Así
como necesitamos la provisión diaria, necesitamos el perdón diario
y la protección diaria. Jesús nos enseñó a orar: "Danos hoy
nuestro pan de cada día", Él también nos enseñó a orar: "Y
perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del
mal "(Mateo 6:12..13).
Estas
peticiones son para las personas que con frecuencia están tentados a
pecar o pecan a menudo y a veces pedimos antes de caer en las
tentaciones, debemos pedir a Dios que nos mantenga a salvo de los
violentos asaltos de Satanás. El pedir no ser llevado en tentación,
no significa que nunca seremos tentados en absoluto, sino que cuando
nos sentimos tentados, Dios nos librará de los ataques mortales de
Satanás.
Pero
¿qué pasa con los momentos en los que pecamos y caemos en la deuda
espiritual? ¿Cómo debemos orar entonces?
Lo
primero que debe hacer cuando caemos en la deuda es averiguar cuánto
le debemos. Entonces, ¿qué deuda le debemos a Dios a causa de
nuestro pecado? Somos culpables de lo que hemos hecho y por lo que
hemos dejado de hacer, por los pecados de omisión y de comisión.
Nuestra deuda incluye pecados secretos, así como los públicos,
pecados deliberados, así como los pecados cometidos en la ignorancia
relativa. Y cuando se suman todos nuestros pecados, nos colocan en la
deuda eterna con Dios.
Sin
embargo, Jesús nos enseño a pedir a nuestro Padre Jehová que nos
ayude: "Padre nuestro", debemos orar, "Perdónanos
nuestras deudas". Con estas palabras estamos declarando nuestra
bancarrota moral, admitiendo abiertamente que le debemos a Dios más
que todo lo que tenemos.
A
continuación, le pedimos que nos perdone por completo. Y porque Él
es nuestro amoroso Padre, Dios hace lo que le pedimos. Cuando vamos a
Él abrumado con la deuda de todos nuestros pecados, Él no se sienta
con nosotros para elaborar un plan de pago, por el contrario, Él
otorga el perdón completo y gratuito de la deuda.
Alguien
se preguntara: ¿qué derechos legales tiene para perdonar? Cuando
Dios perdona nuestras deudas Él está bien dentro de sus derechos
legales, porque la Escritura dice que “Él llevó nuestros pecados
lejos, Él cancelo el registro de la deuda que estaba en contra de
nosotros clavándola en la cruz" (Colosenses 2:14).
Esta
imagen, corresponde a la forma en que las deudas fueron canceladas.
En el mundo antiguo, cuando un deudor finalmente pagaba todas sus
deudas, su acreedor clavaba un clavo a través del certificado de
deuda. De la misma manera, cuando Cristo murió en la cruz, Él, fue
clavado como factura de la deuda infinita de nuestro pecado. Ya no
hay ningún cargo pendiente contra nosotros.
Las
deudas que le pedimos a Dios que perdone cuando oramos como Jesús
nos enseñó a orar son las mismas deudas que estaban crucificadas
con Cristo en el Calvario. Cuando Cristo murió en la cruz, se
cancelaron todas nuestras deudas. La palabra griega para "cancelar"
(exaleipho), que Pablo usa en Colosenses 2, significa "borra"
o "para borrar." Esto significa que la montaña de deuda
que una vez le debimos a Dios a causa de nuestro pecado ha sido
completamente borrado.
Nuestra
negligencia y descuido hace que existan algunas cosas que debemos a
Dios, como la gratitud y una de esas cosas es el perdón. "Perdónanos
nuestras deudas," pero Jesús también e inmediatamente nos
enseñó: "como también nosotros perdonamos a nuestros
deudores" (Mateo 6:12 NVI). A partir de esta petición nos
enteramos de que no somos los únicos en la deuda. Tenemos deudores
propios, las personas que nos deben algo por lo que han hecho con
nosotros. Y estamos llamados a perdonar.
Esta
es una enseñanza difícil de cumplir y esta muy clara. La oración
por el perdón es la única petición en la oración del Señor que
viene con una condicionante vinculada. Si
no perdonamos, no seremos perdonados...
Sin embargo, nos resulta difícil perdonar.
¿Cómo,
entonces, podemos ser perdonados?
El
pedir nuestro propio perdón tiene prioridad sobre la de ofrecerlo a
los demás. Si tuviéramos que perdonar antes de que pudiéramos ser
perdonados, entonces el perdón se convertiría en una obra, algo que
teníamos que hacer para ser salvo. Sin embargo, la salvación viene
por gracia solamente.
No
podemos trabajar fuera de nuestras deudas, sólo podemos pedir que
sean canceladas. Pero ahora, después de haber sido perdonados, por
la gracia de Dios también somos capaces de perdonar. De hecho,
nuestra capacidad de perdonar es una de las señales más seguras de
hemos sido perdonados. Que estamos verdaderamente perdonados,
¡perdonados de verdad!. Quien no esta verdaderamente perdonado, no
tiene capacidad de perdonar a otros, necesita buscar mas de Dios.
Dar todo el perdón puede ser muy costoso y más
cuando es alguien que nos ha hecho mucho daño... a mas daño, más
difícil es perdonar. Sin embargo, el perdón también trae una gran
alegría, no sólo para el perdonado, sino que sobre todo para el que
perdona. El término griego para "el perdón" (aphiemi)
viene de una palabra que significa "dejar ir." El perdón
es una liberación, un dejar ir los sentimientos autodestructivos
como la ira, la amargura y la venganza.
El
pastor Richard Wurmbrand (*) se reunió una vez un hombre, uno de sus
torturadores, y le permitió (al torturador) experimentar la
liberación divina que viene a través del perdón. Wurmbrand estaba
en una prisión comunista en Rumania en aquel momento, acostado en
una celda de la prisión reservada para aquellos que estaban
muriendo, había sido golpeado tan gravemente que estaba a punto de
morir. A su izquierda estaba el mismo hombre que lo había golpeado,
un comunista que más tarde fue traicionado y torturado por sus
propios compañeros. Una noche, el comunista despertó en medio de
una pesadilla y gritó: "¡Por favor, pastor, diga una oración
por mí. He cometido tales crímenes, que no puedo morir!" El
pastor se levantó débilmente y se sentó a la cabecera de su
enemigo.
La
reseña cuenta que se vio al pastor Wurmbrand acariciar el pelo del
hombre que lo había torturado y hablar estas palabras sorprendentes:
"Yo te he perdonado con todo mi corazón y yo te amo. Si yo, que
soy un pecador sólo puedo amar y perdonar, más puede Jesús que es
el Hijo de Dios y es el amor encarnado. Recibe a Él. Él anhela para
ti mucho más de lo que puedes imaginar. Sólo se arrepiéntete...
"Allí, en la celda de la prisión, el comunista comenzó a
confesar todos sus asesinatos y torturas. Cuando terminó, los dos
hombres oraron juntos, abrazados y luego volvieron a sus camas, donde
cada uno murió esa misma noche.
El
pastor rumano había aprendido a perdonar. Había aprendido de Jesús,
quien primero le perdonó sus deudas y luego le enseñó a perdonar a
sus deudores.
Este
mismo Jesús es que nos perdona y nos libra, por su muerte en la cruz
Él ha cancelado nuestra deuda y destruyó el poder del diablo. Tan
solo cree y serás libre
(*)Richard
Wurmbrand fue un pastor evangélico luterano de origen judío que
nació en el 1909 en Rumania. Cuando los comunistas tomaron su tierra
nativa en 1945, él se hizo un líder de la iglesia en la
clandestinidad. En 1948, él y su esposa, Sabina, fueron arrestados.
Pasó 14 años prisionero en las cárceles comunistas, incluyendo 3
años incomunicado en una celda subterránea, sin poder ver el sol,
las estrellas, ni las flores. Sólo veía a sus guardias y
torturadores.
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