La Necedad Maldice Tu Ser

La necedad, no es un accidente, sino el resultado de vivir como necio, creer como necio y actuar como necio con metas que llevan a un final inexorable.

Vivimos en una sociedad de consumo; en donde se nos estimula a gastar, para que nos consideremos algo. A los estudiantes se les considera como populares si aparecen con lo último en sistemas de música, celulares, vídeo juegos, etc. y no solo los estudiantes si hasta los mayores entran en esta parte.
Para el mundo esto es éxito: poseer muchos bienes en este mundo, pero para Dios es necedad... ¿Pero que es la necedad?

Proverbios 26 (Traducción en lenguaje actual TLA): La necedad
"1 No es posible imaginar que caiga nieve en la selva ni que llueva en el desierto ni que se alabe a un tonto. 2 La maldición sin motivo jamás surte efecto; es como un ave sin rumbo. 3 Para el caballo, el látigo; para el burro, el freno; para el necio, el garrote. 4 No te pongas al nivel del necio, o resultará que el necio eres tú. 5 Pon al tonto en su lugar, para que no se crea muy sabio. 6 Enviar como mensajero a un tonto da lo mismo que no enviar a nadie. 7 Dime de qué sirve que el tonto diga proverbios, y te diré de qué sirve una carreta sin bueyes. 8 Dime de qué sirve alabar al tonto, y te diré de qué sirve un arco sin flechas. 9 Un proverbio en labios de un tonto es lo mismo que un cuchillo en manos de un borracho. 10 Tan peligroso es que lances piedras al aire, como que a un tonto le des trabajo en tu casa. 11 El perro vuelve a su vómito, y el necio insiste en su necedad. 12 Más puede esperarse de quien reconoce que es tonto, que de un tonto que se cree muy sabio."

Para Proverbios hay tres clases de hombres: el sabio, el necio y el simple o inexperto, siendo el sabio el que conoce la Palabra y la aplica, el necio el que cree que no necesita esa sabiduría, pues con la suya le alcanza y el inexperto que es quien no sabe cual escoger.

Obviamente, incluso nosotros los creyentes que se supone buscamos la sabiduría de Dios para aplicar en nuestras vidas, podemos en determinados momentos actuar como inexpertos o incluso necios.

Por lo anterior es que siempre debemos al momento de tomar una decisión preguntarnos si estamos actuando de acuerdo a los principios generales de la Palabra de Dios o a lo que a uno le parece mejor.

Generalmente el necio tiene una sola sabiduría, la de que dice que el buey solo bien se lame, pero no reflexiona que ciertamente se lamerá bien las heridas que reciba por su necedad.

A veces no se puede lidiar con la necedad, cuando la gente no quiere abrir su mente es imposible, no hay frase ni palabra que haga que la mala actitud cambie, en muchas ocasiones esta tan arraigado en las personas que con el paso del tiempo pierde la conciencia de lo malo que cada cual lleva consigo, que difícil para el necio el ser mejor y superarse a sí mismos, resulta difícil explicarle a un cerebro que ha vivido equivocado toda la vida que atrás de la necedad hay una vida diferente y sentimientos maravillosos capaces de cambiar vidas como el amor, la pasión, la honestidad, la unidad, la humildad, la sinceridad y la satisfacción de saber que ayudaste o escuchaste a alguien, pero obvio alguien como esos seres, los necios, nunca sabrán la diferencia porque tienen miedo a cambiar, son cobardes. Pero al pasar de los años no hay escape la vida nos cobra la factura y todo lo malo vuelve a uno con la misma potencia y el castigo mientras esperan su turno, es vivir con el temor y el terror de que las personas que los rodean puedan pagarles con la misma moneda.

Con estos antecedentes construyamos ahora una definición de necedad:
"La palabra es usada en las Escrituras con respecto a deficiencias morales más que intelectuales. El necio no tiene falta de capacidad mental, sino que usa mal esa capacidad. En la Escritura, necio es la persona que hace a un lado el temor de Dios, piensa y actúa como si puede vivir tranquilo sin considerar los principios santos de Dios (Salmo14:1; 92:5 y 6; Proverbios14:9)" (Diccionario Unger Pág.375).

En una frase sencilla necio es aquel que ha cerrado su mente a Dios a un cuando él cree que todavía esta con Dios y tiene las siguientes características según Proverbios:
1. Es moralmente peligroso: La concurrencia de tantos necios es la que ha logrado que nuestra sociedad acepte cosas que son inmorales y que el relativismo se imponga, haciendo a un lado los principios, que de acuerdo a Dios, nos harán felices.
2. Es una persona que cree que sus opiniones son verdad: No escucha, peor, no acepta otras posiciones y más aun si vienen del ala religiosa. No aprende de otros. Proclama su posición siempre de forma que su necedad es pública.
3. Es virtualmente incambiable: Está tan convencido de su verdad que a menos que su actitud cambie, la verdad de Dios o la de los otros, jamás entrará en él.
4. Impulsivo: Al no actuar por principios, lo hará siempre por la conveniencia inmediata y por lo que se siente bien. Ha comprado la máxima del post-modernismo: "Lo que se siente bien, está bien".
5. Es sordo a la instrucción y no puede ser disciplinado: No soporta que se le "sermonee", nunca aprende de sus errores y siempre encuentra a quien culpar. Es peligrosamente abusador. Es acaparador y trata que la escasa gente que lo rodea sea solo para él.
6. Comete maldades: Al no tener temor de Dios y rechazar su sabiduría, solo puede ir camino del mal, que obviamente, justifica hasta creer que sus acciones no están mal.
7. Confía en el supuesto que todo lo sabe: No hay peor supuesto para un ser humano que considerarse el dios de su vida y regirse solo por su propia sabiduría. Jugar a ser necio solo traerá dolor al necio y a los que lo rodean.

No hay peor cosa que argumentar con un necio, por tanto, es un asunto de actitud. Hasta que no haya un despertar espiritual en una persona necia, nuestras argumentaciones son vanas y no llegarán a ningún lado.

Un necio, por más esfuerzos que haga, nunca podrá ocultar su necedad. Proverbios 17.12 nos enseña que no es cosa ligera ni fácil lidiar con los necios. En la mayoría de los casos, el mejor consejo es apartarse de ellos hasta que su necedad deje de controlarlos o Dios tome bajo su mano su incapacidad de control. Estas acciones, según Proverbios 26.11 demuestran que una persona necia es una persona que es desagradable, molesta, incómoda e incluso es una persona que causa repudio. Si el necio quiere estar en su necedad, entonces nadie debe estar con él.

La necedad es un reflejo de la mente inmadura, de una mente frustrada, de la mente no consagrada, de la mente del creyente o no creyente que se encuentra en un estado exaltado de sí mismo. Si la dejamos gobernarnos puede llegar a hacer estragos verdaderamente terribles en nuestra vida. Es necesario tenerla bajo control como todas las demás cosas que no proviniendo de Dios, atacan nuestra aspiración de santidad y madurez.
Y siendo tan explícita la Biblia en cuanto a la necedad, igual de explícita es para mostrarnos la forma en que podemos someterla. Veamos esta fórmula en el libro de los Salmos: “Escucharé lo que hablará Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos para que no se vuelvan a la locura” (Salmo 85.8)
La necedad se aleja de nuestra vida, cuando en lugar de escucharnos a nosotros mismos nos decimos a escuchar la voz de Dios. Cuando seamos capaces de dar preeminencia a la voz de Dios, ya sea por la Biblia o por nuestros pastores, por encima de nuestros propios criterios, estaremos en el mejor camino para dominar la necedad y en consecuencia alcanzar el mayor porcentaje de madurez posible.

Que la Palabra de Dios en esta enseñanza nos sirva de advertencia a no comportarnos como necios, porque aun los creyentes podemos tomar esa actitud en determinadas áreas de nuestra vida, sino permitir que la sabiduría de Dios, entre en cada una de las decisiones.

Nunca se permita tomar decisiones sin Él, y siempre recuerde que Santiago dice que el que necesita sabiduría se la pida a Él, que nos la dará abundantemente.


Oro porque usted y yo nos convirtamos cada día en buscadores de la sabiduría de Dios como único camino a evitar la peor posición que puede tener un ser humano: SER UN NECIO DELANTE DE JEHOVÁ

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