El Caminar No Es Fácil

Si usted busca el caminar fácil, en el cristianismo no le va a encontrar. Usted no puede pretender seguir solamente al Señor en medio de delicados pastos y aguas de reposo; para seguir al Señor también es necesario que pase por el valle de sombras de muerte.

Leamos la Palabra de Dios: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" Mateo 7:13.

El cristianismo no es para espectadores, la convicción del poder de Dios no es para cristianos tibios que miran la obra de Dios desde una silla de la iglesia; el desafío está la tarea que el Señor nos dejara, el desafío esta en el involucrarse en la obra de Dios y ser partícipe de ella, no venimos a la iglesia a ver al predicador o a los hermanos, a la iglesia debemos venir para participar de la obra de Cristo a ser protagonistas y no espectadores.

En la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) vemos un tercer siervo que bien representa a muchos que se dicen cristianos fieles, personas que ocupan las bancas de muchas iglesia; son aquellos que no desean ser molestados, son aquellos que no quieren compromisos con Cristo; este siervo pretende convencer que enterró el talento para que no se pierda, pero la verdad es que lo enterró para no asumir el compromiso, para no asumir la responsabilidad de usarlo, él solamente buscaba su protección personal, no del talento; los dos primeros siervos amaban a su amo.

Solamente déjate guiar por el Señor, Él te conducirá a tus metas, Él te guiará para que obtengas todas sus promesas superando aún tus máximas expectativas: "Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros" Efesios 3:20.

El querer hacer del hombre ha sido afectado por el pecado desde la caída de Adán, pero cuando llegamos al Señor, restablecemos nuestra relación con el Padre y debemos de prepararnos para ser obedientes; Dios se preocupa de educarnos en obediencia y en este contexto la enseñanza lleva tiempo y tiene disciplina, hay exhortaciones y hay reprimendas; en ocasiones Dios emplea muchas cosas que no nos agradan para así moldear nuestras vidas y cuántas veces no entendemos porqué el Señor permite enfermedades, sufrimientos o pruebas, "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia" Hebreos 5:8.

Somos cristianos cuando rendimos nuestra vida al señorío de Cristo, nuestro desafío diario es someter nuestra voluntad a la perfecta voluntad de Dios, nuestro desafío es dejar por completo al viejo hombre para asumir plenamente la vida del hombre nuevo (Colosenses 3:10); rendir nuestra voluntad, humillarnos y dejarnos guiar por Jesucristo es madurar espiritualmente y madurar espiritualmente.

Cuando somos espiritualmente maduros podremos mostrar al mundo que la semilla que Dios sembró en nosotros al momento en que le recibimos en nuestro corazón como nuestro Señor y Salvador, demostramos que esa semilla ha caído en buena tierra y con su ayuda, alimentada con oración y regada con lágrimas, esta semilla poderosa ha comenzado a dar sus frutos en nuestras vidas.

Para hallar la guía del Espíritu debemos depender constantemente y en todas nuestras cosas, de Dios; es en la Palabra de Dios donde hallamos la voluntad de Dios que debemos incorporar como parte activa de nuestra vida y como consecuencia de hacerla parte nuestra, la expresaremos mediante la acción en nuestra vida espiritual, surgirán entonces desde nuestro corazón los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22..23), y sepamos que dichos frutos no pueden ser imitados ni reemplazados (Mateo 7:16..20), aún cuando sea grande la hipocresía o maldad de la carne; cada árbol lleva su propia savia de acuerdo con su naturaleza Juan 15:1..5, nosotros tenemos la naturaleza de Dios y como consecuencia producimos el fruto de la nueva vida Romanos 6:21..22.

El hombre por si solo no puede mejorar o modificar su forma de amar, el hombre aprende a amar a través de los modelos de amor que nos muestran; los niños que crecen maltratados físicamente o moralmente al no permitirles conocer y acercarse al Señor, es muy probable, casi seguro, que van a maltratar a sus propios hijos cuando los tengan.

Solamente el Señor modifica estas conductas pues como cristianos y como buenos Hijos de Dios debemos cumplir los mandamientos bíblicos y así y solo así, toma vida el "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" Lucas 10:27.
Con el gozo el hombre tiene el mismo problema; el hombre no conoce el gozo verdadero, el mundo busca equivocadamente el gozo en donde Satanás se lo presenta, el mundo busca el gozo en el alcohol, en la droga, en el sexo desenfrenado; el hombre a cambiado el concepto de gozo por el de felicidad y esto porque la felicidad se obtiene rápidamente pero así también se aleja y no nos satisface; es como la droga, para volver a tenerla debes tomar otra dosis, si quieres vivir feliz en este concepto inspirado por Satanás debes vivir inmerso en un mundo de lujuria, droga y/o alcohol.

Al llegar a Cristo nuestro corazón se llena de gozo aunque los ojos se llenen de lágrimas; el gozo viene por entender que Cristo perdonó nuestros pecados y que hemos restablecido la relación con nuestro Padre Celestial; nuestras vidas deben comenzar a dar muestras del gozo que Dios nos ha dado; cuando crecemos, cuando maduramos espiritualmente hacemos de Dios el centro de nuestro gozo y en Él nos regocijamos aún en las pruebas mas duras o difíciles, "Regocijaos en el Señor siempre" Filipenses 4:4.

Cuando con el gozo del Señor cruzamos las luchas y obtenemos la victoria, nos viene la paz; y esta paz no es la paz que conoce el mundo, en el mundo hay paz cuando el mas fuerte aplasta al mas débil y le impone ciertas condiciones que el débil debe aceptar y además debe pagar el costo de esa paz. La paz de Dios, no es la paz del mundo.

Dios, busca al hombre en su debilidad, porque nos ama y nos ofrece la paz aún cuando nos rebelamos a su autoridad y no solo esto sino que es Él, quien paga el precio de esa paz; Dios ofreció el cordero santo, su Hijo Jesucristo en sacrificio por nuestra paz; nuestra paz solamente es posible a través de la muerte de Cristo en la cruz, "Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz" Colosenses 1:20.

Como hijos de Dios podemos día a día derramar nuestra vida al servicio del prójimo, podemos poner la otra mejilla y recibir con humildad el desahogo de la ira y la malicia ganando la paz con la humildad de nuestro salvador y no con la fuerza de triunfador; llevando el evangelio al mundo le estamos llevando la reconciliación con el Padre, le estamos llevando la paz de Cristo; sin embargo, no debemos esperar una vida sin problemas, no es esa la clase de paz que Dios nos promete, tendremos problemas, pero Él promete que en medio de las luchas y dificultados también podremos tener su paz, "Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16:33); tendremos la paz de Cristo cuando concentremos nuestra atención en Cristo y no en los problemas.

Debemos afinar nuestros oídos a la voz de Dios para cumplir su voluntad, pero también debes tener cuidado pues se puede hablar de Dios con argumentos bíblicos y aún estar haciendo cosas en oposición a Él; se puede invocar al Espíritu Santo de Dios y aún no disponer de su poder y de su unción; si quieres tener fe, si quieres incrementar tu fe, madura en Cristo, aprende a escuchar a Dios y a cumplir su voluntad. Recuerda que: “estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” por ello tan solo lucha, no te quedes sentado.

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