En Estos Momentos De Desconfinamiento Por Saúl Guevara


Proverbios 22:3 RV "El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño"

Creo que nunca ni a mí, ni a nadie, se le pasó por nuestras cabezas algo como lo que está sucediendo en esta sociedad, ya sea vivamos en una sociedad de primer mundo o no.

Esto que está ocurriendo nos hace pensar que somos tan débiles como cualquier mortal, ni mejores ni peores, seamos ricos o seamos pobres. Mi experiencia personal me dice que el Señor es a lo único a lo que nos podemos aferrar, en donde podemos encontrar la paz, la verdad y la vida para liberarnos del dolor y la angustia que estamos viviendo.

Creo que debemos reflexionar y ser conscientes de los cambios que a partir de ahora nos vamos encontrar en la sociedad, entre ellos:
·         La forma de relacionarnos con la gente, en el trabajo, en la calle, en la iglesia, etc., va ser completamente diferente.
·         El duelo y dolor existente de tantas familias mutiladas por la muerte de sus seres queridos o amigos.
·         En el aspecto económico se va incrementar el número de familias en situación de pobreza.
·         Esta época de incertidumbre y miedo ha provocado que muchos cristianos que estábamos muy ocupados en nuestras vidas, en nuestros trabajos y en nuestras seguridades, hayamos vuelto los ojos hacia el único que puede dar sentido a tanto dolor: Al Señor Jesucristo.

Los cristianos de todas las denominaciones, tenemos que dar respuesta en todos estos cambios y los mas que estarían por venir.

Siempre lo he compartido porque siento que Dios nos habla constantemente y en nuestra necedad, cerramos nuestro pensamiento a tanto llamados, porque aun somos duros de corazón, llamados como:
·         Mateo 11:4...6 NVI "Les respondió Jesús: —Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo: Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas. Dichoso el que no tropieza por causa mía."  
·         Romanos 12:2 NVI "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta."  

Hay que bajarnos de los amén e interpretar los nuevos tiempos, lo que más desalienta es el silencio de compromiso por cambiar de los cristianos, debemos no ser conformistas esperando consignas a veces tontas y nefastas hasta por el Facebook, debemos proponer un nuevo cristiano inconformista y renovado proporcionando ánimo, visión, ilusión y sobre todo esperanza desde nuestro compromiso, después de una reflexión madura y esperanzadora, para poder ser levadura, fermento y luz dentro de nuestro ámbito social y público.

Cuando consideramos a los hombres y las mujeres usados por Dios, para introducir cambios en nuestras vidas y sociedades, nos impresiona la diversidad de personas que Dios usa para llevarlo a cabo. Abraham era el padre de la fe. José era un administrador excelente. Moisés era un príncipe y un pastor y habló con Dios como con un hombre; era un gran legislador. Josué era un líder militar brillante y valiente, y un hombre de fe más allá de sus compatriotas. David era un poeta, pastor y el rey más grande de Israel. Salomón fue el hombre más sabio que jamás caminó en esta tierra, aparte de nuestro Señor Jesús. Esdras llevó la Palabra de Dios a la vida de la gente para que Dios llegara a sus vidas. Jeremías lloraba por la gente cuando se rehusaban a rendirse a Dios. Jonás se rebeló y cumplió su llamado aún con la actitud incorrecta. Ester recibió valor, cuando pensó que no tenía y ayudó a salvar a su pueblo. Pedro fue impulsivo y actuó primero para pensar después. Juan fue un poeta que nunca olvidó que Jesús lo amaba. Pablo fue brillante en su lógica y entendimiento de la Palabra de Dios y fue persuasivo y valiente para declarar la verdad.  

En la actualidad entre los cristianos se encuentran muchos profesionales del mundo de la cultura, la educación, función pública, sanidad, servicios, profesionales libres, empresarios etc. como también se encuentran todos aquellos por lo que vino Jesús.

Necesitamos más energía solidaría, organizarnos para saber qué queremos y qué no queremos; trabajando codo con codo, ovejas, pastores y demás autoridades eclesiásticas. Debemos darnos cuenta lo afortunados que somos por la novedad del mensaje de Cristo que llevamos en estos tiempos.

Vamos hacia el desconfinamiento, algunos ya lo están viviendo. No es un juego. Vivimos tiempos difíciles. La pandemia de Covid-19 impacta muchos sectores de la sociedad: el gobierno, la academia, la economía, las iglesias y sobre todo, la salud de las personas.

Sin embargo, Dios es soberano. Él sigue sentado en su trono. Él dirige todo lo que ocurre para cumplir sus sabios, santos, y buenos propósitos. Sigue hablándonos por medio de su Palabra para que podamos responder bíblicamente a esta situación. Filipenses 4 es uno de los lugares en los que el Señor nos instruye sobre lo que debemos recordar y hacer en momentos como este. Aquí encontramos una forma de vida reconfortante y eficaz frente a la tempestad:

1) Regocíjate en el Señor
“Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!” Filipenses 4:4. Independientemente de nuestra situación externa, nuestra condición interna siempre debe ser de gozo en Cristo. Este gozo no está basado en cómo nos sintamos con respecto a nuestras circunstancias personales, sino en el hecho de nuestra comunión con Cristo y la imitación de Cristo.

2) Actúa con bondad hacia tu prójimo
“La bondad de ustedes sea conocida de todos los hombres” Filipenses 4:5a. Pablo llama a actuar con amabilidad, gentileza, y bondad hacia los demás. Pablo nos recuerda que esta clase de bondad debe ser evidente a todos los hombres, que, si sacrificamos algo al actuar así, podemos estar seguros de que “Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.

3) Recuerda que el regreso de Jesús es seguro
“El Señor está cerca” Filipenses 4:5b. Recuerda que tarde o temprano Cristo vendrá para consumar su reino. Su regreso nos da un consuelo gozoso. Cuando venga, “Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado” Apocalipsis 21:4.

5) Piensa en lo virtuoso, no en el coronavirus
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten” Filipenses 4:8. Es necesario estar informados y reflexionar sobre el coronavirus, pero no es bíblico que fijemos nuestra mente en esta pandemia. Covid-19 no debe gobernar nuestros pensamientos. El Señor sabe lo hace y se glorificará en su justicia y bondad a través de esta pandemia

6) Da la gloria a Dios
“A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” Filipenses 4:20. Pablo irrumpe en alabanza al Señor por la provisión que le había extendido mediante la bondad generosa de los Filipenses (v. 15-19). Estas palabras reflejan lo que Pablo tenía en mente cuando les dijo: “lo que también han aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practiquen (v. 9).

Hoy tenemos la oportunidad de seguir su ejemplo y reconocer que Dios permite esta pandemia conforme a sus propósitos que resultarán en la manifestación de su gloria.

Por ahora, tal vez no lo podemos ver o entender. Pero estamos seguros de que el Señor sabe lo hace y se glorificará en su justicia y bondad a través de todo esto.

Vamos o algunos ya estamos en el desconfinamiento, pero el virus sigue afuera, ahora mas que antes, redoblemos nuestras medidas sanitarias y tratemos no solo de ser oidores bíblicos, tratemos y esforcémonos por pasar hacia una nueva dimensión en Cristo, la de ser hacedores de su palabra.
S.A.G. 22 JUN 2020



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