Si Cambias Que Sea Para Mejorar


El cambio es un proceso que requiere tiempo y diferentes etapas. Cada etapa de cambio puede tener un incremento de dificultades y problemas. Algunos cambios suceden más rápidos que otros, algunos son más dolorosos que otros y demandan un alto grado de esfuerzo. Cualquiera sea la situación que enfrentemos, necesitamos tener en cuenta algunos pasos para efectuar cambios significativos:

1: La mente

Si podemos cambiar la manera de pensar, podemos entonces cambiar todo lo demás. No se pueden realizar cambios trascendentales sin cambiar la forma de pensar. Para comenzar a cambiar la mente, el ingrediente de la información se hace necesario.

El enemigo sabe esto y hará lo posible para que no recibamos información ni accedamos a ella. Oseas 4:6 dice “mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”

Cuando recibimos información de algo, nuestros ojos se abren y podemos cambiar.
-        Siempre la información nos da revelación;
-        la revelación es el iniciador de la transformación; y
-        la transformación es la avenida para la manifestación de Dios.

Para poder informarnos correctamente tenemos que desear oír y aprender a oír. El Señor en su mensaje a la Iglesia en Apocalipsis le repite una y otra vez “el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice…” (Apocalipsis 2:7, 11, 17, 29, 3:6, 13, 22)

2: Actitud

Luego de cambiar la mente o manera de pensar, lo siguiente y dificultoso para cambiar es la actitud. Nuestra actitud es la expresión de nuestro ser interior.

La actitud es la diferencia entre ganar o perder; fallar o tener éxito. La actitud no es apariencia, habilidades. Ella puede ser negativa o positiva, de fe o de incredulidad, de victoria o derrota. Proverbios 18:14 dice: “El ánimo del hombre soportará su enfermedad; más ¿quién soportará al ánimo angustiado?”

3: Estilo de vida

No se puede cambiar un estilo de vida, sin primero cambiar la mente y la actitud. El estilo de vida cambia cuando abrazamos la verdad de Dios, los principios de Su Palabra y ésta llega a ser una manera de vivir. Juan 8:32 dice; “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

La vida cristiana no consiste en cumplir reglas religiosas sino en un impacto interior, por la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, que transforma nuestra vida de adentro hacia afuera.

3: Cultura

Cuando la mente es renovada, la actitud cambiada, y el estilo de vida cambiado, todo eso llevará a afectar para bien nuestra cultura. Dicen los sociólogos que lleva entre cinco y siete años traer un cambio a una cultura establecida y enraizada por años. Por cierto, solos no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar nuestro mundo y el que nos rodea. Mateo 5:13…14 dice: “Vosotros sois la sal de la tierra…vosotros sois la luz del mundo…”


·         La Rueda Del Cambio

Existen seis momentos importantes, que cuando se los practican, originan un cambio significativo. Es como una rueda que se moverá y avanzará. Ellos son:

Momento 1: Reconocer la necesidad del cambio

La idea aquí es mirarnos, como en un espejo imaginario, a nosotros mismos, para saber cómo estamos en el presente y ver que se hace vital, necesario e indispensable cambiar. Sería bueno hacerlo a solas y una vez que nos hemos visto, expresar con palabras y decir, por ejemplo: “No puedo ni quiero seguir teniendo éste carácter explosivo, ésta actitud negativa, esos sentimientos rencorosos, etc. No quiero que esta característica me siga perjudicando y destruyendo. Necesito cambiar por algo mejor, que sea saludable para mí, bendiga a otros y glorifique al Señor”

 Momento 2: Visualizar el futuro

La idea es mirar por fe hacia adelante y expresar como nos gustaría llegar a ser. Este es quizás el eslabón más importante del proceso de cambio. Aquí uno puede gestar en fe su futuro, lo cual lo llevará a desear realizar cambios trascendentales. Este es un paso que influenciará positivamente la decisión de cambiar. Aquí la idea es ver, por fe, los beneficios del cambio, como así también ver las consecuencias por no cambiar.

Ver por fe es imaginarnos hablando palabras que edifican, teniendo una actitud perdonadora y no rencorosa, rompiendo hábitos negativos y fluyendo con actitudes nuevas. Es vernos con la apariencia física adecuada, con el nivel de vida económico que Dios quiere, con la armonía y felicidad matrimonial que nunca antes hemos tenido, etc.

Momento 3: Aceptar la necesidad de cambiar

Aquí es donde uno decide quedarse satisfecho como uno es, como está o si realmente quiere ver las cosas cambiar para mejor. Aquí es donde se tiene la certeza de fe que será necesario implementar cosas nuevas.

Momento 4: Desear cambiar

1.         En este punto la persona quiere realmente experimentar el cambio trascendental, pero siente impotencia pues no sabe cómo hacerlo.

2.         Es aquí donde se hace necesario buscar ayuda para que nos guíen y aconsejen apropiadamente. Los cambios trascendentales en Dios no se realizan a solas. Uno necesita:
a.    La ayuda directa de Dios por medio de su Espíritu Santo.
b.    b)  La ayuda de Dios a través de las autoridades espirituales de la Iglesia   local y/o hermanos maduros en la fe. Es aquí donde debemos aprender a dejar la vergüenza de lado, buscar ayuda, abrir el corazón, escuchar con atención y aplicar lo que nos han enseñado y ministrado.

Momento 5: Planear o trazar un plan de cambio

Aquí la persona desarrollará una estrategia de cambio, paso a paso, en forma ordenada y progresiva que lo llevará del desorden al orden, del desequilibrio al equilibrio; de lo negativo a lo positivo; de lo peor a lo bueno y a lo mejor. Para crear un nuevo patrón de vida o conducta, se requiere paciencia y perseverancia.

Momento 6: Poner en práctica el plan

En este momento se hace necesario desarrollar el hábito de la obediencia a la estrategia trazada, cuando fue a pedir ayuda y consejo. Se hace necesario no dejarse llevar “por lo que siente” sino “por lo que debo o necesito hacer”

Para concluir podemos decir:

No se resistas al cambio, permítale al Señor trabajar en tu vida. Usted decida hacer su parte, creyendo lo que dice 2 Corintios 3:18: "Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu"    

¡Este es el tiempo y ésta es su oportunidad para realizar cambios trascendentales y experimentar una poderosa transformación por la Gracia de Dios!

El Espíritu Santo, por medio de esta enseñanza bíblica te está diciendo en ésta hora que hay cosas que cambiar en tu vida, matrimonio, negocios, ministerio, etc. Usted ya no puede seguir así. ¡Tiene que cambiar!  

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