El Entorno Social Actual Y La Mujer Cristiana

Tito 2:3..15 ayuda a explicar la responsabilidad de las mujeres cristianas en la sociedad actual. Las mujeres cristianas mayores deben enseñar a las mujeres cristianas más jóvenes en los caminos del Señor. Las mujeres de Cristo tienen el papel de ser compañeras de sus maridos, sus hijos y ser una ayuda a las necesidades de Jehová.

Las mujeres como cristianas sujetas a Cristo, deben recordar que están siendo observadas por el mundo exterior. La mujer cristiana ofrece y tiene algo que el mundo quiere y no sabe cómo lograrlo. Es esa convicción sincera, la forma de vida y su exclusividad como hijas de Dios. Todo logrado por seguir las enseñanzas de Cristo. Incluso cuando la vida les lanza una bola curva la mujer cristiana es capaz de saber que no esta sola y que puede descansar en los brazos de Jesús. Mujeres y hombres, debemos seguir adelante en nuestra vida para lograr lo que tenemos que lograr. Lucas 18:27 "Y él les dijo: Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios"

Las mujeres de hoy, tienen que ser muchas cosas para muchas personas. Son hijas, esposas, madres, mujeres profesionales, hermanas, abuelas. La lista sigue y han tenido que convertirse en madres, tratando de hacer malabares en los hogares y sus obligaciones con las familias. A su ves un gran numero ha tenido que convertirse en entrenadoras, cocineras, psicólogas, enfermeras, organizadoras, profesoras, etc. Esto, en la vida de la mujer, puede ser abrumador.

Hoy en día se requiere un sueldo de dos personas para fin de mes. Esto significa que la mujer ha tenido que empezar a salir al trabajo. Esto viene a provocar un conflicto entre formar una familia y pagar las cuentas. Luego las familias no tienen la opción de quedarse en casa. Pueden olvidar que están llamadas por el Señor, a alimentar y criar los hijos y el cuidado de los asuntos de la casa. (Proverbios 31). Es una gran responsabilidad de enseñar y formar a sus hijos a vivir vidas santas.

Las mujeres de Cristo, muchas veces les es necesario trabajar fuera de la casa, pero no pueden ignorar su llamado divino. No me malinterpreten, no estoy diciendo que usted no es nada si no es una esposa o una madre. Yo digo que no hay vergüenza de ser esposa y madre. Cuando una mujer se siente cómoda en su propio rol, entonces se convierten en un gran ejemplo a seguir.

Es importante recordar que a lo largo de la historia a las mujeres, en la Biblia hay muchas mujeres que trabajan fuera del hogar. Hubo mujeres que ocupaban cargos directivos nacionales. Miriam fue la hermana de Moisés y de un líder. (Éxodo 15:20..21). Deborah también fue juez de Israel y una esposa. (Jueces 4-5:4). Hubo profetisa que ayudó a Israel al arrepentimiento nacional como Hulda. (2 Reyes 22:8..20). Ana era una profetisa en el Nuevo Testamento y se había casado. (Lucas 2:36..37). El punto aquí es las mujeres han sido utilizados por el Señor en toda la historia del antiguo Israel.

La mujer nunca debe olvidar que fue igualmente creada por Jehová Dios. Génesis 2:18 dice: "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él." El hombre y la mujer fueron ambos creados a la imagen del SEÑOR, ambos tienen el mismo potencial y ambos son para trabajar juntos por el mismo objetivo. No hay ninguna mención de superioridad.

Hombres cristianos genuinos y mujeres por igual crecen juntos para la gloria de Jehová Dios. Ambos son coherederos con Cristo y se esfuerzan por seguirlo en todo lo que hacen. Hombres cristianos verdaderos honran a sus esposas y las mujeres incluso mayores, como a madres y mujeres más jóvenes, como a hermanas en Cristo. Tanto hombres como mujeres cristianas tratan de desarrollar sus mentes y el corazón para buscar a la voluntad del Señor.

Tito 2:3..15 ayuda a explicar la responsabilidad de las mujeres cristianas en nuestra sociedad hoy en día. Mujeres de edad deben tener la actitud o deben comportarse como santo. No deben ser calumniadoras, siendo propensas a la calumnia. No se debe dar demasiado vino que significa que no deben beber demasiado. Las ancianas deben ser maestras de las cosas buenas.

La mujer cristiana mayor, enseña a las mujeres jóvenes a que sean prudentes. Esto significa enseñar a las mujeres jóvenes a ser moderado, discípulo y de honrar su deber. Las mujeres cristianas más jóvenes deben ser enseñadas a amar a sus maridos y amar a sus hijos. Han de ser discretas. Han de poner freno a sus deseos e impulsos y mantener su auto-control. La joven cristiana debe amar a sus hijos. Aun cuando parezca exagerado pero lo anterior hoy en día esto debe ser enseñado.

¿Cuántas veces hemos leído en el periódico de las mujeres que han matado a sus hijos? ¿Quién hubiera imaginado que las madres podían irse y abandonar a sus bebés y niños pequeños? Algo hay que hacer para volver a los fundamentos de la formación de nuestras jóvenes cristianas no sólo en terapia de pareja, sino también en la atención básica de niño. Eso sólo puede provenir de las mujeres cristianas de edad.

La mujer cristiana joven necesita aprender a ser discreta y practicar el dominio propio que se traduce en la restricción de los deseos e impulsos. Un gran ejemplo de la restricción de los deseos e impulsos sería evitar tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Esto es aceptado en nuestro tiempo y en nuestra sociedad, especialmente por los mundanos. Las y los jóvenes cristianos deben ser castos que implica volver a la pureza moral del respeto a sí mismo y tener esa relación especial con el Señor y para el Señor.

Otra responsabilidad de la mujer cristiana hoy en día es que necesitan que se les enseñe a ser mujer de casa. Esto es el cuidado de la casa, trabajar en casa y cuidar de los asuntos del hogar. Ha sido una hacer de las mujeres por siempre y aun cuando las mujeres tengan un trabajo fuera del hogar. No hay ningún versículo bíblico que prohíbe trabajar fuera del hogar. Hay numerosos ejemplos de mujeres que son capaces de mantener su obligación de hogar y la familia, y también trabajar fuera del hogar.

Está bien para una mujer trabajar, si puede cumplir con las responsabilidades del cuidado del hogar. Esto es posible hoy en día debido a los aparatos modernos, los niños van a las escuelas más jóvenes y sobre todo porque se espera que las mujeres trabajen fuera del hogar. Trabajar se convierte en malo cuando le hace a una mujer descuidar a su esposo, hijos, o la misión que el Señor ha puesto en ella.

La consideración del hombre para con su mujer a de practicarse, incorporándose este a muchas tareas del hogar demostrando así una fase del amor que todo lo puede.

Cuando una mujer cristiana puede trabajar fuera de casa y aún así proporcionar un ambiente de amor y cuidado de sus hijos y esposo, el Señor, entonces bendice ese trabajo fuera del hogar. Las mujeres que trabajan fuera del hogar no deben ser condenadas y tampoco deben las mujeres y sus maridos, como los hijos, ver el funcionamiento de la casa con desprecio.

Tito 2:5 continúa diciendo que una mujer cristiana tiene que ser buena. Esto significa tener un buen carácter, recta y honorable. Obedientes a sus maridos en todo lo considerado en a palabra de Dios,

La responsabilidad más grande para una mujer cristiana en la sociedad hoy en día, es simplemente el ser una mujer y ser ejemplo de mujer. Es una cuestión de lucha ante un sistema capitalista que explota a la mujer desde su figura hasta su alma. Las mujeres cristianas deben estar orgullosas de su suavidad y verdadera feminidad. No imitar a las mujeres mundanas bebiendo cerveza, fumadoras de cigarrillos, drogadictas, consumidoras empedernidas y mucho menos practicantes del sexo libre.


El Señor ha ordenado mujeres cristianas el privilegio y la responsabilidad de llevar a cabo uno de los propósitos más importantes y que es el poderoso papel de ser maestra, entrenadora y cuidadora de sus hijos, ellos son los futuros líderes, reyes y sacerdotes. Ellas son la que ayuda de su esposo e hijos para que puedan crecer y compartir el mismo destino con valentía la gracia de Dios. Ese Dios que nos demanda a renunciar a la impiedad, a los deseos mundanos. Dios nos a dado todo para que vivamos sobrios, justa y piadosamente, en este mundo presente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, que se entregó por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

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