Gracias
por sus comentarios positivos al estudio anterior titulado "Cristiano
Bíblico o Fatuo" y sin animo de polemizar con nadie aclaro: el
problema en si, no esta en la iglesia (grande o pequeña), el
problema esta en la ignorancia de sus ovejas cegadas por la sociedad
materialista. Porque lo grande de una iglesia no se mide por marcas
de equipo de sonidos o instrumentos musicales, por butacas a todo
confort o duras bancas de madera, por el perfume que te pusiste o si
solo te bañaste, o por el Fulanito de tal que va ahí, etc. Para
muchos desinformados o ignorantes de la Palabra de Dios aun cuando la
leen, estas cosas materiales son frutos de una iglesia triunfadora,
mentes reprobadas son, por ello Lucas advierte que el mundo pagano
anda tras todas estas cosas, mas no en la búsqueda del Reino de
Dios.
Lucas
12:30..32 "Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo;
pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Mas
buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. No
temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros
el reino"
Aquí
es claro una vez más que la base de la intrepidez no es nuestro
recurso humano, sino de Dios. No temas a pesar de que son sólo
ovejas (en medio de lobos, Lucas 10:3) y aunque eres pequeña, eres
genial. Y recuerde que la base de su intrepidez se basa en tener un
padre que posee y dirige el mundo y El realmente ama dar el reino a
sus hijos. "Es la buena voluntad del Padre darles el reino."
¿Cuál
es la amenaza en el versículo 32 que hace decir a Jesús: "No
temas, pequeño rebaño?" ¿Qué están siendo tentados a temer
en este contexto?
Usted
puede encontrar la respuesta en cualquier dirección: retrocediendo
unos versos o en los siguientes versos. Si vas hacia atrás, vemos
que le temen al llamado a no ser como los mundanos (vs. 30), que
buscan las cosas, que construyen graneros más grandes. Satanás nos
mete miedo y nos dice: Si realmente nos centramos en el reino de Dios
y dejamos de atesorar cosas ¿vamos a ser realmente felices? ¿Vamos
realmente a sobrevivir? ¿Vamos a tener un status social mejor?...
Para esto Jesús dice: "No temas, pequeño rebaño". No
tenga miedo de dejar de buscar las cosas.
Si
usted va hacia adelante en el contexto del vs. 33, vemos que le temen
a regalar cosas a ser almas caritativas.
Así
que si vas hacia atrás, al versículo 30 el miedo es no buscar las
cosas de la forma en que el mundo lo hace; y si vas hacia adelante
con el versículo 33, el miedo está en regalar cosas.
Y
donde quedo el " buscad el reino de Dios " (v. 31). Nos
detenemos centrando nuestra búsqueda de las cosas, cuando las
tenemos, empezamos a vender lo que no necesitamos y convertir
nuestros recursos en dinero almacenado en los bancos terrenales.
Y
Jesús dice que hagamos verdadero tesoro para nosotros en el cielo.
Jesús dijo una vez: "El reino de los cielos es como un tesoro
escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a
esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y
compró ese campo" (Mateo 13:44). El punto de la parábola es
que el reino de Dios es un tesoro más valioso que cualquier cosa que
usted posee.
La
secuencia de pensamiento es: No traten de tener las cosas de la forma
en que el mundo lo hace; busquen tener el reino. El Reino de Dios es
como el agua, el mismo sabor tiene en la iglesia grande o pequeña...
el punto en si es ¿qué agua estas ingiriendo?
El
versículo 32 es claro: "Es la buena voluntad del Padre darles
el reino." El reino de Dios es un don, no una compra. Es un
regalo para aquellos que lo quieren más de lo que quieren las cosas.
Es un regalo para los que buscan algo más que aquellos que buscan
cosas. Es un regalo para los que confían en el rey más que en el
dólar.
Cómo
usted maneja sus posesiones muestra donde está su corazón. Y donde
está su corazón determina si usted es salvo o no. Y si usted es
salvo o no, no lo determina si su iglesia es grande o pequeña.
Jesús
sabe que es un mensaje que pone temor en los discípulos. Cuando
repito estas cosas, hay temor en muchos de ustedes, pero insisto el
cristianismo es un estilo de vida muy diferente a la que usted se
está esforzando por vivir en este mundo atesorando, ostentando o
matándose por una vida superflua.
Pero
hoy Jesús le dice: "No temas, pequeño rebaño, es la buena
voluntad del Padre darles el reino"
El
camino hacia el reino es el camino de enamorarse de Jesús, confiando
en nuestro Padre celestial, fomentándonos un desamor para con las
cosas y teniendo un estilo de vida puesto en el camino que conduce al
reino y puesto que Jesús dice que nuestro Padre nos dará el reino,
entonces podemos estar seguros de la ayuda de Dios para permanecer en
este camino.
En otras palabras: Dios hace lo imposible; Dios da
el reino. La gente puede ser tan esclava de las cosas y de la
seguridad y de los placeres y el prestigio de sus posesiones que no
pueden "vender sus posesiones y dad limosna." No pueden
confiar en Dios más que la seguridad de las cosas. No pueden
deleitarse en Dios más que los placeres de las cosas. Ellos no
pueden asumir que un estilo de vida en Jesús, pone un límite a su
gasto de las cosas y canaliza todo el excedente de dinero en las
causas de compasión, justicia y verdad.
Para
lo que ellos no pueden hacer, Jesús dice que Dios si lo puede hacer.
Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. No
importa el tamaño de una manada, el Reino es un don de Dios. No la
consecuencia de si das o no frutos. El reino es un regalo de Dios. No
se logra en nuestra fuerza.
Pero
es un regalo no porque hay un amplio camino que lleva a la vida. El
camino que lleva a la vida es estrecho y es la forma de poner un
límite a la capacidad cada vez mayor para comprar y comprar y
comprar. El camino que lleva a la vida a través de un estilo de vida
que no tiene por objeto la seguridad y la facilidad y el prestigio de
la acumulación de cosas, si no que tiene por objeto vivir como
Cristo.
Permítanme
terminar con esta historia. Darlene Diebler Rose, estaba en un campo
de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Ella
escribió un libro titulado "La evidencia no se ve". Esta
pequeña historia cuenta que ella estaba encerrada en su celda de la
prisión y viendo hacia afuera de su ventana enrejada, vio una mata
de plátano. Rezó una oración muy sencilla al Señor, demacrada,
muerta de hambre, mucha hambre, ahí y así oró al Señor: "¿Me
darías un solo plátano? ¿Sólo una banana?". Pasaron los días
y ella probablemente se olvidó de su oración, en los días que
vinieron después de la petición a Dios, surgió una amistad entre
ella y uno de los comandantes japoneses. Un par de días después, de
repente, la puerta de la celda se abrió de golpe y un gran ramo
entero de plátanos vinieron volando a caer en el suelo. Ella lloró
y pensó para sí: "¡Oh Señor, cuán llena de incredulidad yo
soy".
¿Adónde
estés? Recuerda... "No temáis, manada pequeña,
porque
a vuestro Padre le ha placido daros el reino"
No hay comentarios:
Publicar un comentario