2014 Escoja: Oveja o Cerdo

“Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios” 1 Juan 3:9.NVI

Los cristianos pueden y van a pecar, pero ya no es nuestra naturaleza hacerlo. Tenemos una nueva naturaleza, y por que es nueva naturaleza no vamos a seguir en lo que algunos llaman el pecado "habitual y temeraria".

Es como la diferencia entre las ovejas y los cerdos. Las ovejas y los cerdos viven en la tierra turbia y sucia. Sin embargo, ellos viven y experimentan de manera muy diferente. Las ovejas pueden embarrarse y ensuciarse, pero no creo que a ellas les guste. Su naturaleza es diferente de la de cerdo. El cerdo le encanta ensuciarse y le encanta el barro. El cerdo es de vez en cuando esta limpio, pero prefiere ser fangoso. La oveja es ocasionalmente se embarra pero quiere estar limpia. Un cerdo será feliz de estar perpetuamente en el barro. Una oveja no. Una oveja no se quedará en el barro. No es su naturaleza hacerlo.

Ahora imagínese una finca en la que llovió todo el día y fuera del establo es un lodazal. El barro es tan denso y profundo que uno de sus animales fue atrapado en el barro. Completamente cubierto de barro, en realidad no podía saberse qué clase de animal era. Era sólo un montón de barro con los ojos mirando hacia afuera. Pasan los días y usted no sabe qué hacer. El animal se encuentra todavía en el barro. Así que decide llamar al veterinario: Doctor, tengo un animal encerrado en el barro fuera del establo. ¿Puede ayudarme a identificarlo?
Él pregunta: ¿Qué tipo de animales tiene usted ahí en su granja?
Usted dice, tengo ovejas y tengo cerdos.
El doctor le pregunta: ¿Cuánto tiempo hace que este animal alojado en el barro?
Usted dice: Él ha estado allí durante una semana.
El doctor dice, te puedo decir, es un cerdo.
Pero dices: Hablé con el animal y me dijo que era una oveja.
El doctor dice: Él puede decir lo que quiera, pero si él ha estado en ese barro tanto tiempo, no hay manera, él es un cerdo, no importa lo que diga.

“Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios. Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano” 1 Juan 3:9..10

Puedo traducirlo de esta manera “Ninguna ovejas hace una práctica de permanecer en el lodo; Es una oveja y no puede permanecer en el barro porque nació oveja. Por esto, es evidente que el que se quede en el barro es un cerdo”.

Los cristianos somos nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios, que produce una nueva naturaleza en nosotros que cambia la forma en que experimentamos el pecado. Solíamos estar bajo el dominio del pecado. Estábamos esclavizados al pecado. Pero al nacer de nuevo ya no.

La regeneración es el nacimiento de una nueva naturaleza con un nuevo conjunto de deseos. Por el ADN espiritual de Dios, ahora preferimos estar limpios. Preferimos agradar a nuestro Padre celestial. Nuestra nueva naturaleza celebra la santidad. Nuestra carne está todavía con nosotros y todavía atenta pecar contra Dios. Pero no nos quedamos allí. Como dice Juan, no practicamos mas el pecado, porque el ADN de la pureza de Dios está en nosotros. De tal palo, tal astilla. Las ovejas no somos cerdos.

Juan afirma con absoluta claridad que los que viven en pecado habitual no han visto a Cristo y no conocen a Cristo. Esto es lo mismo que decir que no tienen una relación salvadora con Cristo. Por otro lado, aquellos que permanecen en él viven una vida marcada por la rectitud y la pureza habitual en vez de la anarquía (rebelión) y desobediencia. Mientras que el no creyente vive en pecado y no ha visto ni conocido a Cristo, el creyente ha terminado una vida de pecado, ha experimentado una ruptura decisiva con el pecado. El pecado ya no controla su vida.

No hay jactancia o ganancia de la salvación. No somos hijos de Dios, si actuamos de la vieja manera; actuamos de nueva manera porque somos hijos de Dios. Si usted es un cristiano, usted es un hijo de Dios. Su naturaleza está en ti. Los hijos se parecerán a sus padres, aunque no a la perfección. Con el tiempo los hijos adultos se sorprenden, nos estamos convirtiendo en nuestros padres.

Espiritualmente, la misma cosa es verdad. Nos estamos volviendo más y más como nuestro Padre celestial. Si no estamos y si el parecido es cada vez más disonante con Dios, ¿somos realmente hijos de Dios?

El Espíritu Santo está en nosotros con la meta divina de hacernos más como Cristo

Nosotros subestimamos la importancia de Dios en nosotros. ¿Por qué el Espíritu esta en nosotros? ¿Qué está haciendo? ¿Es perezoso? ¿Está vacacionando? No. Él nos está santificando. Él está avivando sus deseos justos en nosotros.

Convenciéndonos a renunciar del pecado. Nos conforma a la imagen de Jesús.

Dios nos disciplina con amor y es la disciplina la que tenemos que soportar. Dios nos trata como a hijos. Porque “Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos” Hebreos 12:7..8

Lee y entiende bien, Dios está comprometido con tu salvación. Él te ama. Él te ama lo suficiente como para traer un poco de lluvia en tu vida, en una herida aquí o dolor allí, pero El también cuando desobedeces usa otras formas de disciplina, pero neceamos queriendo seguir dependiendo del mundo y de nosotros mismos y del pecado. Dios no permitirá que continuemos en pecado. Él nos ama demasiado como para dejar que eso suceda.

Dios obra a través diferentes medios para mantenernos de servidumbre permanente de pecar: Escritura. Oración. Meditación. La predicación. Culto. La comunión con otros cristianos. La iglesia. Las circunstancias de la vida. ¿Qué hay de la responsabilidad? O incluso la disciplina de la iglesia. Pone a cualquier persona que sea lo suficientemente honesto con usted para informarle cuando se está arruinando. Uno de los mejores medios que Dios usa es otro hermano que nos diga cuándo estamos siendo cerdos, dejando de actuar como una oveja.

Mateo 18 describe cómo confrontar amorosamente el uno al otro cuando vemos un pecado que domina la vida de otro cristiano. Es una manera en que Dios nos guarda de la esclavitud del pecado.

¿Qué pasa dice ser cristiano y sin embargo hace tal y tal cosa?

Si Usted es cristiano genuino no continuará en su pecado habitual.

El pecado es un destructor. El pecado es un cáncer. Jesús derramó su sangre para que el pecado que persisto en cometer. Pero entonces llegamos a nuestros sentidos espirituales y confesamos que el pecado, empezamos hacer las cosas bien y restauremos nuestro testimonio y seguimos a Dios.

Pero cuando alguien que dice ser cristiano pone su mente para continuar en el pecado (internamente dice No, no voy a cambiar de rumbo. Me encanta este pecado demasiado. Debo permanecer en el barro), aun cuando los amigos piadosos protestan y lo enfrenten, cuando el pecador se niega a salir del barro, su verdadera naturaleza se revela. Él no es un hijo de Dios, sino un hijo de la persona que ama el barro inmoral y quiere estar allí con él como le sea posible. “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio...” 1 Juan 3:8

Así que amigos, si usted está en el barro, salga de ahí. Si has estado en el barro por un largo tiempo, reflexiona y pregúntate, ¿Soy hijo de Dios? Y cuando realices en ti que eres hijos de Dios entonces disfruta de ser una oveja limpia. Para el nuevo año 2014 ya es tiempo que muchos dejen su condición de cerdos.

¿TÚ QUÉ ERES?


Con los mejores deseos para que el próximo año podamos ver a Dios en una nueva dimensión, en la dimensión de una verdadera oveja. Feliz sea en vosotros el año 2014 y que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, se acoja en vuestros corazones.


En el Amor de Cristo, Pastores, Saúl y Silvia Guevara

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