2
Corintios 1:3...4 NVI "Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela
en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios
hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren."
¿Cómo
abordar el tema de la muerte en tiempo de pandemia?
Experimentar
el dolor de la pérdida de un ser querido puede ser especialmente difícil ahora,
máxime cuando las normas tradicionales han sido anuladas ante el contagio de la
enfermedad
El
duelo es un viaje doloroso, estresante y difícil aún en tiempos mejores. Pero
el duelo por la pérdida de un ser querido puede ser especialmente difícil
durante la pandemia del Covid-19; aprovechó para señalar que las personas están
sufriendo de miedo durante la pandemia y “el miedo puede matar”.
La
pandemia crea tensión adicional para los afligidos, vivimos en tiempos muy
inciertos y estamos rodeados de miedo, ansiedad y enfermedad. Pero esta
pandemia será especialmente estresante si ya se está sufriendo la pérdida de un
ser querido. Algunas de las razones del aumento del estrés pueden incluir:
·
No recibir apoyo de amigos y familiares, lo que
podría conducir a una mayor sensación de aislamiento y soledad.
·
Pasar más tiempo desocupado puede conducir a
más tiempo para “pensar fatalidades” y una capacidad reducida para usar
pasatiempos e intereses como distracciones útiles.
·
Las cantidades de muertes diarias generan
incertidumbre social, sanitaria y ocupacional, reduciendo la estabilidad
mientras se vive el duelo, lo que puede crear dificultades para planificar el
futuro.
·
Recordatorios más frecuentes sobre la
enfermedad y la muerte, incluido el temor de experimentar más pérdidas.
Las
personas en duelo se ven sometidas a una grave presión en el contexto de la
pandemia. Debe o debe recomendársele un plan de acción de autocuido claro para
ayudar a gestionar los desafíos adicionales causados por Covid-19, necesita
autocuidarse, tomar todas las precauciones necesarias; las manos, mascarillas,
limpieza de cuerpo, la ropa, desinfectarse, tener consciencia de eso, porque un
doliente tiene a descuidarse y cae en etapas de negación.
No
reconocer el estrés adicional asociado con la pandemia aumenta el riesgo de
culparse por algo que está fuera de su control.
Permanecer
conectado con los demás es muy importante si se está en duelo Y socialmente
aislado. A menudo no tenemos ganas de hablar con otros después de perder a un
ser querido. Si falta esta motivación, es prudente hacer horarios para llamadas
telefónicas y videollamadas; organizar estas conversaciones como citas que
deben mantenerse.
Alternar
entre las actividades de “pérdida y restauración”. Esta idea proviene del
enfoque de doble proceso de duelo; el doliente se mueve entre actividades
relacionadas con la pérdida (por ejemplo, mirar fotos del difunto, llorar,
hablar de la persona) y ejercicios restauradores (por ejemplo, hacer planes
para el futuro, pasar tiempo en pasatiempos).
Considerar
minimizar el tiempo que se pasa viendo las noticias. Es sensato estar al tanto
de los anuncios importantes del gobierno y de los funcionarios de salud. Aparte
de eso, es mejor no ver las noticias si esto aumenta los niveles de estrés.
Todo
el mundo está pasando por circunstancias difíciles y estresantes. La pandemia
será especialmente difícil para los que viven un duelo. Tener un plan claro
para afrontar esto es esencial y algunas de las estrategias sugeridas
anteriormente pueden formar parte de ese plan.
¿Y
si salimos infectados en una prueba? ¿Qué hacemos? La muerte por covid-19 ¿Cómo la enfrento?
Salmo
23:4 NVI "Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque
tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta"
Si
a pesar de los cuidados contrae el virus, solo queda saber administrar ese
contagio. Es importante hablarlo con la familia y no buscar culpables en caso
del fallecimiento de uno de los miembros del núcleo familiar.
“Decirle
al cónyuge o familiar más cercano que si muero, quiero que tú y mis hijas esto
lo vean como un ser de luz que pasó a otra vida. Una persona que pagó un precio
para que otro también viva”; enfrentar la realidad y es recomendable hablar con
la familia sobre el proceso, que “no habrá velación” y el cuerpo se “lo van a
llevar de un solo de la morgue” y luego al cementerio… parece duro, pero… “Hay
que hablarlo, hay que llorarlo, por favor; sí, llorémoslo. Tenemos que llorar
cualquier pérdida, aquí no se vale ser fuerte, acuérdese que el cuerpo llora
cuando los ojos no lo hacen”.
Hay
que ser sinceros con los niños en caso que haya una pérdida en la familia y
dialogar mucho con el grupo familiar. Se sugiere tener los documentos y los
bienes arreglados; hablar sobre las cuentas bancarias y los ingresos para dejar
todo claro.
Se
recomienda disfrutar el momento presente, reír en familia, hacer la paz y no
adelantarse al futuro, tener fe y esperanza porque miles se han curado.
Ezequiel
18:32 "Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor;
convertíos, pues, y viviréis."
Se
debe entender esta pandemia como un fenómeno de la naturaleza, donde no hay
ningún castigo de Dios, ni culpables, en la cual muchos están perdiendo a
familiares o amigos, por lo tanto, aconsejo hablar con las personas por redes
sociales, saludarlas, acompañarlas y apoyarlas. Además, hay que mantener la
esperanza y el optimismo, y no empezar a vivir un duelo que todavía no se
tiene.
Salmos 23 RV “Jehová Es Mi Pastor”
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los
días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
S.A.G.
15 JUL 2020
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