demos, nos enseña para que enseñemos. Como todo
lo hemos recibido por gracia, de la misma forma debemos darlo a
otros. Existe la costumbre de comprar barato para vender caro,
verdaderamente esto no es ser buen empresario cristiano (aunque el
diablo te dirá que así se hace), pues si barato compraste, barato
vendes.
Hoy
en día, muchos se hunden en un mar de confusiones. El mundo completo
está inmerso en un mar de confusión: económica, religiosa,
política...pero los que tenemos a Cristo, los que fuimos rescatados
por Él del pozo de la desesperación y de la muerte, somos
llamados a ir y rescatar a quienes hoy se encuentran como estuvimos
nosotros, hundidos en los mares de la angustia y la depresión.
Vayamos y demos por gracia, lo que por gracia hemos recibido.
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