Todo Llega En Su Tiempo, Ten Fe Por Saúl Guevara

 


"Entonces los apóstoles le dijeron al Señor: ¡Aumenta nuestra fe! Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como un grano de mostaza —les respondió el Señor—, podrían decirle a este árbol: “Desarráigate y plántate en el mar”, y les obedecería." Lucas 17:5...6 NVI

 Vivimos en tiempos donde todos pasamos por momentos difíciles, todos pasamos circunstancias y a veces quisiéramos que Dios hiciera de nosotros gigantes de la fe para ver las situaciones cambiadas, eso solo no te pasa a ti o a mí, podemos ver en el evangelio de Lucas que los apóstoles también tuvieron esa idea.

 Los apóstoles pensaron en un momento, que la cantidad de fe que tenían no era suficiente para ser apóstoles que pudieran cambiar las situaciones adversas, por esto le dicen a Jesús: ¡Señor, auméntanos la fe!

 Seguramente en algún momento hemos pensado esta situación difícil es más grande que mi fe, pero vemos la respuesta del Señor.

 “Si tuvieres fe como un granito de mostaza”, es una respuesta que sorprende, nos ubica donde nuestro pensamiento y nuestra idea debe estar, era la cantidad de fe que necesitaban tener, el Señor los ubica y los lleva a entender, cuando tenemos una sólida confianza en el poder y la palabra de Dios, entonces la adversidad obedece y cambia.

 Frente al momento que puedas estar enfrentando, aun en circunstancias normales podemos decir Señor, auméntanos la fe, pero escuchamos la respuesta del Señor, no es la cantidad, es la confianza absoluta, la convicción, la certeza que se pueda tener en el poder de Dios, aunque al ojo humano nos parezca difícil, si hay una solidez, una firmeza en creer que Dios es capaz por su poder, no por la cantidad sino por su poder que obra para cambiar, la situación cambiará porque lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios.

 Por lo tanto, debemos aprender a descansar en fe con Dios. Recordemos que todo día hermoso y abundante, empieza en la oscuridad de la noche. Aprendamos a estar en la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento.

 Cantares 2:10...14 NVI "Mi amado me habló y me dijo: ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, ¡mujer hermosa! ¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos; ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia. ¡Levántate, amada mía; ven conmigo, ¡mujer hermosa! El amado: Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en las hendiduras de las montañas, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante."

 ¿Quién puede callar delante de su presencia? Seguramente nuestra vida está muy atribulada por distintas razones, pero el canto, como vemos en cantares, nos desconecta de eso que perturba nuestra vida, nos conecta con lo sobrenatural.

 Hay un principio bíblico que el cristiano debe saber y es que de la misma manera que hay estaciones climáticas, existen también estaciones espirituales, en invierno sabemos que en el algún momento llegará el verano, ningún invierno es eterno.

Quizás vives en un invierno espiritual, donde todo es seco, pero hoy te digo que el verano viene. Vienen cambios, esto no es permanente, hay un tiempo de postración, tiempos donde vienen problemas y desencantos, pero no es permanente, esto también pasará.

 Al leer las escrituras, nos damos cuenta que la mayoría de las veces todos los que están en la Biblia pasaron por momentos difíciles. Imaginemos que Noé haya pensado que viviría toda la vida en medio de un diluvio, pero, él sabía que iba a cambiar ¿Cómo? Dios se lo dijo. Imaginemos que José hubiera estado en la cárcel pensando que estaría allí toda su vida, se habría quedado en una esquina a esperar morir, pero José sabía lo que pasaría porque Dios se lo había revelado en sueños.

 Muchas veces pensamos que los problemas, las situaciones y las crisis que pasamos son eternas, no creas que eso es así, no trates de convencerte de que lo que te sucede es permanente.

 ¿Qué pasó con Rut? Tenía una familia que vivía feliz y vino la crisis, de esa crisis quedaron tres mujeres y en medio de la crisis, Noemí les dice a las dos mujeres: esto terminó, hasta pidió que no le llamaran Noemí que significaba felicidad. Se sentía vacía, había perdido todo, asumió la identidad de su desgracia, se rindió, no pensaba que era algo temporal, pensó que era permanente. Ese es el peligro cuando no entendemos que las cosas van a cambiar, ¿Cómo termina el libro de Rut? Dándose cuenta que vino el soberano por ella, la bendición, la felicidad.

 Tienes que empezar a vivir, a entender que las lluvias se van y vienen el canto, el baile, no podemos vivir en la angustia, no somos como la gente del mundo, tenemos la mente de Cristo.

 ¿Por qué Jesús pudo atravesar lo que vivió en Getsemaní? Porque tenía su mirada en lo que venía después, pongamos nuestra mirada en lo que viene y seremos participes de la bendición que Dios tiene para nosotros.

 De haberle preguntado a Moisés como saldría el pueblo no hubiese sabido qué responder, hasta el mar se abrió para que pasaran. Josué no sabía cómo pasaría el Jordán, pero Dios le secó el río para pasar en seco. De haberle preguntado a los discípulos que pasaría al morir Jesús no habrían dicho que resucitaría, así como lo hizo.

 Por eso, en medio de todas tus dudas Él te dice: ¿No te he dicho que, si crees, que, si tiene un granito de fe, verás la gloria de Dios? Cree en lo que Él te dice, dale gracias y confía con seguridad de lo que va a hacer con tu vida, con tu familia, aún en la particular situación que estás viviendo, pues ha dicho que si creemos veremos su gloria.

S.A.G. – 26 – ABR – 2021

 

 

 

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