¿Por Qué Permite Dios Los Desastres Naturales?

¿Por qué permite Dios los terremotos, tornados, huracanes, tsunamis, tifones, avalanchas de lodo y otros desastres naturales?

La tragedia del tsunami en Asia a finales del 2004, El huracán Katrina en 2005, en el sureste de los Estados Unidos, las avalanchas de lodo en el 2006 en Filipinas y ahora (a dos semanas) el terremoto en Haití, tienen a mucha gente cuestionando la bondad de Dios.

Miro tristemente como los medios de comunicación social, tras una hipócrita facha de humanismo, se sirven de estas tragedias para sus fines mercantilistas y es triste que con frecuencia los desastres naturales sean nombrados como "actos de Dios" mientras que no se le da "crédito" a Dios por años, décadas o aún siglos de un sistemático mantenimiento del medioambiente, a pesar que los hombres lo destruimos, contaminamos y acabamos.

Dios creó todo el universo y las leyes de la naturaleza: Génesis 1:1 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”

La mayoría de los desastres naturales son el resultado de estas leyes en acción. Los huracanes, tifones y tornados son el resultado de la colisión de diferentes patrones climáticos. Los terremotos son el resultado de desplazamientos de las placas en la estructura de la corteza terrestre. Un tsunami es causado por un terremoto submarino.

La Biblia proclama que en Jesucristo subsiste el control de la naturaleza: Colosenses 1:16..17 “16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”

¿Podría Dios prevenir los desastres naturales? ¡Absolutamente! ¿Algunas veces influencia Dios el clima? Si, ver Deuteronomio 11:17 y Santiago 5:17. ¿Algunas veces causa Dios los desastres naturales como juicio contra el pecado? Si, ver Números 16:30..34. El libro de Apocalipsis describe muchos eventos que definitivamente pueden ser descritos como desastres naturales (Apocalipsis capítulos 6, 8 y 16).

Entonces, ¿Es cada desastre natural un castigo de Dios? Absolutamente no.

De forma muy parecida a la que Dios permite que la gente mala cometa actos malvados, Dios permite que la tierra demuestre las consecuencias que tiene el pecado sobre la creación. Romanos 8:19..21 nos dice que, "19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios"

La caída de la humanidad en el pecado tuvo efectos en todo, incluyendo el universo que habitamos. Todas las cosas en la creación fueron sujetadas a la "vanidad" y a la "corrupción". El pecado es la causa final de los desastres naturales, así como lo es la causa de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.

Así que, regresamos donde empezamos. Podemos entender por qué ocurren los desastres naturales. Lo que no comprendemos es por qué Dios permite que ocurran.

¿Por qué permitiría Dios que el tsunami matara a más de 225,000 personas en Asia?

¿Por qué permitió Dios que el huracán Katrina destruyera las casas de cientos de miles de gente?

¿Por qué permitió Dios que el terremoto de Haití. Matara a mas de 100.000 personas y destruyera el 80% de las casas de cientos de miles de gente?

Lo que podemos saber es esto... ¡Dios es bueno! Hay muchos milagros asombrosos, que ocurren durante el proceso de desastres naturales -evitando una mayor pérdida de vidas.

Los desastres naturales causan que millones de personas reevalúen sus prioridades en la vida. Cientos de millones de dólares en ayuda son enviados para auxiliar a la gente que está sufriendo. Los ministerios cristianos tienen la oportunidad de ayudar, ministrar, aconsejar, orar - y guiar a la gente a la fe salvadora en Cristo. Dios puede, y lo hace, traer grandes bienes de terribles tragedias, Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

La historia ha visto el surgimiento y caída de innumerables imperios. De hecho, se ha experimentado con todo tipo de gobiernos. Pero la familia humana sigue soportando una tragedia tras otra. Hace tres mil años, un escritor bíblico concluyó atinadamente: “Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo” (Eclesiastés 8:9). A pesar de los grandes progresos científicos y tecnológicos de los últimos tiempos, estas afirmaciones de la Biblia siguen siendo ciertas. El paso del tiempo tan solo ha servido para confirmarlas.

Como vemos, Jehová ha logrado su objetivo permitiendo que transcurran muchos siglos. El tiempo ha demostrado que los ataques de Satanás contra la legitimidad de la soberanía divina estaban infundados. Jehová es el Soberano absoluto del universo. Tiene todo el derecho de gobernar a su creación y no hay mejor gobierno que el suyo. Las criaturas espirituales, que saben bien lo que es vivir bajo la autoridad de él, dan fe de este hecho.

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