Muchas
personas hablan de emprendurismo, emprendedurismo y emprendeduría,
estas son traducciones inadecuadas de la palabra inglesa
entrepreneurship, por lo que se recomienda emplear emprendimiento,
que ya figura en el avance de la vigésima tercera edición del
Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española,
con los significados de “acción y efecto de emprender (acometer
una obra)” y “cualidad de emprendedor”.
El
emprendimiento,
es una alternativa diferente a la ya conocida, y que además, permite
más libertades a quien la ejerce. Pero ¿qué es el emprendimiento
empresarial?, se podría definir este como la iniciativa de un
individuo para desarrollar un proyecto de negocios o una idea en
particular que genere ingresos, es decir, crear una microempresa.
Significa tomar acciones humanas, creativas para construir algo de
valor a partir de prácticamente nada. Es la búsqueda insistente de
la oportunidad independientemente de los recursos disponibles o de la
carencia de éstos. Requiere una visión y la pasión y el compromiso
para guiar a otros en la persecución de dicha visión. También
requiere la disposición de tomar riesgos calculados.
El
espíritu empresarial es un acto creativo posible gracias al impulso
creativo que Dios nos dio. Además, se requiere de ciertos rasgos
personales que Dios desea que tengamos. Si esto es así, entonces eso
nos lleva a la siguiente pregunta lógica: ¿hay en la Biblia
ejemplos de emprendedores?
La
Escritura contiene varios casos de la iniciativa empresarial:
- Abrahán
Sabemos
por Génesis 13 que Abram era muy rico en ganado, oro y plata. En el
momento en que tenía que rescatar a Lot en Génesis 14, que tenía
más de 300 hombres entrenados, presumiblemente formados en el uso de
las armas.
Más
allá de su riqueza, Abram era un empresario. La evidencia de esto se
encuentra en Génesis 13, cuando Abram y Lot deciden separarse y Lot
decide ir a la mejor de las tierras. Esta era una zona favorable en
comparable con el Jardín del Edén. Es de suponer que Abram recibió
una zona menos atractiva, menos fértil, sin embargo, él continuó
prosperando. Mas Lot, fue poco a poco un perdedor, deteriorado debido
a su elección. Comenzó tan rico como su tío Abram, pero terminó
viviendo en una cueva (Génesis 19).
Después
de quedarse con menor cantidad y calidad de tierra, la riqueza de
Abram creció, al igual que su fe y caminar con el Señor. Por lo que
en Génesis 21 Abraham, Dios le había cambiado el nombre, estaba
haciendo tratos con los reyes y generales. Abraham tuvo una fe y la
visión dada por Dios del futuro y la perseverancia para salir de su
casa, obedecer y ver a través de la tarea; asi logro Abraham llegar
a ser un precursor bíblico de los actuales emprendedores.
- Salomón
Salomón
fue único entre los reyes judíos, que vio y se benefició de la
ventaja geográfica de su reino.
El
antiguo Israel se encuentra en dos grandes antiguas rutas
comerciales, el camino real y el Camino del Mar, además de varias
rutas menores. Salomón participa en el comercio, y parece ser el
único rey judío que supo aprovechar plenamente las ventajas
proporcionadas por estas vías (1 Reyes 5, 9).
La
Biblia nos dice Salomón era muy rico, pero tuvo que crear su
fortuna, ya que gran parte de ella no existía antes (I Reyes 3,
4:26). Salomón genera riqueza por lograr la paz en el reino, lo que
le permitió usar sus recursos para la producción, en lugar de
protección. Además, alentó el comercio y fue el único rey judío
con una flota de comercio (1 Reyes 9).
Por
el contrario, el hijo de Salomón, Roboam, tuvo la oportunidad de
consolidar la posición de Israel en el mundo. En su lugar, optó por
asesores pobres e hizo malas decisiones. Quiso mantener el reino en
dos soportes: a) la política fiscal y b) el trabajo forzoso (I Reyes
12). Un hombre emprendedor más sabio habría reducido estas cargas y
avanzado del reino a través de otros medios, como el comercio.
- Lidia de Tiatira
Lidia,
vendedora de telas de púrpura en Tiatira, es en gran medida una
figura desconocida y hay que tener cuidado de no leer más de lo que
sabemos en su historia.
Lo
que sí sabemos es que a las mujeres romanas se les permitió acceso
a la propiedad y hacer negocios. También sabemos que Tiatira era un
centro para negociar paños, especialmente púrpura. Por lo tanto,
Lidia era un empresario en su profesión y en su vida personal.
Aunque
sólo tenemos unos versos sobre Lidia en Hechos 16: 14..15, 40,
nosotros aprendemos varias cosas. Tenía una casa, ella pudo haber
sido una viuda y su familia probablemente incluía niños y puede
haber incluido siervos.
Tenía
una casa lo suficientemente grande como para acomodar a los invitados
y estaba dispuesto a tomar Pablo y Silas aun después de haber estado
en la cárcel. Además, su casa también parecía servir como centro
para la obra cristiana en la zona. Su hospitalidad, sin duda lleva a
un cierto riesgo con ella y la voluntad de asumir riesgos es una
característica empresarial.
- Otros a tener en cuenta
La
Biblia no es un libro acerca de los grandes empresarios del pasado,
por lo que la información que tenemos y sus evaluaciones en esta
área, es algo limitada. Podemos hacer algunas inferencias, sin
embargo.
Sabemos
que varios de los apóstoles Vivian del negocio de la pesca y la
recaudación de impuestos de Mateo era una empresa privada
independiente en aquellos días. Además, el apóstol Pablo hizo
tiendas, Lucas practicó la medicina.
Un
acto bíblico común fue la plantación de iglesias, tal como lo
practicaban Pablo, Bernabé, Timoteo, Silas y muchos otros. Esta era
y sigue siendo un acto empresarial, ya que tuvo la fe, la visión, la
perseverancia y la voluntad de mantenerse firme frente a la
oposición.
Se podría argumentar que estos hombres y mujeres
son excepcionales, ya que Dios estaba dirigiendo y bendiciendo
directamente. Sin embargo, el Señor está con todos los creyentes,
dirigiéndonos (Proverbios 3: 5..6) y bendiciéndonos (Efesios 1:3).
En lo personal, conozco a hombres y mujeres a los
que Dios ha tallado o esta tallando para ser grandes emprendedores,
los ha probado y esta probando llevándolos al desierto, para que
agudicen sus dones; de ellos unos saldan avantes y otros fracasaran.
Muchas veces vemos a emprendedores con muy buenas
ideas, pero que luego no son capaces de gestionarlas
porque no son capaces de conducir y articular las acciones de un
grupo humano
que forma parte de la empresa. No hay ninguna idea que no se lleve a
cabo por sí sola, siempre debe estar apoyado por un equipo que
confíe en él y en lo que está proponiendo para poderlo así llevar
a cabo.
No es
tarea fácil de emprender, tampoco se convierte uno en un emprendedor
de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere pasión,
dedicación, entusiasmo, tolerancia a la frustración, estudio,
aguante, mucha fortaleza y lo más importante de todo FE, creer en si
mismo y que hay un Dios que nos acompaña, en sus capacidades, en sus
sueños, jamás debe perder las esperanzas, en fin, ha de seguir
adelante con tesón y convicción.
Al
cristiano actual, hoy mas que nunca las situaciones económicas
sociales en que vivimos, nos demandan ser osados y valientes
afrontando los problemas con nuevas soluciones, la palabra de Dios
nos conmina a transformar el entendimiento... sé y conozco
cristianos ahora en estreches y con todo para iniciarse en su propia
empresa... si usted es uno de ellos ¿No
será que Dios le esta hablando hoy?
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