Dejad De Ser Necios


Una de las características principales de esta civilización que vivimos, es que entre muchos letrados como entre ignorantes, existe la tendencia de pensar que Dios no existe y esto no debe entenderse como que se haya desatado un espíritu anti-Dios poco común en otras épocas de la humanidad, sino que muchas veces pareciese que el creer en Dios se haya vuelto más un objeto de moda que del pensamiento general para la gente del mundo de hoy. Solo basta ver el comercialismo de la alabanza, sus catantes o si no la corriente de la prosperidad económica y otras expresiones nada cristianas que se asolapan en el cristianismo actual. Muchos de los cristianos de principios de este siglo XXI se han acostumbrado a estas practicas y se dice a sí mismo con sus obras "No existe Dios" o “Dios no me escucha”, con lo cual pretende justificar sus malvadas obras y las abominaciones que comete a veces por imprudencias y otras en pleno uso de su conciencia.

Las obras y avances de las que se enorgullece la gente de este siglo, generalmente están acompañadas por obras que desmeritan el avance tecnológico y científico del que en la sociedad actual presumimos; un ejemplo de esto es que aunque hemos logrado interconectar a miles de persona a través de una magnifica red internacional que llamamos "Internet", no hemos podido sin embargo evitar que la misma red, sea utilizada para comercializar violencia, sexo, pornografía y drogas, que al alcance de un clic se exponen al servicio de miles jóvenes y niños. Otro ejemplo es el del avance de la ciencia médica; hoy en día muchas de las enfermedades que azotaron a antiguas sociedades, son curadas con simples remedios y recetas que gracias a la aparición de nuevos medicamentos y técnicas de realización, han hecho que enfermedades antes consideradas como mortales ahora no lo sean, sin contar además con las promesas que nos hace esperar en un futuro médico mucho mejor. Todo esto se ve empañado por la colocación de una cosa junto a otra sin interponer ningún nexo o elemento de relación de ideas y conceptos inhumanos como la eutanasia, o el aborto que ha ido cada vez más colándose en la legislación de muchos países, con la etiqueta de "mejorar la calidad de vida" de la gente, que puede decidir "libremente" sobre los aspectos de su vida y la de los suyos.

No debemos olvidar además las desigualdades en los temas políticos, sociales o económicos de nuestros tiempos, hemos logrado la declaración de los Derechos Humanos, pero miles de niños, jóvenes, hombres y mujeres, se ven victimas de la guerra, del hambre, de la pobreza, del terrorismo y otros muchos males que por más que se intente no se ha podido frenar. Cree el necio para sí:...no hay Dios, o bien podríamos añadir: "Cree el mundo para sí: No hay Dios", y lo dicen no solo los necios, sino los sabios, los letrados, los artistas, los políticos, los médicos, la gente que trabaja con nosotros, lo que estudian con nuestros hijos, los que comparten nuestro autobús, lo dicen nuestros vecinos y muchas veces hasta en nuestra familia. Este es el sentimiento generalizado de los cristianos de hoy, tener que enfrentarse día tras día a un mundo que parece haberle dado la espalda a Dios y aunque a veces pretenda buscarle en teorías, la mayor parte del tiempo termina lamentablemente por creer que es cierto: en medio de esta vida tan dura: "No hay Dios" o como lo disfrazan en la concebida frase "es que Dios no me oye".

De esta crisis de fe colectiva, debe surgir entonces el anuncio gozoso de la Iglesia, de cada comunidad, de cada autoridad eclesiástica y del creyente que confiesa a Cristo no sólo con sus palabras sino con su propia vida. El mundo quiere escuchar este mensaje salvador, anhela silenciosamente que su suerte pesimista se vea revertida por el gozo de la salvación que nos ha traído Cristo con su muerte y resurrección. Para los cristianos auténticos en Cristo, este es nuestro compromiso, nuestra misión, nuestra tarea, nuestra labor más noble y loable y aunque nuestros horizontes se vean ennegrecidos por la multitud de nuestros pecados, confiar y anunciar que la balanza no esta de lado del mal, sino del lado del bien y de la misericordia, que la victoria de la Cruz es capaz de vencer la muerte y que la resurrección de Cristo ha traído para nosotros una nueva vida de Paz, Gozo y Amor.

Cristo ha venido a nosotros y sigue viniendo, a igual que su misericordia, cada día por eso lo adoramos, Él, ha venido a mostrarnos que Dios si existe y que Satanás y la muerte no tienen la última palabra; es esto lo que anunciamos decimos: "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" 1 Corintios 15:55; "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" Romanos 8:37. Aun así los necios seguirán insistiendo y déjeme explicárselos de esta manera: En la vida hay dos tipos de personas y cada uno de estos tipos expresan su estilo de vida a través de un Salmo. Un Salmo es una expresión del alma que revela lo que impera en lo recóndito del alma. Quiero presentarte los dos tipos de personas y usted podrá ubicarse en el que mejor exprese su alma.

Salmo 23 del primer tipo de persona:

Yo soy mi pastor. Siempre padezco necesidad.
Voy de comercio en comercio y de psicólogo en psicólogo en busca de alivio sin encontrarlo.
Me arrastro por el valle de sombra de muerte y me desmorono.
Le temo a todo desde los pesticidas hasta las líneas eléctricas, y comienzo a actuar como mi madre.
Voy a la reunión semanal del personal y estoy rodeado de mis enemigos. Voy a casa y hasta mi pez de colores me desprecia.
Unjo mi cabeza con Tylenol extra fuerte.
Mi Bacardí está rebosando.
Ciertamente la miseria y la desdicha me seguirán, y viviré dudando de mí por el resto de mi solitaria vida.

Salmo 23 del segundo tipo de persona:

1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

¿En que Salmo te ubicas?

Los cristianos somos responsables de rescatar este mundo para Cristo. Si estas en el primer grupo te invito para que hoy mismo pases al segundo grupo. Ese buen Pastor te espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario