La Terapia Cristiana, realizada correctamente y basada en la Biblia, es algo sumamente importante para la edificación en la vida de los creyentes en Cristo por muchas razones.
Es importante porque mientras exista el ser humano, existirán graves problemas, dificultades, confusiones por resolver y acudirá por ayuda de un Terapista Cristiano.
Muchas veces al conocer los problemas de otros y ver su magnitud, uno se pregunta: “¿Y cómo le hizo esta persona para enredar tanto su vida?” El pecado en nuestra vida trae la muerte o separación de Dios (Romanos 6:23), pero también nos ocasiona innumerables problemas emocionales, familiares, físicos y aún económicos.
En la parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15:11…24), leemos de un joven que por el pecado y la rebeldía de su ser se había metido en múltiples problemas: Tenía problemas familiares porque había defraudado a sus padres, había sido muy rebelde y necio, abusó de su confianza, los abandonó; tenía problemas morales porque había estado viviendo perdidamente, consumió sus bienes con prostitutas (15:30); tenía problemas económicos ya que no tenía un solo peso para comer algo digno, deseaba la comida de los cerdos (15:16…17); seguramente tenía problemas emocionales ya que se sentía rechazado, avergonzado, tenía remordimientos, etc.; y lo más serio es que tenía problemas espirituales fuertes, puesto que le había fallado a Dios y ahora estaba hundido, perdido por sus propios pecados… actualmente aceptemos con tristeza que hay muchas vidas así.
Todos somos pecadores (Eclesiastés 7:20) y el pecado nos dirige a una vida desventurada, por lo que, mientras existan seres humanos sobre esta tierra, existirán problemas graves.
Muchos así llegamos al Señor Jesús, con una vida complicada, enredada, revuelta y ahora queremos hacer el intento o estamos tratando de caminar en los preceptos de Dios, para eso necesitamos hermanos mayores en la fe y según la complejidad de los problemas, necesitamos de un terapista cristiano, que nos ayude a ir saliendo de todos esos problemas en los estamos metidos. Debido a lo grave del problema, la Terapia Cristiana se hace muy importante entre el pueblo de Dios.
La Terapia Cristiana tiene como función dar apoyo y orientación a las personas que necesitan ayuda emocional y mental; ofrece una vía para que las personas puedan expresar pensamientos, emociones y preocupaciones. Es importante porque ofrece una salida a las personas a buscar seguridad y alivio de tormentas y dificultades normales de la vida como la muerte, el divorcio, la inseguridad personal, etc.
Debemos comprender que, en el momento de recibir la salvación, Jesucristo perdona nuestros pecados y los echa al fondo del mar. Sin embargo, en muchas personas, quedan heridas emocionales que necesitan ser sanadas. La Terapia es usada para librar a las personas de las ataduras emocionales que les impide la felicidad y una vida victoriosa en Cristo
Jesucristo enseñó que había venido para dar paz a aquellos que se sintieran “trabajados y cargados” (Mateo 11:28); también dijo que él deseaba dar una “vida abundante” (Juan 10:10), una vida con propósito y llena de bendiciones de lo alto. La Biblia menciona tantas veces la palabra “bienaventurados” que es muy obvio que Dios quiere que tengamos vidas felices, dichosas. Pero la realidad en la vida de muchas personas es otra muy diferente.
El mundo cada día parece más plagado de depresión, de ansiedad, de angustias, de fobias, mucha gente está pasando problemas serios en su vida. Los datos son alarmantes, no sólo en este ámbito, sino también respecto a las adicciones, los problemas familiares, la inmoralidad, la violencia familiar y social, etc. Las vidas y familias destruidas de tantas personas, hace importante e indispensable la Terapia Cristiana dentro del pueblo de Dios, para que Dios cumpla su propósito en nosotros de darnos una vida llena de gozo, paz y amor.
Mientras existan vidas destruidas existirá la necesidad de ser tratado sabiamente con la palabra de Dios. Ahora en el siglo XXI con tanta información y avances científicos, es incomprensible que el ser humano no sepa resolver sus problemas personales y familiares y siga batallando para vivir en armonía, como dijo Martín Luther King: “Los seres humanos hemos aprendido a volar como las aves, también a nadar como los peces, pero no hemos aprendido a vivir como hermanos”
Allí es donde aplica la Terapia Cristiana, dando luz al ser humano para tener una vida realmente feliz. En donde, la sociedad y su sabiduría humana han fracasado rotundamente, es donde los principios bíblicos nos hacen salir victoriosos.
La Terapia Cristiana no trata de cambiar a la gente sólo porque no piensa como nosotros, o porque no es como nosotros, sino que toma el manual de Dios, la Biblia, y le muestra a la persona que por no seguir las instrucciones eternas tiene su vida, un poco o un mucho, descompuesta.
La Terapia Cristiana es importante porque el ser humano está constituido de una trinidad, espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es la parte que necesita a Jesucristo como salvador, el cuerpo es la parte física que se puede enfermar y el alma es la parte emocional. Con el espíritu sentimos la culpa y buscamos el perdón de Dios. Con el cuerpo sentimos el dolor físico y nos vamos con el médico a ser tratados: pero, el alma se lástima en lo emocional y no es siempre tan obvio, por lo que pocas veces se busca solución, pero el daño existe. Cuando algo nos lastima emocionalmente decimos que nos duele hasta el alma. Sin embargo, es muy importante buscar ayuda para esta parte de nuestra vida que no solamente nos daña a nosotros, sino también a los que nos rodean.
Alguien con daños emocionales no puede ser efectivo en su vida cotidiana como padre o esposo, tampoco en el trabajo y mucho menos en la obra de Dios, porque no lleva una vida feliz. Puede haber recibido a Cristo y amar a Dios, pero si sus problemas emocionales no están resueltos, no puede dar un buen testimonio.
Quítese la vergüenza, la vergüenza es de Satanás y busque Terapia Cristiana a sus problemas.
S.A.G. – 25 – ENE - 2021
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