Agradecidos En El Infortunio Por Saúl Guevara.

 

Seguimos viviendo días de pandemia y la muerte sigue aguijoneando familias, las exequias mortuorias en muchas ocasiones se hacen en la soledad de los enterradores, sin la familia, sin amigos… ahí solos ellos. Es fácil sentir gratitud cuando todo nos sale bien, pero…

 Dios en su palabra nos dice: 1 Tesalonicenses 5.18: “Den gracias a Dios en toda situación”. Eso significa en lo bueno y en lo malo. Pero cuando no comprendemos por qué Dios ha permitido las pruebas y las dificultades, podemos caer en el error de permitir que la situación que vivimos apague nuestro agradecimiento poniendo nuestra atención en el dolor que sentimos y dudaremos de su Palabra. Sin embargo, cuando escogemos ser agradecidos en cualquier situación, sin importar cómo nos sentimos, recibimos muchos beneficios.

 Hay dos pasajes bíblicos que nos hablan específicamente sobre la gratitud en la vida del creyente:

 •           1 Tesalonicenses 5.18. “Dad gracias en todo, por- que esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

El Señor desea que tengamos un espíritu agradecido sin importar las circunstancias en las que estemos. Incluso en medio del dolor y la dificultad podemos agradecerle por la salvación que nos ha dado, por su presencia en nuestra vida y por la obra que realiza en cada uno de nosotros.

 •           Efesios 5.20. “Dando siempre gracias por todoal Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

Aunque se nos dice que debemos dar gracias por todo, eso no incluye aquello que es contrario a la naturaleza de Dios, o a sus mandamientos. Pero sí podemos agradecerle por lo que permite en nuestra vida y que está de acuerdo a su propósito.

 Él ha prometido usar todo lo que llega a la vida de los que le aman para nuestro bien, es decir, se refiere a los que han sido llamados de acuerdo a su propósito (Romanos 8.28). Puede que no siempre podamos reconocer que aquello que nos da es bueno, pero en todo momento hará lo que es mejor para cada uno de sus hijos. Y es por eso que debemos mantener una actitud de gratitud hacia el Señor.

 Pablo dice en Romanos que el evangelio es poder de Dios para salvación y así mismo esta es la fuente que nos provee del medio para crecer espiritualmente y vivir en santidad.

 La vida cristiana debe ser un continuo crecimiento y marcada por un continuo agradecimiento por lo que nos ha otorgado en Cristo. Olvidar esto nos vuelve egoístas, centrados en nosotros mismos y nos aleja de Cristo y su obra en la cruz, haciéndonos susceptibles de caer en el engaño de los falsos maestros. Es por eso por lo que Pablo ora para que los hermanos sean fortalecidos y den gracias por su salvación la cual: 

    Nos hace aptos para recibir una herencia

    Nos ha librado de la potestad de las tinieblas

    Nos ha trasladado al reino de su Hijo.

 Nadie puede negar que vivimos días inéditos, que el dolor a estado y seguirá estando presente entre muchas familias y debemos de recordar lo que Dios ha hecho por nosotros, si pensamos en Cristo y valoramos con sentido de gratitud su muerte, habrá en nuestros corazones hacia Dios un sentido de desear agradarle.

La gratitud nos ayuda a recordar lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo entender lo costoso de nuestra redención. Nos recuerda que no merecemos nada y que todo lo que tenemos es por su gracia y eso derriba todo orgullo, jactancia y auto justicia que pudiera estarse levantando en nuestra vida.

 Dirige nuestros sentimientos hacia los demás en vez de estar centrados en nosotros mismos, nos aleja de la autocompasión y nos da un verdadero propósito en nuestras vidas de servir, nos impulsa a dar de gracia lo que hemos recibido de gracia, el evangelio de salvación con sentido de urgencia al considerar nuestra previa condición de muerte espiritual y su salvación. Una vida de gratitud nos protege en contra de nosotros mismos y lo que hay a nuestro alrededor. Se trata de Él y no de nosotros. Así buscaremos crecer en conocimiento de Él y llevar fruto.

 Aún nosotros los cristianos hemos pasado y tendremos que pasar por situaciones difíciles. Jesús nos advirtió que íbamos a tener muchas dificultades en esta vida y como siempre... ¡tenía razón!

     "... En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Juan 16:33

 Pero por más desagradables que sean las pruebas siempre tendremos razones para dar gracias. Sin duda alguna hay un plan divino tras cada desierto por el cual Dios nos permite transitar, más sabemos que no estaremos solos, pues la presencia de Dios nos acompañará todo tiempo.

S.A.G. – 26 – JUN – 2021

 

 

 

 

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