No Dejemos De Ser Estudiantes


Muchos creen que lo más importante en esta vida es conformarse a la moda, a la práctica común y aceptable de la sociedad. Practican el "A la tierra que fueres, haz lo que vieres". Aprenden a aullar con los lobos y cantar con los canarios. Mas la Biblia nos dice: "No Os Conforméis A Este Siglo"

Muchos hombres y mujeres, viven en constante stress por estar a la moda del mundo, su dios es el televisor, el que dirán, la revista, la lectura rápida y poco sustanciosa. No pueden ser ellos mismos, pues sus temores lo hacen pensar siempre que si son diferentes se burlarán de ellos.

Pero debemos estar claros, que el mundo persigue a los mejores y a los peores, en la misma cárcel con los ladrones y otros criminales estaban también Pablo y Silas. En el Calvario crucificaron a dos malhechores y también a Cristo.

Pedro nos dice:" como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia", 1 Pedro. 1:14.

Es necesario entender que la forma del mundo es transitoria, inestable, pasajera, porque la apariencia de este mundo se pasa; el mundo no tiene forma permanente. Su forma es pura apariencia

¡Qué insensatez conformarnos a lo pasajero e inestable!

"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento". Este versículo contrasta el ser conformado exteriormente a las cosas de este mundo en contraste a ser transformado (o transfigurado) internamente por la renovación de los pensamientos mediante el poder del Espíritu Santo. El Espíritu Santo efectúa esta transformación a través de su palabra.

Es interesante observar que Pablo, para hablar de nuestra "transformación" emplea el mismo término que Mateo y Marcos usan para hablar de la transfiguración de Cristo. También es interesante e importante observar el contraste entre la forma del mundo (pura apariencia, pasajera, inestable) y la forma del cristiano (un cambio interno que nos hace como Cristo para tener "una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos", 2 Corintios. 5:1).
La "renovación de la mente" es efectuada por el estudio y practica del evangelio. No hay otra manera de lograrla y sin la renovación de la mente no habrá transformación, como también sin estudio no hay obra transformadora.

Cristo trajo al mundo una nueva enseñanza, la enseñanza del Padre, se la entregó a los apóstoles y éstos, guiados por el Espíritu Santo, se la entregaron al mundo.

Es imperativo que se predique, se enseñe, se crea, se obedezca. Porque si los hombres no se transforman, no pueden ir al cielo y no pueden transformarse si no oyen, estudian, aprenden, creen y obedecen la enseñanza de la Palabra de Dios, porque es ella la que nos hace dejar una forma y aceptar otra forma. El gran problema para muchos cristianos, es que en su gran mayoría fueron creados sin hábitos de estudio y sin la practica de la constancia (perseverancia).

La constancia es tan importante como la capacidad y la inteligencia. A veces, notamos que algunos estudiantes que no tienen tanta inteligencia pero que estudian y se esfuerzan, logran mejores resultados que aquellos muy inteligentes pero flojos. El talento sin esfuerzo de nada nos sirve. Además, si hemos sido dotados con gran talento seria una gran perdida tanto para nosotros como para nuestro prójimo el que no supiéramos utilizarlos en nada útil ni bueno.

El talento es algo común. No escasea la inteligencia, sino la constancia.

Les presento a dos nuevos amigos: constancia y esfuerzo. Son familia. Al principio no te caerán nada simpáticos. Si les das una oportunidad, conforme los vayas conociendo mejor, se convertirán en tus mejores aliados y amigos. Te sentirás cómodo, respaldado, seguro de ti mismo y dispuesto a realizar cualquier hazaña que se te ponga por delante y que te apetezca conquistar; Estarás en condiciones de no conformarte a este siglo y será más fácil transformar el entendimiento y con ello tu hacer y querer.

La constancia y la capacidad de esfuerzo, son como un músculo que la práctica y ejercicio continuo los fortalece. Piensa en los deportistas famosos ninguno de ellos habría llegado donde está sin constancia y esfuerzo.

Las personas que triunfan generalmente han aprendido a desarrollar una gran capacidad de esfuerzo y la constancia a la hora de llevarlo a cabo. Algunos de ellos partiendo de condiciones muy adversas.

Y nada importante te llegará sin esfuerzo. desarrollar una gran capacidad de esfuerzo es lo que te permitirá continuar a pleno rendimiento mientras que otros tiran la toalla. Podrás plantearte metas y retos que otros sólo se permitirán soñar.

Desarrollar tu capacidad de esfuerzo en el estudio de la Biblia, exige progresividad y constancia. Si quieres desarrollar un músculo para hacer flexiones, sabes bien que de nada te sirve esforzarte mucho un día o dos.. Hay que empezar por pocas flexiones y cada día hace una o dos más. Eso es lo que tendrás que hacer para desarrollar tu capacidad de esfuerzo en el estudio. Empieza por poco porque al principio te costará mucho trabajo concentrarte. Cada día añade un poco de tiempo más, hasta alcanzar el tiempo justo que necesitas. Al final, lo harás como si nada... "sin esfuerzo". Lo que a otros les costará una barbaridad, tu lo harás muy fácilmente. Habrás conseguido una cosa muy importante. Tu entendimiento te dirá ante cualquier reto: sí, puedo.

La constancia en el estudio es fundamental. Imagínate lo que hace una semilla de un árbol frondoso. Todos los días crece un poco. Al principio le cuesta muchísimo trabajo. Un brote muy tierno debe romper la propia semilla, abrirse paso en la dura tierra, llegar a la superficie... Todos los días crece algo, casi imperceptible... Pero todos los días... Al cabo de años la semilla se ha convertido en un árbol gigante de 112 metros de altura y una docena de metros de diámetro.


 Satanás ha enseñado al mundo que cuando llegas a una edad adulta, cuando adquieres una responsabilidad en la vida, cuando triunfas en tus estudios técnicos o universitarios, entonces ahí se para el estudio. No y no puede ser así, la constancia en el estudio es fundamental. No dejes de estudiar. Tómalo con un entrenamiento. Ejercita tu cuerpo y mente cada día. No dejes largos períodos de tiempo sin hacer nada: estarás entrenando tu cuerpo en la vagancia (la gran enemiga del esfuerzo). Si quieres realmente llegar a ser  alguien diferente, entrénate siempre. El día tiene 24 horas; un tiempo de estudio al día no te impedirán divertirte, pasarla bien y hacer las cosas que te gustan.

Los cristianos estamos llamados a afectar al mundo y para ello tenemos que ser diferentes a los del mundo. El estudio bíblico es el alimento de la diferencia que Dios nos requiere. Tienes que hacer, al igual que los deportistas, un plan de entrenamiento. Y deberás llevarlo a cabo. En el cumplimiento de tu plan debes ser inflexible. Deberás controlar que cumples y que lo haces rindiendo bien, sin autoengañarte.

Para controlar tu esfuerzo y constancia debes hacer planes para estudiar a diario. Planifica tu entrenamiento día a día. No improvises. La mente humana pierde mucha energía si cada día se sume en la incertidumbre de tener que decidir. Acuéstate cada noche sabiendo lo que vas a hacer mañana. Durante el sueño tu cerebro se prepara. Te levantarás mentalizado y dispuesto a cumplir el Plan.

NO TE RINDAS NUNCA. Recuerda que tu mente ya conoce cómo fracasar. Ahora debes enseñarla a cómo triunfar.

En general la perseverancia en el estudio puede ayudar a todos. A los que ya son estudiosos les puede permitir mejorar su productividad y rendimiento. A lo que no estudian les pueden ayudar a superar sus fobias al estudio y falta de interés. Y los que ya se esfuerzan habrán encontrado un filón de oro hecho a su medida.

Los que se esfuerzan. Están llamados a afectar el mundo.

Después de todo, estudie e instrúyase en la Biblia, cambie ese mundito que Satanás le ha vendido y marque la diferencia. Si Dios a cada uno nos ve como Único, es que somos únicos, por favor reflexione y sálgase del montón.

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