Hay
muchas cosas que pueden causar a una persona el considerar dejar una
iglesia, algunas buenas y otras... no tan buenas.
Muchas veces el Señor puede
reasignar una persona a otra iglesia para que puede traer un estímulo
a otra congregación; esta es la mejor razón para dejar una iglesia.
En otras situaciones, las
personas pueden descubrir que su iglesia realmente impide su
bienestar espiritual y pueden encontrar la necesidad de retirarse.
Con frecuencia, la gente se va
de una iglesia simplemente porque no tienen interés, están
insatisfechos o sienten que pueden encontrar algo mejor.
En la
actualidad se está viviendo poco a poco un despertar en la iglesia
de Dios. A muchos fieles se les ha caído la venda de los ojos y han
salido de iglesias que no andan conforme al modelo bíblico. Pero eso
genera el problema de buscar una iglesia local sana y bíblica.
Entonces,
¿Qué hacer mientras buscamos una iglesia sana y bíblica?
La
anterior es una buena pregunta y en respuesta a ella colaborar con
algunas acciones prácticas: recomendaciones, lecturas y recursos que
a la larga nos pueden ayudar:
- No dejar de congregarnos. Hebreos 10:25: “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos”. Siempre y primordialmente iniciemos por indagar nuestro corazón y busquemos realmente los motivos verdaderos que nos mueven a abandonar una congregación: ¿Es porque no andan conforme a la Escritura, por acciones equivocadas o porque simplemente no me gusta? Es bueno tener en mente que no existen iglesias perfectas, pero las hay maduras y firmes en la fe.
- Indagar cual es la voluntad de Dios. Mateo 6:10: “...Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Es necesario buscar en oración cual es el entendimiento de la voluntad de Dios: ello nos permitirá conocer si es el tiempo adecuado para retirarse de una congregación. No olvidemos que Dios nos tiene en lugares con un objetivo.
- Determinar los principios de la iglesia. Efesios 4:5 un Señor, una fe, un bautismo. La Biblia delimita los principios en una iglesia sana y bíblica. Las iglesias neotestamentaria nos aglutinamos alrededor de Jesucristo, por ello todas somos Cristocéntricas. De paso, revisemos atentamente las confesiones doctrinales de cada una.
- Indagar donde hay iglesias sanas. La palabra nos cuenta que a Pablo y a Silas los enviaron a Berea y estos llegaron a la iglesia de unos judíos donde recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:10..11. En internet es recomendable ir al sitio de Iglered. Ofrece información de iglesias de sana doctrina ubicadas en Latinoamérica, España, Estados Unidos y otros países.
- Oremos en conjunto. “...orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” Santiago 5:16. Platiquemos con hermanos de otras iglesia y de ser posible oremos juntos para que Dios de la guía para llegar a una iglesia sana, que proteja los corazones y que como familia en la fe sobrellevemos las cargas unos a otros en el amor de Cristo.
- Progresemos en el entendimiento y conocimiento. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento...” Romanos 12:2. Estudiar la Biblia es básico en estos tiempos. Auxiliémonos de alguien, de pastores o hermanos maduros. De las redes sociales. Existen estudios gratuitos vía online que solo requieren voluntad propia para leer. Es importante no descuidar el estudio de las Escrituras y orar para que Dios nos guíe y nos dé entendimiento.
El proceso de encontrar una iglesia sana y bíblica
puede demorar desde unas semanas hasta años. Pero mientras pasamos
por este éxodo, recordemos que la gracia de Dios es suficiente para
cada día y que Él nunca deja de estar en control. Como dice una
frase popular: "Dios es bueno todo el tiempo, y todo el tiempo
Dios es bueno".
Sea que estemos instalados en una nueva
congregación o sigamos esperando la confirmación de Dios,
recordemos que estamos mucho mejor de lo que merecemos, porque
permanecemos en Cristo Jesús. No olvidemos de dónde nos sacó el
Señor, cómo fuimos librados de nuestros pecados gracias a Su
sacrificio perfecto y suficiente; y entreguemos nuestras vidas como
esclavos por amor a Él. Seamos agradecidos.
"Esto
recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca
decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad" (Lamentaciones 3:21..23)
No es
mi deseo que Usted tome este estudio como espada para justificar un
retiro de su iglesia, no, no y no. Antes de tomar una decisión
considere lo siguiente;
- No deje una iglesia porque ha transferido sus propias frustraciones personales.Evite descargar sus sentimientos de decepción de otras áreas de su vida en la iglesia. A veces la infelicidad hacia la iglesia es un derivado de otros problemas personales, tales como: dificultades familiares o maritales, insatisfacción laboral, ofensas personales, recuerdos de abuso infantil, el estrés mental, enfermedad emocional, y así sucesivamente. Las personas que luchan con problemas internos profundos a veces desarrollan una estimación distorsionada de las situaciones que les rodean, y culpan a todo, incluyendo la iglesia. En términos generales, la iglesia no es su problema. Recuerde que él y sus ministros están ahí porque le aman y quieren ayudarle.
- No deje una iglesia porque se siente lesionado en sus sentimientos. A veces siente una violación de sus sentimientos, esto puede ser el resultado de ser demasiado auto-sensible. En cualquier iglesia o reunión de personas puede haber muchas cosas ofensivas dicho o echo, la mayoría no intencional, pero usted no tiene porque sentirse ofendido. Los que son fácilmente ofendidos puede ser simplemente inmadurez, demasiado centrado en sí mismo o puede retener auto-sensibilidad debido al pasado, heridas purulentas. Por sentimientos heridos es la mayor razón por la que la gente deja las iglesias, pero profundizando sus raíces en Cristo y su palabra se puede inmunizar contra tanta ternura. "Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada para ellos tropiezo" (Salmo 119:165).
- No deje la iglesia por críticas triviales. La gente a veces tiene una notable capacidad de hacer una montaña de un grano de arena. Conozco gente que cambio de iglesia, simplemente porque no les gustaba la forma en que el pastor se peinó, la duración de los servicios, cómo se escribió el boletín o por otras razones tontas. De las muchas excusas que las personas utilizan para salir de una iglesia, este es uno de lo más superficial. Si todo lo hace es criticar y encontrar defectos en la iglesia, usted tiene un problema de actitud. Independientemente de dónde se vaya, le vera fallas similares de nuevo, porque el problema no es la iglesia, el problema es usted.
Evite
repartir duras críticas, agresiones verbales o quejas persistentes.
Esto sólo causará que un
líder se ponga a la defensiva.
No lo animará a mejorar o
cambiar, más halla de lo que logra una esposa gruñona cambiando a
su marido. Todos
los líderes saben lo que es lidiar con la crítica constante y la
única manera de que puedan superar el desaliento para hacer su
trabajo es hacer caso omiso de esas críticas.
Si
un líder percibe que eres un criticador. él puede escucharte
cortésmente, pero por dentro te identificará como un alborotador.
Sin embargo, si lo percibe como
una persona bondadosa que ofrece aliento y sugerencias útiles, su
corazón permanecerá abierto y va a escuchar.
Nunca
difunda su "calamidad", crítica o insatisfacción a los
miembros del cuerpo, esto no ayuda en nada y hace subir la discordia
en la iglesia, Dios odia el pecado (Proverbios 6:19.).
Si por desgracia no puede
evitar propagar su descontento a los demás, por la paz de la
congregación, usted puede pasar a otra iglesia.
Para
concluir reflexiona: "Echa
fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, Y cesará el pleito y
la afrenta" (Proverbios 22:10)
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