Alarma... Adolescente Cristiana Queda Embarazada

A pesar que es un tema al que una amplia mayoría no le gusta tocar porque puede volverse polémico, creo que esta es una realidad bastante frecuente y es necesario enfrentarla. Tratare de hacerlo de la mejor forma posible dentro del ámbito ético cristiano y si no esta de acuerdo simplemente olvídelo. 1 Tesalonicenses 5:21 “Examinadlo todo; retened lo bueno”

Parece que una de las cosas más difíciles para los cristianos es entender que no es un pecado estar embarazada. No es un pecado estar embarazada fuera del matrimonio. Y no es un pecado el haber nacido de padres no casados.

Joselin, casi llegaba a los quince años y sentía una inmensa alegría. "Ahora soy una mujer, se decía." Desdichadamente su alegría no duró mucho: seis meses más tarde se encontraba embarazada y tenía muchos sentimientos confusos. Quería llorar en los brazos de su madre o de su papá y decirles "Estoy embarazada", contarle la gran desilusión que la embargaba, pero el miedo al rechazo le impedía acercarse a sus padres, justo en el momento en que más cariño necesitaba.

Si una persona en la iglesia o en la familia ha caído en pecado o en una falta, ese es la oportunidad para restaurarla y discipularla. Desafortunadamente los cristianos en su mayoría, reaccionan de manera confusa y pusilámine. Gálatas 6:1 “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.”

Los padres cristianos ante el derrumbe de la apariencia santa por un embarazo en su hija adolescente, que semana a semana se notara mas, se preguntan:¿Debo perdonar a mi hija incondicionalmente, como Dios nos perdona a todos? ¿Cómo decirle que la perdono si tengo frustración, cólera y amargura? ¿El perdonarla no será darle permiso para que repita esta conducta reprochable? ¿Puede perdonarse a alguien que ha faltado contra Dios y contra su familia?" Esas y más interrogantes ocuparán la mente de la familia, que se sentirá confundida sobre la manera en que deberá responder a su hija y no se permitirán ser la persona de apoyo que su hija más necesite en ese momento.

La conducta sexual de una niña es definida parcialmente con relación al tipo de padres que tenga. Ella desarrollará y adquirirá una autoestima según cómo la traten sus padres. Si tiene unos padres cariñosos, que le demuestre su amor de una manera incondicional, se sentirá amada, segura y satisfecha. Pero si ellos la hacen dudar de su amor, vivirá buscando ser amada y aceptada por cualquier amistad. Esto lo hará sin saber que inconscientemente está buscando el amor ausente de sus padres y así surgen romances que algunas veces terminan con un embarazo no planificado, ni esperado.

Nuestra sociedad enseña indirectamente que la mujer soltera embarazada debe enfrentar su maternidad de una manera solitaria y marginada. "Después de todo, ella se lo buscó" decía una persona con referencia a su hija. ¿Será razonable que como sociedad no nos solidaricemos con una criatura que está por nacer? ¿Será razonable que como padres no amparemos a nuestra hija, aun cuando su corazón esté sangrando de dolor por la terrible decepción?

Generalmente estas jóvenes en su ingenuidad son engañadas por un enamorado que le juró "amor eterno". Luego al enfrentar la realidad, se sienten abusadas y decepcionadas por quien pensaron que la amaba. Este sentimiento de abuso y decepción se duplicaba al saber que su familia también reacciona repudiándola por haber quedado embarazada.

Cuando una jovencita queda embarazada muchas ilusiones se truncan y nuevas realidades aparecen. Quizás tendrán que abandonar el colegio, la profesión soñada, las amistades, etc. Todas estas pérdidas causan dolor en la futura joven madre. Ella se sentirá abrumada, deprimida y avergonzada con relación a su porvenir.

En estos casos, la comunidad de fe está llamada a ser la familia extendida que la adolescente necesita. Si la familia biológica asume una actitud condenatoria, la iglesia, concededora del perdón restaurador en Cristo Jesús, debe ofrecer aceptación, perdón y restauración. Ella necesita perdón, no condenación

Cuando una hija adolescente confiesa a sus padres su embarazo, estos generalmente reaccionan con una condena, aumentando así, los sentimientos de dolor y vergüenza que ya experimenta. Es una reacción natural, ellos también se sentirán decepcionados por este evento y su dolor se expresa a través de un rechazo. No podrán estar en condiciones psicológicas saludables para ayudar a su hija hasta que procesen su realidad y el dolor que el embarazó les causa. Los padres con hijas, deben esmerarse y esforzarse para evitar estos cuadros, no deben olvidar que el proceso educativo fundamental es en los primeros años de vida, es en ese momento el de sembrar las semillas que diez años después estarán dando frutos y si habiéndonos esforzado por algún motivo las cosas no salen bien, debemos tomar conciencia de ese riesgo y afrontarlo con el mismo amor que cuando sembraban.

En estos casos, deben asumir una actitud de perdón, no de condenación. En estos casos la hija necesita amor, comprensión y perdón en lugar de sólo crítica y condenación. Recuerden que el quedar embarazada sin desearlo puede ser el trauma más difícil que una adolescente experimente en su vida. Ahora, necesita la comprensión y consuelo de sus padres. Ella necesita ser escuchada, no interrogada

Por lo general los padres reaccionan con un interrogatorio de manera alterada. Esta actitud, provoca que la hija asuma una posición defensiva y se inicie un argumento donde no se quiere escuchar, donde cada uno quiere exponer o defender su postura. Este tipo de comunicación, no promueve el entendimiento sino aumenta el desacuerdo.

Es necesario adoptar una actitud donde se evite el interrogatorio y más bien halla silencio. Esto demostrará a su hija que tienen interés en escucharla. Si los padres controlan esta etapa, entonces la hija, espontáneamente y cuando esté lista, les dirá los detalles del incidente. Es importante que ella hable sobre su experiencia, pero no la forcé. Necesitará tiempo para hablar sobre experiencias dolorosas y recientes. Ella necesita amor, no rechazo

Un padre decía: "Usted no esperará que yo abrace y bese a mi hija después de la inmoralidad que ha cometido". Esta es una actitud equivocada. Los padres deben recordar que su tarea no terminó porque se sienten avergonzados por la falta que su hija cometió. Por el contrario, en ese momento deben demostrarse sus habilidades y su amor de padres.

Ella necesita orientación, no presión sobre su futuro. Algunos padres reaccionan exigiendo a su hija que se case con quien la embarazó. Esta es una solución muy rápida y simple para un problema muy complejo. La verdad es que las investigaciones demuestran que la mayoría de las parejas jóvenes que fueron obligadas a casarse debido al embarazo viven una vida conyugal muy conflictiva y muchas terminan separándose.

Es importante recordar que un error no se soluciona con otro error. Un embarazo no deseado no se soluciona con un matrimonio prematuro.

Este es el momento en el que los padres deben tomar una actitud objetiva, poniendo a un lado sus propios sentimientos de vergüenza y desilusión. Ahora deben hacerse planes para enfrentar el futuro. Su hija tiene la opción de casarse a la fuerza, sabiendo que esta relación probablemente no perdurará o quedarse soltera y asumir la responsabilidad de ser una madre soltera. Estas son decisiones difíciles, donde se ponen a prueba la sabiduría y el amor paternal. No decida por su hija, pero sí acompáñela, aconséjela, en este período de decisiones importantes.

Es importante que la iglesia y las familias cristianas no asuman posiciones extremas. Muchas veces, los psicólogos son demasiado condescendientes con respecto al pecado; la iglesia, a su vez, suele tomar una posición demasiado rígida y castigadora. No es saludable darle un tratamiento muy superficial, sino abordar el hecho tratando de entender todo el contexto. Recuerde que perdonar no significa aceptar el pecado, sino asumir responsabilidad y olvidar.

El que una hija llegue a su casa diciendo que está embarazada es un problema complejo. La vida de la adolescente, de su criatura en gestación, de su familia, de sus amistades, es afectada frente a este evento. Ella se sentirá avergonzada y este sentimiento le durará años. Se sentirá diferente a sus amigas y algunas veces querrá ignorar su pasado. Todos estos sentimientos no son los que debería experimentar una futura madre. Este es un mal comienzo, es algo que usted puede evitar: aproveche la oportunidad para restaurarla y discipularla en el amor de Cristo.

La respuesta que den los padres cuando su hija les diga que está embarazada es clave. Los sentimientos de dolor en la joven serán menores si sus padres le responden considerando más a ella y a su dolor, en vez de sólo considerar su falta y el qué dirán. Después de todo, "el que no haya pecado que arroje la primera piedra".

Es un pecado tener relaciones sexuales fuera del matrimonio y es tanto un pecado para el hombre como para la mujer. Pero una relación íntima no bíblica es una cosa mucho más fácil para esconderse de los ojos críticos que un embarazo y por desgracia, cada día es más común en la comunidad cristiana. Es crucial para mantener una perspectiva del reino. El pecado se hace y nada esta oculto en la faz de la tierra.

La hija embarazada también es preciosa para Dios. El papel de los padres es enseñar y guiar a sus hijos a vivir una vida santa en lo que se enfrentan. Esta es una gran oportunidad para hacer precisamente eso. La joven puede tener miedo, vergüenza, pero es responsabilidad de sus padres ayudarla a empujar más allá de la emoción.

Si una familia abandona su hija por el embarazo adolescente, incluso emocionalmente, ella será mucho más propensa a tomar decisiones perjudiciales. Ella puede pensar que casarse con el padre del bebé es la única opción. Ella puede no saber cómo cuidar de su salud y la del bebé. Y por el contrario, la niña será capaz de tomar decisiones mucho más prudentes acerca de su futuro y el de su bebé si ella puede descansar en la aceptación de sus padres y guía amorosa.

Los padres inteligentes ayudan a su hija a caminar a través de las opciones de mantener al niño o la adopción. También puede ser beneficioso para involucrar al padre y su familia; él tiene que tomar tanto la propiedad como la madre. Después de mucha oración, los padres deben tener claro el nivel de apoyo que pueden dar en la crianza del niño.

Nuestro Dios es un Dios de gran alcance que puede traer alegría y bendición incluso fuera de nuestro pecado. Puede haber momentos muy difíciles por delante para el adolescente embarazada y su familia, pero nuestro Dios es el Dios que redime.


“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva” (Isaías 43:18..19) NVI

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