La Herramienta Olvidada

Madre corrigiendo a su hijo
Vivimos en una cultura en la cual las controvertidas opiniones en cuanto a la disciplina de los niños son tan variadas, que muchos niños se crían sin disciplina, teniendo como resultado que son egoístas, exigentes y quejones. Las escuelas son cada día más desordenadas porque no pueden controlar a los niños, los cuales se crían muchas veces sin disciplina y sin Dios. Aun padres cristianos muchas veces no quieren disciplinar a sus hijos y ellos se convierten en rebeldes, dominando a sus padres y siendo los que controlan el hogar. En los pases latinoamericanos y el mío no es una excepción de la regla, tarde o temprano se promulgan leyes en el sentido de protección al niño y eso es bueno, pero no limita que un cristiano, aplique la enseñanza bíblica en cuanto a la corrección y si en algún momento el principio bíblico contradice el legal, en mi, como cristiano seguirá rigiendo el principio bíblico. La anterior posición, la doy como respuesta al conflicto que emerge cuando la ciencia y justicia del hombre, pueda generar un conflicto con el principio divino (bíblico). Y no debemos de olvidar que en la historia humana, las posiciones del hombre varían de una a otra época, mientras que la Palabra de Dios es eterna e inmutable.

Esa Palabra eterna e inmutable nos enseña:
  • "La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre." Proverbios 29:15
  • "La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él." Proverbios 22:15
  • "El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige." Proverbios 13:24
Travieso y necio.
Los niños que no aprenden las consecuencias desagradables del mal comportamiento, se crían confundidos y sin la capacidad de distinguir entre lo malo y lo bueno. Llegan a ser consentidos y egoístas. Ahora bien, Tus hijos no son tus hijos, tus hijos son de Dios. Salmo 127:3 "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre." Esto significa que los hijos son posesión de Dios y están encargados a nuestro cuidado. Ya que somos sus guardianes, no debemos hacer con ellos lo que nos plazca.

La Vara Y La Corrección

La vara no debe ser un palo grande que haría daño serio al cuerpo del niño, sino una regla la cual resuena en la piel pero no daña el cuerpo. Y debe aplicarse de una a dos veces sin ira. Si la Biblia especifica la vara, creo que ella es mejor que la mano, la cual muchas veces no duele, especialmente si hay pañales o pantalones gruesos. He visto a madres que dan con la mano a sus niños los cuales se van riéndose. Así aprenden a burlarse de la disciplina y la autoridad. La vara es un instrumento importante en la disciplina de nuestros hijos. No es fácil de usar debido a que va contraria a la enseñanza moderna. El mundo ha corrompido el concepto "amor" de tal manera que declaran que dejar que un niño haga sus propias cosas es una expresión de amor. También declaran que el azotar al hijo desobediente, es equivalente a abuso de niños. Las Escrituras enseñan algo totalmente diferente. Pues el Dios que nos ordena a amar y no odiar, también declara: "El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Proverbios 13:24

Siempre pendiente de sus hijos
El amor está incompleto sin la corrección de la vara y la reprensión. Pero la vara siempre fue el instrumento usado para administrar disciplina correctiva y física. En algunas culturas talvez sea un palo, un cincho, una correa o una regla firme. Pero cualquiera que sea el instrumento, este es la vía usada para hacer regresar al camino correcto, al niño porfiado y caprichoso. Los verdaderos creyentes sabemos que desde el momento que estos niños son concebidos, ellos son pecadores. Si no somos segados por su preciosidad, podremos verlos proyectando desde su infancia, esa desgraciada naturaleza pecaminosa. Dios declara que el niño no disciplinado y consentido a su voluntad; trae vergüenza a su madre. No se puede concebir una representación mas clara de miseria y ruina. Usar la vara de la manera correcta, requiere amor (amor a Dios y amor al niño). Muy a menudo cuando la disciplina física es usada, esta es aplicada como resultado de enojo, y es allí cuando el abuso del niño sí se hace realidad.

Nosotros, los padres que tenemos la responsabilidad de disciplinar a nuestros hijos, debemos siempre hacerlo bajo la autoridad de Dios y de la manera que demuestre el amor de Dios y su actitud. Dios no nos abusa en Su castigo, El lo hace en amor. La disciplina bíblica también requiere palabras de amor. Cuando lleguemos a entender esa preciosa verdad entonces podremos expresar nuestro amor por nuestros hijos especialmente cuando somos llamados a usar la vara. Debemos asegurarles que la vara es administrada con un corazón lleno de amor por ellos. Es una cosa terrible cuando personas que declaran ser cristianos castigan corporalmente a sus hijos sin reprenderlos primeramente ni tampoco les enseñan del amor de Cristo. Tampoco debemos olvidar que acompañando a la reprensión está la oración, esta pone al padre como al niño cerca del Señor. No se puede sobre enfatizar la necesidad de la oración en la disciplina y la instrucción de nuestros hijos.

Hijo educado: cero enemigos, cero problemas.
Primeramente debemos repetidamente acercarnos a Dios buscando el sustento del Señor y como y cuando debemos disciplinarlos. Necesitamos pedir gracia para tener el deseo de obedecer Su Palabra y reverenciar humildemente ante Su instrucción sabia. Debemos orar por nuestros hijos. Debemos hacer eso personalmente mencionando a cada uno por su nombre y por sus necesidades específicas más de una vez. No hay mayor bendición para nuestros hijos como hijos de Dios, que el tener padres temerosos de Dios quienes obedecen a la Palabra de Dios. Padres quienes usan la vara y la reprensión cuando Dios la requiere. Amen.

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