Uno
de los dramas de nuestra vida consiste en la superficialidad. Y ese
es un gran enemigo de la vida cristiana. El cristianismo es la
religión de la profundidad. El cristianismo no es para buscar fuera,
es para buscar en el interior del hombre, es ahí donde habita la
verdad.
Antes
los fariseos y ahora los religiosos, se quedan en lo exterior y eso
les impide ver con detenimiento. Se conforman con descansar en el
Señor, el vivirlo de manera superficial, en descubrir que Jesús es
el Señor, cuando lo importante es estar con Él, caminar como Él,
hablar como El, en resumen vivir como El.
En
fin la superficialidad con que ahora se vive la vida, esta vida
influenciada por los medios de comunicación, las modas, el dinero,
las drogas, el vicio, los juegos, etc. responden muy bien al El
Esquema De Satanás, una historia que me leí por ahí y quiero ahora
compartir con todos Ustedes:
Cuentan
que Satanás convocó a una convención mundial. En el discurso a sus
diablos les dijo: "No podemos impedir que los cristianos asistan
a la iglesia. No podemos impedir que lean su Biblia y conozcan la
verdad, ni alejarlos de los valores fundamentales. Pero podemos hacer
otra cosa. Podemos impedir que tengan una experiencia íntima con
Cristo. Porque si ellos logran esa conexión con Cristo, nuestro
poder sobre ellos se rompe.
Así
que dejen que asistan a la Iglesia. Dejen que tengan ese estilo de
vida cristiano. Pero roben su tiempo para que no puedan trabajar en
la obra de Cristo. Eso es lo que quiero que hagan. ¡Distráiganlos
de obtener un encuentro con su Salvador y mantener una conexión
vital durante el día!"
¿Cómo
lo haremos? - Gritaron los diablos.
"Manténganlos
ocupados en lo no esencial de la vida e invéntense un sin número de
esquemas para ocupar sus mentes"- dijo Satanás.
"Tiéntenlos
a gastar, gastar y gastar, después de pedir prestado, prestado y
prestado. Háganlos jugar lotería. Convenzan a las esposas que
salgan a trabajar y los esposos a trabajar 6 ó 7 días a la semana,
10 ó 12 horas al día, para que ellos no puedan dedicar tiempo a sus
hijos. Mientras sus familias se fragmentan, pronto sus hogares no
podrán proveer escape a las presiones del trabajo. Instíguenlos a
escuchar la radio y el casete mientras conducen el automóvil.
Manténganlos prendidos el televisor, el DVD y el CD a toda hora en
todos sus hogares. Y asegúrense que en cada tienda o restaurante en
todo el mundo toquen música constantemente. Eso enredará sus mentes
y romperá la unión con Cristo.
Llenen sus mentes con revistas y periódicos.
Háganlos comprar celulares aun cuando no los necesiten. Bombardeen
sus mentes con noticias 24 horas al día. Invadan los momentos en el
volante con carteles de anuncios. Inunden sus buzones postales con
correo desechable, con concursos, catálogos y toda clase de
literatura ofreciendo productos gratis, servicios y falsa esperanza.
Permitan que regresen a sus casas exhaustos, inquietos y no
preparados para la semana que se aproxima. No permitan que visiten la
naturaleza. Envíenlos eventos deportivos y cines. Cuando se reúnan
en la iglesia envuélvanlos en chismes y cuentos para que se retiren
con un cargo de conciencia y emociones poco estables. Inunden sus
vidas con tantas cosas, que no tengan tiempo de buscar el poder de
Cristo. Pronto ellos estarán trabajando con sus propias fuerzas y
sacrificando su salud y unidad familiar."
Fue
una gran convención. Y al finalizar los diablos se fueron ansiosos a
cumplir sus tareas de involucrar a los cristianos en todo lugar a
ocuparse, ocuparse, y apresurarse aquí y apresurarse allá.
Ahora
viene la pregunta: ¿Ha tenido éxito el diablo con en este esquema
en usted?
Nos puede suceder también a nosotros.
Puede estar viviendo la vida cristiana de forma farisaica, es decir,
quedándose en la superficie y hacer las cosas sin descubrir la
importancia de llegar a conocer la presencia amable de Jesús que es
lo único importante.
Qué
fácil es buscar los consuelos en lugar de buscar al Dios de los
consuelos. Qué fácil es ocuparse de las cosas de Dios en lugar de
ocuparse de Dios. Tenemos que suplicar al Señor que nos conceda la
gracia de la profundidad. Que nuestros ojos se acostumbren a mirar
con detenimiento.
Eclesiastés
8:5..6 "El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y
el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. Porque para
todo lo que quisieres hay tiempo y juicio"
Hay
que descubrir a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en Dios
para así poder en todo amar y servir a Jesucristo. Esa ha sido la
experiencia de todos los santos.
Hay
algunas ocasiones en las que no es posible guardar el orden de la
distribución del día; por ejemplo, llamarán a la puerta mientras
hacéis oración, para que una hermana vaya a ver a un pobre enfermo
que la necesita con urgencia; ¿qué hay que hacer? Será conveniente
que vaya cuanto antes y que deje la oración o mejor dicho que la
continúe, ya que es Dios el que se lo manda. Porque, mirad, la
caridad está por encima de todas las reglas y es preciso que todas
lo tengáis en cuenta. La caridad es una gran dama; hay que hacer
todo lo que ordena. Por tanto, en ese caso, dejar a Dios por Dios.
Dios os llama a hacer oración y al mismo tiempo os llama a atender a
aquel pobre enfermo. Eso se llama dejar a Dios por Dios.
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