2014, Con Temple De Acero

Durante muchos años un herrero trabajo con ahínco, practico la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida; muy por el contrario sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

Una tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comento: "Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado".

El herrero no respondió enseguida, el ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y termino por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:

"En este taller yo recibo el acero aun sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tu como se hace esto?, primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo, enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo mas pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada, luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente"

El herrero hizo una larga pausa y siguió: "A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformara en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro viejo que ves a la entrada de mi herrería".

Hizo otra pausa mas y el herrero termino: " Sé que Dios me esta colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tu esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de hierro viejo de las almas ".

Cuando la burra vio al ángel del Señor, se echó al suelo con Balán encima. Entonces se encendió la ira de Balán y golpeó a la burra con un palo. Pero el Señor hizo hablar a la burra, y ella le dijo a Balán: ¿Se puede saber qué te he hecho, para que me hayas pegado tres veces?” Números 22:27..28. NVI

Balán vivió en los días en que Israel peregrinaba por el desierto. Un día un rey cananeo, llamado Balac le pagó para que maldijese a Israel. Dios ya le había dicho al vidente que no fuera a cumplir la encomienda, pues Israel ya estaba bendito, pero Balán, movido por las dádivas, desobedeció y emprendió la marcha dispuesto a cumplir la voluntad del rey. Para impedirlo en su propósito, el Señor mandó a su Ángel. para que se atravesase en el camino y no lo dejase pasar. Pero la rebeldía de Balán lo cegó al punto de no darse cuenta de lo que estaba enfrente de el. El profeta iba tan ciego, que Dios tuvo que abrir la boca de una asna para que él pudiera sentar cabeza.

¿Has actuado como Balán y haz querido hacer tu propia voluntad y no la de Dios? El camino por el cual debes andar esta trazado por Dios, que sabe tu futuro, sin embargo, desobedeciste su camino y te fuiste por el tuyo aunque sabias que era malo.

En muchas ocasiones nos comportamos así. Golpeamos a quienes en ocasiones nos dicen la verdad, quienes nos impiden que sigamos nuestro mal camino, y es que, cuando estamos cegados por lo que sentimos y lo que queremos hacer, nuestro ego nos impide pensar y no respetamos a nadie.

Esto sucede incluso con los verdaderos amigos, esos amigos que siempre están con nosotros son los que nos dicen que no debemos hacer nuestra voluntad, sino la de Dios. Lastimosamente no le hacemos caso ni nuestros amigos, ni hermanos, ni a nuestras autoridades. Es justo ahí cuando te encuentras luchando contra lo que Dios quiere, que olvidas que tu relación con Dios no es a tu manera, sino a la manera de Dios.

Déjame destacar este ejemplo: "Moisés, Moisés, Moisés, quita el calzado de tus pies porque el lugar que pisas santo es": Moisés se quería acercar a Dios con su calzado, pero esa no era la forma en la que Dios quería que el se acercara. Así también, nuestra relación con Jesús, nuestra vida espiritual, es a la manera de Dios.

El mensaje de Dios para tu vida es este: Es tiempo (Y sí que lo es) Es tiempo de destruir lo que te impide tener una intimidad más profunda con Dios; Tiempo de eliminar el anatema escondido, que solo tu conoces y que te impide ganar todas las batallas.

Hoy Dios te dice "quita el calzado de tus pies” quita eso que te impide acercarte a mí, quita eso que no va conmigo, quítate las sandalias de la mentira, la mundanalidad.

Es tiempo de templar el acero y dejar de perder el tiempo. Tiempo de dejar de cantar para el publico y comenzar a cantarle a Dios. Tiempo de no buscar la gloria de la gente sino de buscar la gloria de Dios. Tiempo dejar de buscar la unción, para ir a buscar al Señor de la unción.

Es tiempo no de buscar la bendición de Dios, sino de buscar al Dios que bendice: a Jesucristo.

Es tiempo de dejar de pecar, tiempo de amar, pues, "en los postreros días el amor de muchos se enfriará, pero el que persevere (amando) hasta el fin será salvo".

Es tiempo de adorar a Dios, no como nosotros queremos, sino como Él quiere. Pues la palabra no dice que Dios busque adoración... la palabra dice que Él busca verdaderos adoradores que la adoren (como Él quiere) a su manera.

¿Te das cuenta que hay que templar el acero para este nuevo año? ¿Si? PUES HAZLO.


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