Afrontando Los Prejuicios

En mi vida de pastor y en mi vida seglar, he sido testigo de tantas injusticias y maltratos en personas, tan solo por el “yo creí” o el “es que yo pensé” que generalmente son excusas utilizadas después de haber dañado a una persona como resultado de haberla tratado de conocer desde la óptica de nuestros prejuicios.

Los prejuicios son aquellas ideas preconcebidas que tenemos de las personas sin antes conocerlas. Es nuestra forma de etiquetarlas a causa de nuestra educación recibida, de  nuestras experiencias pasadas o por lo que hemos oído de ellas; de esta manera distorsionamos y limitamos nuestra visión social. Existen también, los prejuicios generados por la información masiva, la opinión de un político, o una pseudo-noticia en un medio informativo, todo por la imposibilidad de comprobar la realidad de los hechos. Los humanos tenemos la tendencia a prejuzgar o sino tan solo recuerde cuantas veces ha sentido antipatía hacía alguna persona y después resultó ser encantadora o viceversa. Y es que no sólo prejuzgamos a las personas sino que también prejuzgamos a los grupos sociales, a los equipos deportivos, a nuestros compañeros de trabajo, prejuzgamos a los hermanos de la iglesia, etc.

Me pregunto ¿como enfrentarnos a los prejuicios?... Hagamos un intento de respuesta a la luz bíblica, los invito a leer Hechos 10:9..35; después de leerlo nos damos cuenta Pedro había cambiado su vida radicalmente desde la venida del Espíritu en Pentecostés. Sin embargo, limitaba la predicación del evangelio a los judíos. Pedro no era un judío estricto como lo era un fariseo o un saduceo. No obstante, tenía sus prejuicios. Si alguien preguntara a Pedro si tenía prejuicios, él probablemente lo negaría. ¿Ud. amigo lector cree ser prejuicioso? ¿Quién cree que no lo es? Es difícil admitirlo.

La palabra prejuicio, viene de dos palabras latinas prae y judicium que quieren decir: antes del juicio, o sea, tener una idea preconcebida. Esa idea puede ser favorable o pueda que no, pero generalmente se entiende como algo negativo.

En el pasaje leído notamos que Pedro tenía ideas preconcebidas que le impedían llevar el Evangelio a los que fuesen de otra raza. Pero... ¿Por qué elegiría Dios a Pedro para ir a la casa de Cornelio? Es probable que le escogiera Dios para aquella misión porque Pedro, una persona naturalmente impulsiva, estaba siempre lista a hacer cosas nuevas. La mayoría se resiste a los cambios y si estamos relativamente cómodos no queremos cambiar, aunque el cambio pueda ser de beneficio para nosotros.
Hábitos y creencias son muy difíciles de cambiar. Lo fue para Pedro y lo es para nosotros. Pero reflexionemos tres puntos:

a- Dios sabe cómo enseñarnos cosas nuevas
La manera que Dios habló a Pedro fue distinta, porque Dios con frecuencia se revela según nuestra particularidad humana. Si Dios hubiera dicho a Pedro de manera directa: "Pedro, vete hablar a Cornelio". Pedro probablemente habría negado porque jamás había entrado en casa de un gentil. Dios se encontró con Pedro en la azotea de la casa de Simón, mientras oraba. Casi era la hora de comer y Pedro tenía hambre. Dios sabía cómo atraer su atención usando alimentos, pero no lo hizo con algo apetitoso. Dios le muestra un gran lienzo que bajaba del cielo. En él había toda clase de animales, reptiles y pájaros. Una voz le dijo: "Levántate, Pedro, mata y come".  Pedro responde: "Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás" (vs. 13-14)

El apóstol seguía la dieta judaica prescrita en Levítico 11, que distingue animales limpios y los inmundos. Por eso se rehusaba obedecer aquella visión. Dios no le dijo: "Muy bien, te enviaré algo distinto para que comas". Dios le dijo: "Lo que yo he limpiado no lo llames tu común". (v. 15) Pedro estaba perplejo con la visión, pero no conocía su significado. Dios le repite lo mismo otras dos veces. Hay situaciones en que Dios tiene que repetir sus instrucciones a nosotros varias veces hasta que la captamos y finalmente exclamamos: "Ahora sí, lo entiendo". Lamentablemente, algunos fingen entender cuando en la realidad no lo entienden. A veces no podemos reconocer los prejuicios que tenemos. Los vemos con facilidad en personas alrededor de nosotros. Por eso Dios tiene que confrontarnos con lo que pasa en nuestro pensamiento. Dios nos hace ver las fallas y a veces eso no es fácil y tardamos mucho en admitirlas.

b- ¿Cómo debería reaccionar Pedro ante aquella visión?
Pedro meditó en el significado de la visión y qué debería hacer. Mientras tanto, tres personas vinieron por él desde Jope, cuya distancia era de 45 kilómetros. Le explicaron que Cornelio, un centurión gentil, quería que fuera a su casa para platicar con él.

Esta situación, pone a Pedro en un dilema:
·        La ley prohibía a un judío asociarse con gentiles (no judíos).
·        La ley prohibía a un judío entrar en la casa de un gentil o tocar sus posesiones.
·        Estaban prohibidos aceptar hospitalidad de los gentiles.

Dios estaba intentando comunicar a Pedro a que dejara sus ideas preconcebidas que le estaban limitando en la propagación del evangelio.

En el lugar de Pedro, tu ¿qué harías? Le dirías: "No me permiten que yo vaya. Mi iglesia me lo prohíbe". Le dirías, "No puedo ir; soy creyente". Creo que somos muy buenos para hacer excusas o dar disculpas. Estudiamos mucho la Palabra de Dios pero la aplicamos muy poco.

¿Que muros de división has construido entre ti y otros, por las ideas preconcebidas que has adquirido con el pasar de los años? Veamos algunos posibles prejuicios:

·        Raciales – Problemas con personas de color negra, amarilla o indígena.
·        Religioso - Personas con creencias distintas a la nuestra o solo por ser de otra congregación.
·        Económico - Personas que tienen menos o más posesiones que nosotros
·        Político - Personas con ideología política distinta a la nuestra
·        Moral -  Personas que no valoran las mismas cosas
·        Denominacional - Gentes que difieren en la doctrina

c- La decisión de Pedro
En aquel momento, Pedro no sabía que tenía otra misión aparte de predicar a los judíos.

Igual tu, quizás no te has enterado que tienes otras misiones. ¿Qué te comunica esa narrativa (Hechos 11) acerca de tu fe en Cristo?

Pedro aceptó el mensaje como si viniera de Dios. Quizás Pedro tuviese muchos defectos pero tenía un espíritu humilde. Las personas que tienen el espíritu humilde son las que aprenden. El orgulloso y la arrogante jamás aprenden nada.

El apóstol tomó con él a seis otros judíos conversos al cristianismo y se fue a Jope. En el camino sus pensamientos cambiaron. Sobretodo al ver como Cornelio era receptivo al evangelio y la buena actitud de los que estaban reunidos escuchando el mensaje de Pedro. Las seis personas que le acompañaron se quedaron "atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo" (v. 45). Los muros de separación raciales se desmoronaron. Desde entonces todos somos importantes a Dios.

¿Qué nuevas amistades te ha dado Dios recientemente? ¿Las has aceptado como a alguien enviado por Dios o las has rechazado por ser diferentes a los demás amigos? A veces no somos bendecidos por Dios porque nos deshacemos de las personas con mucha rapidez. Piensa en tus principios o creencias que limitan tu habilidad de acercarte a ciertas personas. ¿Dónde se han originado y cómo es que te limitan? ¿Qué puedes hacer para ampliar tu círculo de amistades con personas diferentes? ¿Cómo sería posible conocer a esas personas?

Pedro se encontraba en territorio no familiar al pararse en frente a Cornelio y los que se reunían en su casa, pero predicó un mensaje guiado por el Espíritu Santo. "Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto".


En conclusión, si somos receptivos a la guía de Dios, aprovecharemos las circunstancias diarias para confrontar nuestros prejuicios. También servirán para ayudarnos a destruir los muros de división que hacen que rechacemos personas que son diferentes de nosotros. Si nos movemos más allá de nuestros limites del prejuicio, podremos hacer nuevas amistades o rectificar con las actuales. ¿Qué crees que el Señor pide que hagas esta semana, para enfrentarte a tus prejuicios y ampliar tu círculo de amistades?

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