Redes Sociales En Nuestras Vidas


1 Corintios 10:31 "Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, haced lo todo á gloria de Dios"

No es común que alguien logre asociar Biblia con tecnología, porque la palabra “tecnología” nos sugiere inconscientemente actualidad y generalmente cuando escuchamos la Palabra de Dios, rápidamente la asociamos con lo antiguo, porque precisamente se terminó de escribir hace miles de años.

Aunque algunos piensen que Las Escrituras son sólo versículos antiguos, realmente son una guía práctica y completa para vivir nuestro día a día, en ella se encuentran plasmadas impactantes indicaciones de acontecimientos de nuestro presente.

Con respecto a la tecnología de cierta forma siempre ha estado presente en la Biblia, prácticamente vino a existir junto con el hombre. Porque cuando este fue creado por Dios, instantes después comenzó a hacer tecnología.

Ante todo, debemos entender que Dios es el primer y Gran Maestro de Tecnología. El hombre comenzó a ser creativo, porque Dios le dio inteligencia para esto.

Sólo de esta forma Adán tubo conciencia para nombrar animales, plantas, trabajar la tierra entre otras tareas encomendadas por Él Señor.

Hoy en día puede ser muy fácil saber lo que está haciendo un amigo tuyo, basta tan solo con mirar el Facebook y seguramente habrá puesto una foto de su última actividad.

Desde hace años todos usamos como mínimo un móvil y desde que aparecieron los Smartphone el acceso a las redes sociales se ha convertido en algo asiduo, cotidiano e imprescindible para algunos.

En el año 2004 nació Facebook como una página web donde los amigos se podían intercambiar fotos, el éxito fue rotundo básicamente por dos motivos:
·         Siempre se ha dicho que todos tenemos en la vida 5 minutos de gloria, pues gracias a compartir nuestros momentos en la red con nuestros amigos virtuales encontramos un filón para intentar destacar ante los demás.
·         Uno de los mayores defectos del ser humano es que somos chismosos, perdón digo “Buenos Comunicadores e Investigadores Sociales” desde que nacemos y si encima con las redes sociales podemos saber que están haciendo nuestros conocidos pues esta alimenta nuestra dosis diaria.

¿Como influyen las redes sociales en nuestras vidas?

Muchas veces nos preocupamos por nuestro testimonio y ejemplo como cristianos en nuestro diario vivir, pero descuidamos nuestro comportamiento en nuestras redes sociales. La manera en que nos presentamos al mundo en internet es un reflejo de nuestro verdadero corazón. Como seguidores de Cristo debemos demostrar sus enseñanzas en todo momento y no solo cuando creemos que alguien nos está mirando.

Evidentemente cuando hablamos de redes sociales nos referimos a plataformas como Facebook, Twitter o Instagram, pero también contempla la participación en los miles de foros que existen en internet, la aplicación Whatsapp o los juegos en red. Con nuestra participación en estos medios constantemente estamos alimentando las dos principales fuentes de éxito de las redes sociales.

Obviamente estas nuevas formas de socialización tienen su punto bueno, antes cualquier grupo de amigos para realizar una quedada tenía que realizar una cada de llamadas desde el teléfono fijo, nos era complicado saber cómo estaban nuestros familiares lejanos (que estaban tan solo en un pueblo pequeño a 60 kilómetros de la ciudad) o tomar una buena foto familiar y realizar copias a todos los integrantes. Estos son algunos de los aspectos positivos que nos han proporcionado estas redes sociales, que los podemos resumir en un punto como comodidad para comunicarnos.

Pero como en todas las nuevas tecnologías aplicadas al uso cotidiano, también tiene sus puntos negativos que debemos controlar. Antes en las calles o los parques se veían a adolescentes reunidos, ahora esos encuentros son desde su habitación a través de Skype o jugando en red durante múltiples horas sin querer salir de casa.

¿Cuántas veces ha colgado un amigo una foto en su muro donde aparecemos? esta situación se da muchísimas veces invadiendo el espacio de nuestra intimidad. Encima además es habitual añadir amigos virtuales que ni siquiera conocemos tan solo por el afán de destacar ante el resto por la cantidad de seguidores o likes que se tienen; nunca los ladrones lo habían tenido tan fácil para saber cuándo una casa estaba vacía.

·         Las redes sociales no son negativas, pero debemos usarlas con sabiduría.
Las redes sociales son de mucha ayuda en la actualidad, pero si queremos sacar provecho positivo de ellas, debemos tener en cuenta a Dios en todas nuestras acciones y pensar si Él estaría orgulloso de nuestro comportamiento en internet. La Biblia dice que tenemos libertad para hacer lo que queramos, pero que esa libertad viene con la responsabilidad de que debemos asumir las consecuencias.

Algunos de ustedes dicen: Yo soy libre de hacer lo que quiera… ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo fortalece la vida cristiana.  

·         Las redes sociales no deben apartarnos de Dios.
Muchos utilizan el versículo de Marcos 1:18, “y dejando luego sus redes, le siguieron”, para hacer énfasis en que le demos el primer lugar de nuestra vida a Dios y no a las redes sociales. Aunque el contexto de ese pasaje es otro, es un excelente recordatorio de que debemos enfocarnos más en los asuntos de Dios.

·         No debemos seguir a las personas, sino a Dios.
Hoy en día hay personas famosas que buscan que las personas las sigan, y aunque algunos de ellos son una buena influencia para los demás y tienen un motivo sincero de ayudar a los demás; hay otros que están más enfocados en conseguir dinero y reconocimiento. En su carta a los corintios, Pablo les dice que lo imiten en su forma de seguir el ejemplo de Jesús. Con esto dejó en claro que, como cristianos, debemos tener solo una persona a la cual seguir, admirar e imitar, a Jesús.

Así que mi recomendación es que utilicemos las redes digitales para socializarnos porque nos facilitan determinadas tareas, pero siempre con cierto sentido común y con amigos reales.

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1

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