“Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de
toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras
tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que
están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con
que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que
abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también
por el mismo Cristo nuestra consolación” 2 Corintios 1:3..5
Es
difícil saber qué decir o hacer cuando alguien está en duelo.
Usted puede tener miedo de entrometerse, decir algo equivocado o
hacer que la persona se sienta aún peor. O tal vez usted siente que
hay poco que puede hacer para mejorar las cosas. Aunque no se puede
quitar el dolor de la pérdida, puede proporcionar consuelo y apoyo
que tanto necesita. Hay muchas formas de ayudar a un amigo o miembro
de la familia de duelo, empezando por dejar que la persona sepa que
te importa.
La
muerte de un ser querido es una de las experiencias más difíciles
de la vida Y genera lucha con muchas emociones intensas y
aterradoras, entre ellas la depresión, la ira y la culpa. A menudo,
él o ella se siente aislado y solo en su dolor, pero tener alguien
en quien apoyarse puede ayudarle a través del proceso de duelo.
No
dejes que el temor te impida llegar a alguien en duelo. Usted puede
no saber exactamente qué decir o qué hacer, pero eso es normal.
Usted no necesita tener respuestas o dar consejos. La cosa más
importante que puede hacer por una persona en duelo es simplemente
estar allí; su apoyo y presencia le ayudarán a lidiar con el dolor
y empezar a sanar.
Cuanto
mejor sea su comprensión del dolor y cómo se cura, mejor equipado
estará para ayudar a un amigo o miembro de la familia en duelo,
tenga presente que:
- No hay manera correcta o incorrecta para llorar. El dolor no siempre se desarrolla en etapas predecibles y ordenadas. Puede ser un río emocional, con actos impredecibles, puntos bajos o al revés. Todo el mundo se lamenta de manera diferente, por lo que evite decirle a los deudos lo que él o ella "debe" hacer.
- La pena puede implicar emociones y comportamientos extremos. Los sentimientos de culpa, ira, desesperación y miedo son comunes. Una persona en duelo puede gritar a los cielos, obsesionarse con la muerte, arremeter contra sus seres queridos o llorar durante horas y horas. Hay que darle seguridad de que lo que siente es normal.
- No hay tiempo de recuperación para el duelo. Para unas personas, la recuperación toma 18 a 24 meses, para otros, el duelo puede ser más largo o más corto. No presione a los deudos de seguir adelante o hacer que se sientan como si hubieran sido demasiado tiempo de duelo. Esto puede retrasar el proceso de curación.
Es
común sentirse incómodo al tratar de consolar a alguien que está
de duelo. Muchas personas no saben qué decir o hacer. Estas son
sugerencias para utilizar como guía:
- Reconocer la situación. Ejemplo: "Ciertamente murió, pero Dios le cuida" Usar la palabra "murió" permitirá ser más abiertos a hablar de cómo el doliente se siente.
- Exprese su preocupación. Ejemplo: "Lamento que esto sucediera."
- Sea genuino en su comunicación y no ocultar sus sentimientos. Ejemplo: "No estoy seguro de qué decir, pero quiero que sepas que me importa."
- Ofrezca su apoyo. Ejemplo: "Dime qué puedo hacer por ti."
- Pregunte cómo se siente y no asuma que usted sabe cómo se siente el doliente.
Casi
todo el mundo se preocupa por lo que debe decírsele a una persona en
duelo. Pero saber escuchar es mucho más importante. A menudo, las
personas bien intencionadas evitan hablar acerca de la muerte o la
mención de la persona fallecida, pero el doliente necesita reconocer
su pérdida y que su ser querido no será olvidado.
Hable
con franqueza acerca de las bondades de la persona que murió y sin
ser entrometido, invite a la persona en duelo a expresar abiertamente
sus sentimientos. Intenta simplemente preguntando, "¿Te sientes
con ganas de hablar?"
*
Acepte sus sentimientos. Que la persona en duelo sienta bien llorar
enfrente de usted, a enojarse o se descomponga. No trate de razonar
de cómo él debe o no debe sentirse. El doliente debe sentirse libre
de expresar sus sentimientos sin temor al juicio, el argumento, o la
crítica.
- Esté dispuesto a sentarse en silencio. No pulse si el doliente no se siente con ganas de hablar. Usted puede ofrecer la comodidad y apoyar con su presencia silenciosa. Si usted no puede pensar en algo que decir, simplemente ofrezca el contacto visual, un apretón de manos o un abrazo tranquilizador.
- Deje fluir la conversación afligida acerca de cómo murió su ser querido. Las personas que están de duelo tienden a contar la historia una y otra vez, a veces con minucioso detalle. La repetición de la historia es una forma de procesamiento y la aceptación de la muerte. Con cada relato, el dolor disminuye.
- Ofrecer consuelo y seguridad sin minimizar la pérdida. Dile a los deudos que lo que está sintiendo está bien. Si ya ha pasado por una pérdida similar, comparta su propia experiencia, si piensa que le ayudaría. No le dé consejos no solicitados.
Hay comentarios a evitar cuando consolamos tale
como:
- "Yo sé cómo se siente." Uno nunca puede saber cómo otro puede sentirse. En cambio, pregunte a su amigo que le diga cómo se siente.
- "Es parte del plan de Dios." Esta frase puede hacer que la gente enojada y que a menudo responde con, "¿Qué plan? Nadie me dijo acerca de cualquier plan."
- "Mira tienes que estar agradecido." Ellos saben que tienen cosas que agradecer, pero en este momento no son importantes.
- "Es el momento de seguir adelante con tu vida" A veces, los dolientes son resistentes a seguir adelante con porque sienten que ello significa "olvidar" su ser querido. Además, seguir adelante es más fácil decirlo que hacerlo.
- Los consejos que comienzan con "Deberías" o "tú." Estos son demasiado impositivos. En su lugar se podría decir: "¿Ha pensado en ..." o "Usted podría ..."
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