En El Momento Que Una Iglesia Se Convierte En Un Negocio Parte 1/3



Cuando una iglesia se preocupa más por la belleza de su santuario, por el tamaño de su edificio, por la comodidad de su estacionamiento, por ver y hacer acciones para obtener más dinero de la feligresía, etc. Entonces puede haber un enfoque más profundo en el negocio que en el cuerpo de Cristo. Esta práctica, generalmente conduce a una iglesia a convertirse más en una empresa económica mundana que en una iglesia.

¿Desde cuándo necesitamos ostentosos edificios u organización financiera mundana? estas son sólo algunas cosas para pensar y reflexionar en el espíritu. A veces hacemos tanto en el nombre de Cristo que no tiene nada que ver con Él en lo absoluto.

Pensar que una iglesia es un lugar o una tienda que “vende” a Jesucristo, es mucho peor de lo que la mayoría de los cristianos profesantes han imaginado. La corriente materialista que invade a la iglesia quiere hacernos ver la iglesia como un lugar, una inversión monetaria, un edificio, etc. y no como el pueblo llamado de Dios que realmente es. Esta corriente a influido en una mayoría de gente que asume que una iglesia necesita ser organizada y administrada por un profesional bancario, disfrazado de pastor. Ellos terminan con un negocio mundano disfrazado de una iglesia completamente equipada con una jerarquía de la cadena de mando militar mundana que ha creado al Pastor General, Pastor Ejecutivo, Pastor de Música, Pastor de jóvenes, Pastor de Mujeres, etc. Y en algunas iglesias para disfrazar la cuestión son Ancianos Gobernantes, Anciano de Alabanza, Anciano de Jóvenes, etc. Esto no se encuentra en ninguna parte de la Biblia.

Poco a poco se ha dejado de hacer énfasis en la enseñanza que dondequiera que vayamos, a nuestros trabajos, a la tienda, al mercado a dondequiera que Usted este siendo cristiano, allí está la iglesia y es así, porque nosotros como cristianos somos la iglesia.

El cristianismo es mucho más simple que la mayoría de los cristianos que profesan tratar de hacerlo parecer. Siempre he enseñado que los hombres hacemos difícil las enseñanzas de Cristo. 

El malentendido popular pero existente de la autoridad en la iglesia, que conlleva a abusos y hasta a actitudes tiránicas, es probablemente el mayor problema que conduce al sistema de la iglesia falsa.

El problema principal es con la gente que la Biblia llama "nicolaítas", aquellos de quienes los cristianos les permiten vencerlos y reprimirlos. (Del griego, la palabra "nico" significa "supresión o conquista de" y "laos" es donde se obtiene la palabra laico que significa gente). En Apocalipsis 2: 6 y 2:15, Jesús dijo que Él odia las prácticas y enseñanzas de los Nicolaítas.

¿Quiénes son los nicolaítas?

Los “nicolaítas” están mencionados en la Biblia solo en dos pasajes y ambos están en el libro de Apocalipsis, por lo que podemos inferir que nuestro Señor Jesucristo hablo de ellos, no mientras estuvo en la tierra con sus apóstoles, sino mediante la revelación hecha a Juan, precisamente en el libro de Apocalipsis.

Leamos estos pasajes:
·         Apocalipsis, 2:6 “Pero tienes a tu favor que aborreces las prácticas de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” NVI 
·         Apocalipsis, 2:15 “Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas” NVI   

El primer pasaje citado se encuentra dentro de la carta a la iglesia de Éfeso, mientras que el segundo se encuentra dentro de la carta a la iglesia de Pérgamo. Recordemos que en la primera parte del libro de Apocalipsis, nuestro Señor Jesucristo le pide a Juan que escriba a las siete iglesias que se encuentran en Asia:
1)        Éfeso
2)        Esmirna
3)        Pérgamo;
4)        Tiatira;
5)        Sardis
6)        Filadelfia
7)        Laodicea

Estas iglesias han sido iglesias tangibles, que han existido histórica y geográficamente en Asia (de hecho, el mismo Pablo menciona a la iglesia de Éfeso en su carta ‘Efesios’  y también menciona a Laodicea.

Por otro lado un buen número de estudiosos de la Biblia, han señalado que estas siete iglesias también representan siete etapas, estatus o instancias históricas de la iglesia en cuanto a la fe y a sus obras, algo así como una evolución, positiva o negativa de la iglesia a través de los siglos y también siete tipos o perfiles de creyentes.

Como quiera que sea, nuestro Señor Jesucristo, en el libro de Apocalipsis, le solicita a Juan que escriba una carta a cada una de las siete iglesias. Cada carta posee un mensaje para cada iglesia, constituido por una descripción de cosas que se han hecho bien, otras que se hecho mal (reproches) y una recomendación para obtener y preservar la salvación. Pareciera que el Señor Jesucristo, hace como una especie de diagnóstico de cada una de estas siete iglesias.

Como ya escribimos, el primer pasaje donde se menciona a los “nicolaítas”, se encuentra dentro de la carta a la iglesia de Éfeso, mientras que el segundo se encuentra dentro de la carta a la iglesia de Pérgamo.

La de Éfeso es la primera carta o la primera iglesia. Si suponemos que cada iglesia representa también una instancia histórico/evolutiva de la iglesia a través de los siglos en cuanto a la fe y a sus obras, en el caso de Éfeso, estamos hablando de la ‘iglesia primitiva’, la de los primeros tiempos luego de la muerte y resurrección del Señor Jesucristo, donde todavía la religión era una pasión y no habían aparecido aun los razonamiento teológicos.

A esta iglesia, el Señor Jesucristo le hace el siguiente reproche: Apocalipsis, 2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
 
Esta iglesia, como podemos ver, había abandonado la pureza original del mensaje de Dios. Pero también le reconoce este merito: Apocalipsis, 2:6 “Pero tienes a tu favor que aborreces las prácticas de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” NVI 

Del pasaje anterior, se discierne que Jesucristo, aborrece las obras de los nicolaítas. ¿Por qué las aborrece? ¿Qué hacían los nicolaítas?....

De igual forma, en la carta a la tercera iglesia (Pérgamo), nuestro Señor también le reconoce méritos y le hace reproches:

a.    Los méritos:
Apocalipsis, 2:13 “Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues fiel a mi nombre. No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días en que Antipas, mi testigo fiel, sufrió la muerte en esa ciudad donde vive Satanás

Jesucristo le reconoce valores a esta iglesia (retienes mi nombre, y no has negado mi fe, a pesar de que) Él sabe perfectamente que la iglesia está en el mundo: “Sé dónde vives: allí donde Satanás tiene su trono”. El trono de Satanás no está en el cielo ni en el infierno: está en el mundo. Juan, 14:30 “Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre m” NVI

b.    Los reproches:
Apocalipsis, 2:14...15 “No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balám, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales. Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas” NVI

En el último pasaje, vuelve a mencionar a los nicolaítas, esta vez como un reproche.  

Mientras que, a la primera iglesia, la de Éfeso, nuestro Señor Jesucristo le reconoce como merito aborrecer las obras de los nicolaítas, las que El también aborrece, a la tercera iglesia, la de Pérgamo, le reprocha tenerlos adentro “a los que sostienen la doctrina de los nicolaítas” NVI                                           

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