Efesios
4:22...24 NVI "Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó
que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida
por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el
ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y
santidad”
Renovación
es un proceso de restauración de un estado anterior a uno mejor o a un nuevo,
pero superior cualitativamente a todo lo anterior. Involucra la restauración de
la vitalidad, el vigor y la actividad. El término se aplica a la vida
espiritual del individuo y la iglesia en el sentido de una nueva consciencia de
poder y vitalidad espiritual, que es obrada por el Espíritu Santo.
Hemos
y estamos viviendo un estado excepcional en el desarrollo del ser humano, Dios
ha permitido, por alguna razón, que nos demos cuenta de nuestra fragilidad por
medio de una cosa tan pequeña, microscópica, como es un virus capaz de doblegar
y transformar el mundo en días.
Las
medidas que el mundo está tomando en términos de prevenir y evitar la rápida
expansión del virus ha generado una inusitada crisis económica global, pero al
mismo tiempo, está generando la oportunidad de reinventar la forma en que
actuamos social y laboralmente.
Conceptos
de digitalización que son motivo de discusión permanente, se convirtieron en
una herramienta de supervivencia para muchas empresas e industrias. El trabajo
remoto, muchas veces cuestionado en relación con el control de la
productividad, está permitiendo a muchas personas mantener sus empleos.
Tecnologías de videoconferencia, nos ayudan a mantener contacto con familiares,
con los fieles de la iglesia y amigos, minimizando el impacto del aislamiento
forzado por la cuarentena.
Le
tomo a la electricidad 65 años llegar al 85% de los hogares del planeta y al
teléfono celular 20 años. Aunque aún no
hay métricas oficiales, podemos asumir le habrá tomado menos de 60 días al 80%
de la humanidad adoptar el trabajo remoto y la interacción social digital.
¿Podría
no haber un "regreso a la normalidad" después de que termine la
pandemia de coronavirus?
Si
un regreso a la normalidad significa actuar como si nunca hubiera existido una
pandemia de coronavirus, no creo que eso vaya a suceder, y no solo es mi
pensamiento, es lo que piensan millones de personas en todo el mundo.
¿Cómo
será la vida después de que el virus desaparezca? ¿Provocará un cambio
permanente en la forma en que vivimos, tanto en nuestros trabajos como en
nuestro tiempo libre, en la forma en que nos comunicamos, compramos, viajamos y
nos entretenemos?
Eso
no significa que se haya acabado el mundo como lo conocemos. Se trata más bien
de encontrar nuevas formas, posiblemente temporales, de convivencia humana
inclusive en la vida de la iglesia.
Es
probable que las conferencias virtuales se adopten de forma más generalizada
como un reemplazo menos engorroso de las reuniones formales. Más personas
comenzaron a utilizar el software de videoconferencia Zoom en los primeros dos
meses de 2020 que en todo 2019.
Las
mascarillas faciales pronto pueden convertirse en el último grito de la moda en
el mundo, inclusive influenciando el mundo cristiano, como lo han sido durante
mucho tiempo en muchos países, eso llevará a nuestros alabantes a generar
nuevas formas de actuar, quizás en algunos casos habrá que reducir los tiempos.
También
es probable que la telemedicina sea más accesible para los pacientes con males
menores, lo cual aliviaría la carga y quizás los tiempos de espera en los
consultorios médicos.
Somos
seres intrínsecamente sociales y valoraremos las conexiones personales en el
futuro, pero al mismo tiempo es difícil imaginar que volvamos totalmente a lo
que teníamos antes.
Ahora
una pregunta: ¿y la iglesia?
Debido
a las restrictivas medidas para prevenir el contagio, se han suspendido las reuniones
públicas con la participación física de los fieles que, sin embargo, pueden
participar en los ritos en común unión espiritual, a través de la web, la
televisión y la radio. Esta es una experiencia dentro de las incipientes nuevas
formas de comunicación y es una experiencia que ciertamente permanecerá en la
vida eclesial. El reto no es usar una tecnología nueva, el reto en sí, es
desarrollar nuevas formas para hacer uso efectivo de la nueva tecnología. Por
hoy, pareciera que insistimos en seguir con las viejas vestiduras.
Debemos
de estar conscientes y abiertos a entender que se vendrá una especie de fiebre
de nuevas formas, pero ellas permanecerán allí como un complemento, porque la
Iglesia es "encuentro y relación viva” y así es como "seguirá
siendo".
El
aislamiento social al que uno se ve obligado hoy en día por razones de salud,
ha puesto aún más de relieve este "deseo de relación" entre las
personas.
Otro
elemento que permanecerá después de la cuarentena, es el de la familia como nuestra
primera Iglesia, ya que en este momento se fomenta y se exhorta a la oración en
el hogar, conscientes de que "Dios siempre ve nuestros corazones" y
que por lo tanto "la comunión espiritual no es menos verdadera" que
la comunión real.
Algunas
de nuestras formas y expresiones se verán modificadas mientras duren las normas
del distanciamiento social y es que debemos de entender que el distanciamiento
social, también llamado "distanciamiento físico", significa mantener
un espacio entre usted y las demás personas fuera de su casa.
Para
practicar el distanciamiento social o físico:
·
Mantenga una distancia de al menos 6 pies
(aproximadamente la longitud de 2 brazos) de otras personas
·
No se reúna en grupos
·
Aléjese de lugares muy concurridos y evite las
congregaciones masivas
Además
de las medidas cotidianas para prevenir el COVID-19, mantener el espacio entre
usted y las demás personas es una de las mejores herramientas que tenemos para
evitar estar expuestos al virus y desacelerar su propagación a nivel local,
nacional y mundial.
Veremos
en los próximos días medidas según se va a ir permitiendo las posibilidades de
celebrar nuestras reuniones, separación de las sillas, distribución de
alabantes, limitaciones en la danza, formas de ministración, etc. son cosas que
sufrirán alteraciones.
Debemos
y estamos obligados a desarrollar una conciencia colectiva de la importancia de
salvaguardar la Creación y reequilibrar la relación entre el hombre y la
naturaleza, en nombre del bien común. Pero sobre todas las cosas, debemos de
estar sabedores y conscientes que después de estos días la vida ya no será
igual.
Repito:
Efesios
4:22...24 NVI "Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó
que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida
por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el
ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y
santidad”
Debemos
abrir nuestro entendimiento.
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