En estos dia en que los católicos han electo su jefe
superior, he leído y visto de mis hermanos evangélicos una cantidad
enormes de opiniones unas justas y verídicas y otras ofensivas, mentirosas y
venenosas; y también he visto ataques a hermanos evangélicos de diferentes
denominaciones tan solo porque no se expresan como ellos se expresan.
Preocupado solicite a Dios, Jehová único y verdadero, me diese discernimiento
sobre que escribir este domingo de ahí la razón de este estudio, el cual invito
a leer:
No tenemos
mucha información acerca de este hombre. Solo sabemos que echaba demonios en el
nombre de Jesús y que no iba con el grupo de los apóstoles. Notemos que en
ningún momento se pone en duda el hecho de que realmente echaba fuera los
demonios. No se trataba aquí de un falso exorcista como los hijos de Esceva que
Pablo encontró en Éfeso (Hechos 19:13…16). Por lo tanto, era alguien que estaba
siendo usado por el Señor para liberar a las personas del poder de Satanás. No
se hace mención de que estuviera enseñando alguna falsa doctrina o que viviera
en pecado. Por la referencia que el Señor hizo más tarde de él, podemos pensar
que con toda se trataba de un creyente, y no uno de esos exorcistas a los que
Jesús condenó (Mateo 7:22…23).
La
actitud de los discípulos deja claro que ellos se sentían orgullosos de contar
con el monopolio absoluto de Jesús. Cuando los apóstoles fueron enviados a
predicar, el Señor les dio poder y autoridad sobre los demonios (Marcos 6:7).
Esto los llevó a pensar que ellos tenían la exclusiva y que eran los únicos
colaboradores en la obra del Reino. Y cuando vieron a alguien que no era de su
grupo haciendo lo que ellos hacían, creyeron que era inapropiado y trataron de
impedírselo. No estaban dispuestos a reconocer a nadie que no perteneciera a su
propio grupo.
La
postura del Señor quedó clara: Él no admitía el espíritu sectario de los
discípulos. Moisés enfrentó un caso similar cuando un joven vino diciéndole que
Eldad y Medad estaban profetizando en el campamento en lugar de hacerlo junto a
los otros en el tabernáculo y Josué le dijo que los impidiera. Moisés
respondió: "¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese
profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos" (Números 11:25…29).
El
Señor dijo que aquel hombre estaba con Él en espíritu, ya que echaba fuera los
demonios en su nombre y que lógicamente, hablaría bien de Él. Está es la clave
para entender la respuesta de Jesús: el hombre estaba actuando de acuerdo con
lo que el nombre de Jesús significaba. Cuando Pablo escribió su primera carta a
los Corintios, estableció un principio similar para determinar quiénes actuaban
verdaderamente por el Espíritu Santo: "Por tanto, os hago saber que nadie
que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a
Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo" (1 Corintios 12:3). Según Pablo,
obrar por el Espíritu implicaba aceptar las implicaciones doctrinales y
prácticas que el nombre de Jesús tiene.
·
"Porque el que no es contra nosotros,
por nosotros es"
La
cuestión de fondo es con quién se asocia alguien en el servicio al Señor. Por
la forma en la que los discípulos se referían al que no iba con ellos, parecía
que más que hermano y colaborador, lo consideraban como un enemigo y opositor.
El Señor les enseña que debían considerarle como alguien "de los
nuestros", entre los cuales el Señor también se incluía.
El
Señor les dice que cualquiera que procure servirle, por insignificante que su
servicio parezca, no quedará sin recompensa. Esto ponía en evidencia que la
actitud de los discípulos hacia aquel que echaba los demonios en el nombre de
Cristo no había sido la correcta. Notemos también que para el Señor no hay
ningún servicio insignificante, que pase desapercibido o que quede sin
recompensa. La lógica de lo que el Señor estaba diciendo es que Él considera
que un vaso de agua dado a una persona porque es de Cristo, lo consideraría
como ofrecido a Él mismo. Todo esto nos recuerda que para el Señor nuestros
hermanos son muy importantes, igual que lo que hacemos por ellos.
(Estudio No. 835)
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