Los Discapacitados En La Iglesia. Parte2 “La Lección De Nuestros Hermanos Discapacitados“

Sí, querido hermano, Dios ha invitado a todos los discapacitados físicos a su Iglesia para que los que estamos espiritualmente discapacitados aprendamos una lección, una enseñanza que podremos adquirir sólo con el diario compartir con estos hermanos.

Es mucho lo que podemos aprender de ellos. No sólo servirlos sino también aprender o copiar aquellas actitudes y formas de resolver los problemas que ellos tienen. El discapacitado no es sólo una persona que nos motiva al servicio o a la misericordia, sino también nos desafía a enfrentar de una manera distinta la vida. Son instrumentos de Dios para nuestro crecimiento espiritual.

Punteamos un esbozo de las riquezas espirituales que podemos encontrar en el trato con ellos:

1. Aceptación de su déficit. (1 Tesalonicenses 5:18) Ellos llegan a tener una aceptación tal de su déficit que lo incorporan a sus vidas casi como una cualidad, o sea una cualidad que les ayuda a ser mejores. El sordo dice tener una mejor percepción de su entorno y las personas, él, puede captar, desde su silencio, aquello que nosotros en nuestro mundo sonoro no distinguimos. Igualmente el ciego es un excelente psicólogo él, percibe las inflexiones de nuestra voz, esa área que no ocultamos, porque siempre estamos más preocupados de la imagen que mostramos, etc. Ahora reflexione: ¿Acepta usted todas las limitaciones que la vida le otorga? ¿Se conforma como Dios lo ha hecho o siempre esté descontento?

2. Perseverancia, espíritu de superación. (Filipenses 3:12..16) Un discapacitado jamás se "echa a morir" ante las dificultades; tiene unas ganas de seguir viviendo que todo lo enfrenta con valentía. Las escaleras para subir a los pisos, un ascensor, una barrera arquitectónica de nuestras modernas ciudades, no son obstáculo en el ánimo de quien va en silla de ruedas o tiene una parálisis cerebral. Ahora reflexione: ¿Se da usted por vencido al primer obstáculo? ¿Desea inmediatamente morir para estar con Dios y evitar tanta prueba y duro trato de Él?

3. Alegría de vivir. (Filipenses 4:4) La victoria sobre el fatalismo es la actitud de la mayoría de los deficitarios de este mundo y qué lección de buen humor nos dan a los neuróticos de nuestra sociedad. Descubrir que la vida puede vivirse con carencias y seguir sonriendo y estar felices de estudiar, trabajar y amar, es maravilloso, es un verdadero don de Dios. Ahora reflexione: ¿Está siempre alegre, aunque las cosas no salgan bien? ¿En su idioma la alabanza es más abundante que la queja?

4. Paciencia. (1 Corintios 13:4 ) Paciencia para aprender nuevamente a caminar, a vestirse, a encender el fuego y preparar alimentos en la cocina, sin votarlos; para aprender a leer y escribir de nuevo, con una destreza manual que no siempre te responde o tactando a ciegas unos puntitos diminutos en relieve; en fin paciencia para las tareas que implican, por simples que parezcan, un desafío enorme para los impedidos. Ahora reflexione: ¿Es paciente usted consigo mismo cuando no logra aprender rápidamente? ¿Deja a un lado pronto lo que no le resulta?

5. Espíritu de grupo o cuerpo. (Romanos 16:3..4) Unidad, solidaridad. Siempre el discapacitado busca al que es similar o parecido a él, al que sufre su misma condición. Ahora reflexione: ¿Solidariza usted con otros que tienen sus mismos problemas o prefiere guardar sus lágrimas y amargarse solo?

6. Esperanza de un mundo mejor y de justicia social para ellos. (Romanos 4:18) Ellos viven, contrariamente a muchos cristianos que desfallecemos pensando que jamás lograremos el objetivo y el domingo cantamos con mucha unción en la alabanza. Los discapacitados no dejan de luchar por su propósito social de lograr la plena inserción en la sociedad y se esmeran en esto. Ahora reflexione: ¿Cree usted que finalmente logrará sus ideales o es más bien desesperanzado y sólo cree que en el cielo obtendrá lo que busca?

Los sordos, los ciegos, los paralíticos, etc. son personas como todas, con cualidades y defectos, seres humanos que en un momento de sus vidas perdieron un órgano vital y han tenido que replantearse física, psicológica y espiritualmente para seguir viviendo.

La Iglesia Integradora

La Iglesia debe integrarlos plenamente pues también son herederos del sacerdocio universal de los cristianos. El Antiguo Pacto les prohibía ser sacerdotes (Levítico 21:16..24), pero hoy Cristo les ha redimido y pueden ejercer como pastores, maestros de escuela dominical, evangelistas, diáconos, etc., si no tienen sus facultades mentales perturbadas. Los hermanos deficientes mentales podrán integrarse en la alabanza y la oración, dependiendo de su coeficiente de inteligencia, leer textos breves. Por supuesto que hay límites propios de cada discapacidad, pero el espíritu debe ser siempre de apertura a su integración plena en la Iglesia. Como comunidad cristiana deberíamos dar el ejemplo a la sociedad en que vivimos, de la integración de los discapacitados.

Un hermano dueño de un negocio o pequeña empresa, por ejemplo, debiera estar más dispuesto a contratar hermanos con discapacidad. Las instituciones cristianas deberían tener funcionarios cristianos ciegos, sordos y/o en sillas de ruedas.

Guardo triste recuerdo de un pastor que rechazó un Nuevo Testamento en Braille, por desconfianza. No entendió este ministerio y lo importante que toda iglesia disponga de Biblia en Sistema Braille y en grabaciones para los hermanos ciegos. Por lo menos un himnario debiera estar en Braille; debiera haber traductores al lenguaje de señas de modo que cuando se escucha el sermón, las personas sordas lo estuviesen recibiendo. Las instituciones cristianas deberían favorecer el ambiente a los discapacitados mediante la eliminación de barreras arquitectónicas, aspecto que los arquitectos cristianos o quienes planifican la construcción de un edificio de la iglesia, debieran considerar.

Cómo Ayudar Al Que Es Diferente
A continuación sugerimos unas conductas para cuando se relacione con personas con discapacidad.

Si Va En Silla De Ruedas

- Pídale que le explique qué puede hacer.
- Ponga cuidado al ayudarle a bajar las aceras o veredas.
- No tome la silla de los brazos, puede romperla.
- Al hablar siéntese si es posible.


Si Tiene Parálisis Cerebral

- Sea amable, sonría.
- Recuerde que es inteligente y muy sensible.
- No le haga ir de prisa.
- Ajuste su paso a la persona.
- Si no entiende lo que dice, no dude en hacérselo repetir. Él sí le entiende.
- Tenga mucha paciencia.


Si Es Ciego

- Ofrézcale su ayuda si ve que vacila o bien si usted ve algún obstáculo.
- Dígale su nombre enseguida, identifíquese y no juegue a las adivinanzas con él. Esto es muy molesto.
- Ofrézcale su brazo, no lo tome de el suyo.
- Recuerde que siempre requiere orientaciones espaciales.

Si Es Sordo

- Colóquese delante de él con el rostro bien iluminado.
- Hable lento, con claridad, utilizando palabras sencillas y fáciles de leer en sus labios.
- Sea sencillo al utilizar gestos.
- En caso de dificultad, escriba lo que quiere decir.


Si Es Paciente Psiquiátrico

- Sea amigable y hable con él.
- Acepte la situación y muestre interés.
- Dese un tiempo para escuchar lo que dice.
- Trátele con respeto. Háblele lento y claramente.
- Inclúyalo en lo que usted está haciendo.


Si Tiene Discapacidad Mental

- No tenga miedo de él ni se burle. Respételo.
- No hable de su limitación delante de él o ella. Entiende más cosas de las que usted cree.
- Tenga paciencia, sus reacciones pueden ser lentas


No requerimos normativas ni un mandato eclesiástico para integrar a nuestros hermanos discapacitados. Tan sólo el amor derramado por el Espíritu Santo en nuestros corazones y la inteligencia que Él nos ha dado. Si la sociedad no se pone de acuerdo y aún no lo hace, demostremos los cristianos que nosotros sí podemos lograrlo y no por una orden o decreto gubernamental, sino porque el Amor de Cristo nos constriñe a servir y amar a nuestros hermanos.

Demostraremos que la Iglesia ha solucionado la problemática de la discapacidad pues ella está llamada a dar ejemplo a los no- creyentes de verdadero amor al prójimo.

Los cristianos podemos dar pautas a la sociedad de cómo tratar a sus miembros discapacitados, porque somos, como dice el Pedro, "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable".

Nuestras iglesias deben evolucionar a una visión mas integradora y muchas deben de comprometerse mas con la cruda realidad social de nuestros países... seria bueno que comenzáramos ya.

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