En
nuestro mundo actual, hay tantas cosas a nuestro alcance que a veces
ni tan siquiera imaginamos su historia y por ello cuando leemos las
escrituras no llegamos a entender la magnitud de tanto hechos
bíblicos, dentro de estos esta el perfume.
El
perfume ha sido muy famoso desde la misma antigüedad. Los egipcios
desarrollaron todo un arte en la elaboración de ungüentos, que se
usaban desde el baño natural hasta para embalsamar a sus muertos.
Los tarritos para perfumes procedente de la tumba del faraón
Tutankamón han sido muy famosos. Los israelitas de igual manera
hacían mucho uso de los perfumes y de los llamados óleos
perfumados, tanto para el cuidado del cabello como del cuerpo. Hoy en
día, existe toda una sofisticada industria para elaborar los mejores
perfumes. Paris se conoce como la "Capital" del buen olor.
Los precios de los perfumes son altamente competitivos.
En
uno de mis viajes a Tecpan, Guatemala, en esa carretera del altiplano
y las bellezas de los cultivos y la fragancia de las flores, sentía
que Dios me hablaba del hermoso relato de la mujer que derramo un
perfume muy costoso sobre Jesús.
Las escrituras de este hecho se encuentran en
Mateo 26:6.13, Marcos 14:3..9 y Juan 12:1..8.
Es
importante leer este relato en los tres libros mencionados para que
comprendamos con exactitud el cuadro completo de esta enseñanza.
Mateo
26:6..13 NVI: “Estando Jesús
en Betania, en casa de Simón llamado el Leproso,
se acercó una mujer con un
frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre
la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.
Al
ver esto, los discípulos se indignaron. —¿Para qué este
desperdicio? —dijeron—Podía
haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los
pobres.
Consciente
de ello, Jesús les dijo: —¿Por qué molestan a esta mujer? Ella
ha hecho una obra hermosa conmigo.
A los pobres siempre los
tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre.
Al derramar ella este perfume
sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura.
Les aseguro que en cualquier
parte del mundo donde se predique este evangelio, se contará
también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo”
Este preciado perfume que la mujer derrama en la
cabeza de Jesús, fue un acto de amor y adoración. Este perfume
estaba dentro de un frasco de alabastro de gran precio.
La
mujer quebró el frasco antes de derramar el perfume en la cabeza de
Jesús, aquí se menciona que este perfume era de nardo puro y su
costo era de 300 denarios aprox., que era el sueldo de un año de un
jornal, según algunos comentaristas. Marcos 14:3..9.
¿Cómo
se producía el aceite de nardo?
El
aceite de nardo era un perfume sumamente valorado. Se fabrica a
partir de los rizomas de la planta homónima, originaria del Himalaya
y produce un óleo intensamente aromático. Era extraordinariamente
caro porque para obtener un litro de esencia era necesario prensar
más de 100 kilos de nardo
María
fue la mujer que derramo en Jesús una libra (0.45 lts. Aprox.) de
perfume de nardo puro de gran precio. Esta María era la hermana de
Marta y Lázaro y no la madre de Jesús. Aquí María ungió los pies
de Jesús y los enjugó con sus cabellos, llenándose la casa de
fragancia aromática del perfume de nardo. Juan 12:1..8.
María
es un modelo para la vida de todo seguidor del Maestro. En ella vemos
el verdadero concepto del sacrificio para el Señor. Su amor hacia él
no se quedó en palabras y anhelos. El perfume que ella trajo a Jesús
estaba lleno no sólo de "nardo puro" -el mejor de los
perfumes- sino del puro afecto de su sacrificio. María sentía que
había recibido mucho de su Señor y que ahora era tiempo para dar.
En anteriores ocasiones se había sentado a sus pies para oír, pero
ahora se sienta a sus pies para dar. Había preparado lo mejor de su
vida para entregárselo al más digno de cualquier otro ser: el
salvador Jesucristo. En ese perfume estaba el sacrificio del tiempo,
del dinero, de la búsqueda y de la espera. El corazón de María
tenía un peso de gratitud. La salvación de su alma y el milagro de
la resurrección de su hermano Lázaro, eran pruebas demasiadas
visibles para permanecer en una actitud pasiva y sin agradecimiento.
Cuando hablamos de que Jesús es digno del mejor "perfume",
estamos con ello afirmando que no debiéramos dar a Jesús algo que
no nos cueste nada.
Pero
hay otro relato en Lucas 7:36..50 del derramar de perfume, el cual no
es el mismo relato anterior de los tres libros y tampoco se sabe si
es la misma mujer. Era una mujer prostituta muy pecadora,
Lucas
quizás por discreción y amabilidad hacia la mujer, no dice su
nombre, habla de ella pero sin mencionar su nombre, como para
protegerla. Ella supo que Jesús estaba en la casa de un fariseo Al
ver a Jesús empezó a llorar, pero de gozo, de gratitud, por
sentirse perdonada. Esto no estaba preparado, quizás lo del perfume
sí, pero las lágrimas no. Fluyeron de tal manera que podía regar
los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos. A la par derramó
ese perfume costoso sobre los pies y los besaba. El jarro de
alabastro era un frasco de yeso blanco fino (o quizás de un color
delicadamente teñido) Tenía cuello largo y para derramar su
contenido tenía que romperse ese cuello. Ella, lo único que quería
era expresar abiertamente el amor a Jesús y no le importaban lo que
dijeran. Estas muestras eran el resultado de un corazón arrepentido
y perdonado por su vida de pecado y lleno de gratitud.
Quiero
que nos veamos todos aquí reflejados en esta mujer pecadora, ¿o
acaso no lo somos? Todos, de una u otra manera somos pecadores
delante de Dios, quizás no con los mismos pecados o vida pública
pecadora como ella, pero qué más da si nuestros pecados son
públicos o privados, ante Dios tenemos esa condición.
El
fariseo dueño de la casa no saludo con un beso a Jesús, ni le
convido agua para lavar sus pies, pero si esta mujer pecadora lo hizo
como un acto de retribución y amor a Jesús, ya que él le perdono
muchos pecados y por lo tanto, amo más, demostrándolo con el acto
de derramar ese perfume de alto valor en su maestro y eterno
redentor, que declaro el principio de quien más ama es porque mas se
le ha perdonado. En estos relatos vemos el derramar perfume de alto
valor sobre Jesús, Rey único de devoción y gran perdonador.
Tal
vea al igual que esa mujer pecadora, ahora ves o sientes tu necesidad
de ser perdonada o perdonado, bueno, la solución está ahí, a tu
alcance. Jesús es el único que puede perdonarte si hay un verdadero
arrepentimiento y fe en su obra. La mujer confió, y fue perdonada,
tú también lo puedes ser ahora mismo. Acércate a Él y pídele
perdón y salvación. Jamás rechazó a nadie.
Quizás
puede que seas una religiosa o un religioso, alguien que te
consideras buena persona, que ayudas a los demás, cumples con tus
ritos religiosos etc. sin embargo, no has entendido todavía lo que
es el perdón divino. Humíllate ante Dios y arrepiéntete de tu
corazón orgulloso, no confíes en tus buenas obras, porque no pueden
salvarte.
Cualquiera
que sea tu situación, hay esperanza para un corazón arrepentido y
con fe en Aquel que dio su vida por nosotros.
Si ya
eres creyente, cuidado de no tener prejuicios con nadie, todos hemos
sido perdonados, no hay unos mejores que otros. Jesús dijo en una
ocasión: "De cierto os digo, que los publicanos y las rameras
van delante de vosotros al reino de Dios" (Mateo 21:31)
En
estos días que las festividades de fin de año afectan al mundo,
derramemos nuestros perfumes, nuestras ofrendas, nuestras vidas para
Cristo y nuestros prójimos. Pidamos a Dios que seamos como esas
lágrimas y ese perfume derramado para Jesús y abrasemos a nuestros
hermanos... el sacrificio de Jesús se lo merece.
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