Es
inevitable no darse cuenta de los comentarios negativos que surgen en contra de
los creyentes que adentro de su iglesia son unos santos y afuera son otra cosa.
Pero,
¿Qué tienen que ver las iglesias en esto?... mucho… si, mucho.
Es
interesante el despojarnos de religiosidades y objetivamente ver a Jesús y su
comportamiento social ajustado a su tiempo vivencial según lo describen los
evangelios. Sus parábolas, todas fundamentadas en realidades y vivencias
humanas y llenas de las buenas nuevas que difundía, marcan un nuevo concepto de
vida. Pero en esas enseñanzas no vemos expresiones de conciencias mágicas, por
el contrario, todas ellas están marcadas por la vivencia humana.
Con
el correr de los lustros, la expansión del evangelio y los líderes que se
fueron forjando en las diferentes partes del mundo, muchas doctrinas de hombres
se fueron agregando en la practica cristiana y de repente creamos sofismas
hasta llegar a hacerlos punto de honor religioso y sumergirnos en disciplinas,
argumentaciones y expresiones que se han vuelto hasta en piedras de tropiezo al
caminar del cristiano. Ejemplo de ello las discusiones estériles alrededor del
vestuario, largo de pelo, si se practica deportes, etc.
Esta
situación y la vertiginosa velocidad de los cambios tecnológicos, en las formas
de comunicarnos y otros acaecidos en nuestras sociedades en el mundo actual,
que no tiene parangón con ningún otro momento del cristianismo, nos enfrenta a
un al dilema de encontrar nuevas formas adecuadas de vivencia cristiana.
Cuando
se tocan puntos como estos o cuando hablamos de adecuarnos, tal como lo hizo
Jesús, a la época y damos un giro a nuestras iglesias, inmediatamente surgen
como en tiempos de Jesús lo hacían los fariseos, surgen aquellos que dicen que
se está predicando un evangelio diferente o se están llevando a cabo prácticas
que no encajan con el sistema eclesial actual o que no siguen el patrón
litúrgico establecido o incluso que es una teología es liberal.
Yo
creería que no es un evangelio diferente ni mucho menos otro evangelio sino más
bien uno con menos discurso y con más práctica.
Meditando
un poco en ese tipo de comentarios, creo que el Espíritu Santo me ha guiado a
este versículo de la Biblia que está en Mateo 25:40 “El Rey les responderá:
“Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más
pequeño, lo hicieron por mí”.” NVI. Porque esta es la declaración de un rey
juzgando a las personas por las cosas que hicieron o no hicieron cuando
tuvieron la oportunidad.
El
cristianismo en estos tiempos ha sido tan desvalorizado, que ahora sólo se
identifica a un cristiano por sus saludos, por su jerga de “siervo”, “varón”,
“hermano” “amen” o por visitar a la iglesia cada domingo, pero no por su forma
de comportarse en la calle, en el transporte colectivo o en su vecindario.
Da
grima, coraje y tristeza, el ver a esos seudocristianos de Facebook, que publican
tanta tontería y dan o marcan me gusta “like” hasta a anuncios indecorosos. Y
lo que mas grima me da, es oír después al predicador sea Pastor o no, condenar
a Facebook, y esto no significa defienda esa red social, en vez de plantearse: ¿Por
qué estos cristianos se expresan así? ¿Qué hacemos las iglesias para educar a
nuestra feligresía para su participación genuina de cristiano en la práctica
social? ¿Los motivamos y guiamos a ellos de una forma genuina?
Y
es que creo que como seguidores de Jesús debemos vivir un evangelio más
práctico que teórico, seguir a Jesús como la Biblia lo describe, nos lleva y
nos sugiere un cristianismo vivencial, intencional e integral y no sólo un
discurso trillado de púlpito repetitivo.
Tratemos
de entrar en esto reflexionan en estos tres hechos de lo que es “seguir a Jesús”:
1. En
primer lugar, seguir a Jesús nos lleva a vivir en simplicidad.
Vivir
en simplicidad tiene que ver con un estilo de vida cristiana simple. Usualmente
los cristianos somos muy tentados a complicar lo simple y cuando esto pasa
tomamos el principio Bíblico de ayudar al necesitado como cuestión de un
programa, de un proyecto o de un evento.
No
sé en qué momento de la vida de la iglesia este principio de ayudar al
necesitado dejó de ser una función para todo cristiano y se convirtió en
una actividad que desarrolla una comisión o un departamento (algunos llaman
ministerios) de la iglesia.
Ser
cristiano tiene que pasar de un título a una característica.
Los
versículos 35 y 36 siempre de Mateo 25 dicen: "Porque tuve hambre, y
ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me
dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me
atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron”. NVI
Como
leemos, ellos detallan una serie de cosas que podemos realizar en simplicidad,
como por ejemplo: alimentar a quien tiene hambre; dar un vaso de agua a quien
tiene sed, dar alojamiento a alguien que está literalmente lejos de su casa y
no tiene donde dormir una o más noches, regalar ropa en buen estado a aquel que
no tiene, visitar a quien está enfermo o está preso en la cárcel.
Estas
son las cosas que menciona el Rey que nos va a juzgar en aquel día y una buena
pregunta sería: ¿Lo estamos haciendo?
No
quiero decir que estas cosas hechas por un departamento, ministerio o comisión
de hermanos de la iglesia sean malas, o sea pecado, no para nada, pero creo que
han llegado a tener un fuerte impacto negativo en la vida de los cristianos
robándonos la oportunidad de ejercer nuestra función personal, única e
intransferible, de nuestra obligación como cristianos y permite que muchos se
escuden en decir es problema de la iglesia, negando toda iniciativa dentro de
nosotros con el mover del Espíritu Santo.
Vivir
en simplicidad es entender el principio de que Dios nos da lo justo y necesario
para cada uno para vivir, que el atesoramiento egoísta de las cosas materiales
del mundo no es de Dios, Dios nos da en abundancia para que compartamos,
bendigamos y produzcamos. Pero para muestra basta un botón y sencillo botón:
basta a veces preguntar a una hermana cuantos pares de zapatos tiene y algunas
cuando he preguntado me han dicho hasta dos o mas docenas. Pero y ¿Cuántos pies
tienen? O pregunté a un hermano cuantas camisas tiene en su closet y me dijo habrán
quizás mas de treinta… y ¿Cuántos cuerpos tiene?
CONTINUA SIGUIENTE SEMANA
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