"Y
cuando llegó ella a su casa, hallo que el demonio había salido, y a
la hija acostada en la cama" Marcos 7:30.
Esta
es una de las tres veces donde Jesús liberó gente a distancia. Si
leemos Juan 4:46..54, el pasaje que nos relata que Jesús sanó al
hijo de un noble a distancia. El hombre dijo: "Señor, desciende
antes que mi hijo muera" Juan 4:49. Pero Jesús no fue a la casa
del hombre. En vez, Jesús le dijo: "Vé, tu hijo vive"
Juan 4:50. Cuando el hombre regresó a su casa, halló a su hijo
sanado, vivo y bien. Él también se dio cuenta de que su hijo había
sido librado la misma hora en que Jesús había dicho: "Vé, tu
hijo vive" Juan 4:50.
Encontramos
también en Lucas 7:1..10 y en Mateo 8:5..13. Había un centurión
Romano que tenía un criado querido en su casa. El centurión le dijo
a Jesús: "Mi criado está postrado en casa, paralítico,
gravemente atormentado" Mateo 8:6. Lucas nos dice que el siervo
"estaba enfermo y a punto de morir" Lucas 7:2. Jesús
comenzó a dirigirse a la casa del centurión a sanar al enfermo.
Pero el centurión le dijo: "Señor, no soy digno de que entres
bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará"
Mateo 8:8. "Entonces Jesús dijo al centurión: Vé, y como
creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado aquella misma hora"
Mateo 8:13.
Esta
fue la tercera vez que Jesús liberó a gente a distancia, sin
acercárseles.
Estas
veces que Jesús liberó gente a distancia están registradas en la
Biblia por una razón. La sanidad de enfermedades mortíferas, a
distancia, son retratos del milagro de la conversión. "Pero
Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos,)" Efesios 2:4..5.
Las
liberaciones de la opresión Satánica también son retratos de la
conversión: "Por si quizá Dios les conceda que se arrepientan
para conocer la verdad, y escapen del lazo del Diablo, en que están
cautivos a voluntad de él" 2 Timoteo 2:25..26.
Si
tú no eres convertido o eres un escéptico, hay al menos tres
lecciones para ti en este texto.
- La jovencita había estado presa bajo el control demoníaco.
No
se necesita mucha experiencia en el evangelismo para darse cuenta de
que hay fuerzas demoníacas operando. Aprendemos de esto en un pasaje
de la Escritura, donde Satanás es llamado "el príncipe de la
potestad del aire." Pablo dijo: "Y él os dio vida a
vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en
los cuales anduvisteis en otro tiempo siguiendo la corriente de este
mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:1..2).
El
"príncipe de la potestad del aire" es Satanás, rigiendo
sobre una vasta multitud de ángeles caídos [demonios]... En nuestro
estado natural [inconverso] somos llamados “hijos de desobediencia”
(Efesios 2:2). También somos llamados “hijos del malo” (Mateo
13:38) e “hijos del diablo” (1 Juan 3:10). Por eso que Jesús le
dijo a un hombre exteriormente religioso como Nicodemo: “os es
necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7), y luego le dijo: “El que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
- La jovencita había escuchado sobre Cristo.
En
este pasaje se nos dice que la mamá de la joven "oyó de"
Jesús (Marcos 7:25). Ella había oído mucho sobre los milagros que
Él había hecho y de la gente que Él había salvado. La mujer
Sirofenisa de seguro le contó a su hija endemoniada sobre lo que
ella "oyó de él" (Marcos 7:25). La joven también sabía
que su madre creía que Jesús la podía salvar. Pero hasta ese
entonces le había prestado poca atención en el estado de su mente,
cegado y controlado por Satanás. La joven controlada por el demonio
permanecía fría y desinteresada. Ella no estaba interesada lo
suficiente para ir a Jesús por sí sola.
¿No
están algunos de ustedes así... fríos y desinteresados? ¿No te
congregas a menudo? No es cierto que: "El Diablo quita de [tu]
corazón la palabra, para que no [creas] y [te salves]?” (Lucas
8:12)
- La jovencita fue salva por Jesús a distancia.
Jesús
nunca se acercó a la casa de la chica. Él nunca la vio. Él nunca
puso Sus manos sobre ella, ni oró por ella. Y Él nunca le explicó
el evangelio. Lo poco que ella sabía sobre la salvación le llegó
por medio de lo que su mamá le dijo sobre Jesús: "Y cuando
llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la
hija acostada en la cama" (Marcos 7:30). Aquí también hay una
lección para ti, la cual es nuestro punto final. La jovencita fue
salva por Jesús a distancia.
Dije
que el hijo de un hombre había sido salvado a distancia, porque
Cristo no fue a su casa de en persona. También te dije sobre el
criado de un centurión Romano al que Jesús salvó sin habérsele
acercado.
¿Qué
nos dice esto a nosotros hoy? Entre otras cosas, nos dice que Jesús
no necesita bajar del Cielo y tocarte para que seas salvo.
Pero
no siempre sucede de ese modo. Jesús no tocó a estas tres personas
cuando los salvó. Él los salvo lejos de donde Él se encontraba en
ese momento. Ellos fueron salvos por Él desde la distancia.
Este
es un punto importante que recordar. Jesús no está cerca de tí
ahora. La Biblia nos dice repetidamente que Él está lejos de
nosotros, arriba en el Cielo, sentado a la diestra de Dios Padre.
Pablo lo dijo muy claro cuando escribió: "Cristo es el que
murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a
la diestra de Dios..." (Romanos 8:34).
De
nuevo escribió: "Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra" (Colosenses 3:1..2).
Esto
quiere decir que tienes que venir a Jesús por fe, no por emociones.
Venir a Cristo quiere decir que tú confías en Él, donde Él está,
arriba en el Cielo.
Hemos
visto tres personas en tiempos Bíblicos que fueron salvos por Jesús
a pesar de que Él estaba físicamente lejos de ellos.
No
busques alguna "emoción" de ninguna clase. Esa es cosa "de
la tierra." No mires a tu propio corazón ni mente. Esas son
cosas "de la tierra." Yo he conocido gente perdida que
pasaron muchos meses buscando por una emoción terrenal, buscando
dentro de si mismos por un cambio "en la tierra." Es
posible pasar meses, aun años buscando estas "cosas de la
tierra" pero eso jamás te hará ningún bien.
¿Has
estado haciendo eso? Si es así, ¡tengo buenas nuevas para tí! Tú
podrías ser liberado en este mismo instante si dejas de mirarte a ti
mismo, a tus emociones y estado mental. La buena nueva es esta, el
momento en que pares de mirar dentro de ti mismo y mires a Jesús en
fe simple tú serás liberado, tal como aquellas tres personas que
fueron liberadas por Jesús cuando Él estaba lejos de ellos. Él los
liberó desde la distancia. Él también puede salvarte a ti desde la
distancia.
Deja
de depender de alguna emoción o de algún "cambio" dentro
de ti mismo. Mira a Jesús en el Cielo. Confía en Él. Ven a Él por
fe. Él te salvará en el mismo momento en que le confíes en fe
simple. Tú recibirás la liberación de culpa y el perdón de pecado
en el momento en que confíes en Jesucristo. Jesús murió en la Cruz
para pagar la pena de tus pecados. Él resucitó de los muertos y
ascendió de nuevo al Cielo para darte vida.
Una
noche cierto hombre le preguntó: "¿Qué debo hacer para ser
salvo?" (Hechos 16:30). Pablo respondió diciendo: "Cree en
el Señor Jesucristo, y serás salvo" (Hechos 16:31). Esa misma
noche el hombre confió en Jesús y fue salvo.
¡No
dudes más! Jesús está lejos, en el Cielo, pero Su gracia y Su amor
pueden venir a ti de la distancia, como lo hicieron en los tiempos de
la Biblia.
Él
puede, Él puede, Él quiere, no dudéis.
Aun
si has tropezado y no viniste a Él antes o tuviste una falsa
conversión anteriormente, tú podrías confiarle fácilmente ahora
por la fe en este día y ser salvo para todo el tiempo y por la
eternidad. Que Dios te ayude a confiar en Su Hijo, nuestro amoroso
Salvador, Jesucristo. Amén.
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