Está Obligado A Ser Prudente

La prudencia es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: la cual es un juicio, pero ordenado a una acción concreta. La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. La prudencia en su forma operativa es un puntal para actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida.

La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que habitualmente toman decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva.

El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más trabajo nos cuesta es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia, la gran mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las personas o formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada información.

La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias a todos los niveles, personal y colectivo, según sea el caso. Es importante tomar en cuenta que todas nuestras acciones estén encaminadas a salvaguardar la integridad de los demás, como símbolo del respeto que debemos a todos los seres humanos.

El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente muchas veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.

La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro.
La prudencia es una virtud que nos obliga a la elección y al empleo recto y correcto de los medios adecuados para la consecución de nuestros fines. La prudencia nos enseña a examinar con discreción lo que es bueno para practicarlo y lo que es malo para evitarlo, lo que es verdadero y lo que es falso. “El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño” Proverbios 27:12

La prudencia nos pide discreción en el hablar, en el trabajo, en el vestido..., en cuantas cosas hacemos. La prudencia es el ojo y el piloto del alma, así como de todos los movimientos y acciones. El prudente es, pues, el que ve de lejos. El que no sabe callar, no sabe hablar.

¿Qué nos enseña la prudencia? Nos enseña a ser dóciles, a saber aconsejarnos de los más prudentes, a escuchar con paciencia y cuando es razonable lo que dicen contra nuestra mala conducta, aceptarlo sin enfado, antes bien con agradecimiento, por cuanto que se nos dice para nuestro bien... Además nos enseña a hacer las cosas con diligencia, a no dejar para después lo que puedes hacer ahora y a hacerlas a su debido tiempo. El hombre prudente, no hace nada sin haber examinado y previsto estas tres cosas: 1 - Si lo que desea hacer está permitido, 2 - Si es conveniente, 3- si es ventajoso. Jesús dijo: "...sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas" Mateo 10:16.

Algunas formas para alcanzarla:

  • Aprendiendo de la experiencia pasada: Si una persona no sabe reflexionar sobre lo que le ha sucedido a él y a los demás, no podrá aprender a vivir. De esta manera la historia se transforma en maestra de la vida.
  • Entender el estado presente de las cosas: El obrar prudente es el resultado de un "comprender" con total responsabilidad, el conocimiento.
  • Discernimiento al confrontar un hecho con el otro, una determinación con la otra. Descubrir en cada opción las desventajas y las ventajas que ofrecen para poder llegar a realizar una buena elección.
  • Asumir con humildad nuestras limitaciones, recurrir al consejo de todas aquellas personas que puedan aportarnos algo de luz.
  • Circunspección para confrontar las circunstancias. Esto sería que alguna acción mirada y tomada independientemente puede llegar a ser muy buena y conveniente, pero viéndola desde dentro de un plan de vida, de un proyecto de progreso personal, se vuelve mala o inoportuna
  • La experiencia es, sin lugar a dudas, un factor importante para actuar y tomar las mejores decisiones. Aprender o no es nuestra opción.

Mateo 7:24..25 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”

No hay comentarios:

Publicar un comentario