Hablemos De Hipócritas

En estos días conocí del proceder de una persona que en su trabajo siempre busca hacer de sus compañeras unas enanas serruchándoles el piso y de ser posible hasta las rodillas y siempre se presenta como una creyente activa fiel hija de Dios… asi como de ella se de muchos casos similares. Como también de casos del uso del nombre de Dios en vano.

Ahora bien, si en todas las iglesias cristianas, hasta donde tengo conocimiento, se enseña que leer la Biblia nos acerca a Dios, que orar es hablar con Dios, que, si lo buscamos en espíritu y verdad, Él está con nosotros, que la fe es por el oír la palabra de Dios y sin fe es imposible agradar a Dios, que sin santidad nadie verá al Señor, etc.

Entonces si tenemos todas esas enseñanzas surge así la pregunta del millón: ¿por qué hay entre el pueblo escogido de Dios tantos hipócritas, que dicen conocer a Dios, pero que con sus acciones y actitudes reflejan todo lo contrario?  

Uso el término de la pregunta del millón en el entendimiento que este decir nos habla de una pregunta que apunta a algo importante y que es muy difícil de responder o tratar.

Empezaremos por decir que la respuesta a esta realidad de hombres y mujeres de este tiempo o anteriores, responde a tres realidades: 1) Su corazón sigue siendo pagano, 2) Su caminar está infectado de demonios y 3) Su alma no es libre porque sigue atada al pasado, aunque muchos de ellos se autodenominen cristianos, no lo son.

La incredulidad y la vivencia es un mal habitual que pasa de padres a hijos, se trasmite entre maestros a estudiantes y entre amigos y amigos, por lo que no es raro que suceda entre creyente y creyente. Es por eso la abundante forma mediocre de vivir y pensar de las generaciones de este tiempo. La luz de Cristo no está en ellos, el ego es su dios y la hipocresía es su forma de manifestar quién vive en ellos.

Debemos estar claros que una cosa es tener conocimiento de la Biblia y otra es tenerla en el corazón. 

Por lo general buscamos a Dios por alguna necesidad ya sea personal o familiar o hasta para que nos ayude a tener buenos resultados en nuestros estudios, trabajo y aun para enamorar al sexo opuesto, los más hipócritas solicitan bienes materiales como un auto, una casa, viajes o cuantas banalidades se le ocurra.

Muchísimos, pero muchísimos cristianos, aún no han entendido que Dios no trabaja por interés de quienes lo buscan. Dios da respuesta a quienes desinteresadamente se entregan a Él y confían en Él.

Quizás la hipocresía es un problema más profundo. Quizás la razón por qué la gente encuentra tanta hipocresía en los cristianos no es solamente porque los mismos cristianos son hipócritas, sino porque hay una falla general en la predicación cristiana. Quizás esta forma de este llamado cristianismo, es el mayor hipócrita de todos.

La hipocresía entre aquellos de nosotros que profesamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador sigue siendo un obstáculo para los incrédulos. Y ese problema probablemente nunca ha sido más claro que cuando Ghandi de la India dijo esto sobre el cristianismo: “Me gusta su Cristo. No me gusta sus cristianos. Sus cristianos son tan diferentes de su Cristo”. Muchas de las personas más deshonestas que he conocido dicen seguir a Jesús. Esto es lamentable, los falsos cristianos hacen más daño a la expansión del evangelio que los ateos. 

No debe sorprendernos que en la iglesia de Cristo haya personas con serios problemas en sus corazones (algunos más visibles que otros). La iglesia evangélica, no es un museo de santos inertes, la iglesia es un hospital para pecadores. Jesús vino a llamar a pecadores, no a personas justas (Marcos 2:17)

Esto me lleva a no condenar por completo a los hipócritas en la iglesia visible. En Cristo hay gracia y esperanza para falsos cristianos.

Pero más allá de todo lo que he mencionado, Cristo enseñó que nadie en realidad lo rechaza a Él por el mal testimonio que dan los falsos cristianos o las fallas de los verdaderos cristianos. El mundo rechaza a Jesús simplemente porque el mundo odia a Dios y ama lo malo (Juan 3:18...21).

 La Palabra de Dios es clara y precisa: “Busca el reino de Dios y su justicia y Todo lo demás será añadido” Hoy preferimos buscar las añadiduras primero que el reino de Dios. Lo estamos haciendo a la inversa de lo que dice la Palabra de Dios y es por eso que no recibimos lo que pedimos y andamos de tumbo en tumbo. Toda acción tiene una reacción en el mundo terrenal, igual pasa en el mundo espiritual, porque lo que se ve es producto de lo que no se ve.

¿Qué significa esto? Significa que lo estamos haciendo al revés y eso no le agrada a Dios. Dios no puede ser burlado, mejor es que no me hubieras conocido dice la propia Palabra inspirada por Él.

No basta con decir creo, no basta con repetir varias veces creo…mira, el diablo cree en Dios y tiembla y hasta le obedece, pero tú de seguro solo dices creo en Dios, pero ni le obedeces, ni tiemblas y ni pones en tú corazón la palabra inspirada por Dios.

A Dios no le agrada los hipócritas, la Biblia dice claramente: Los vomita, creo que tú no quieres cosechar de lo que estás sembrando en tu vida, por lo que requieres un cambio radical a tu forma de actuar y de vivir ante los ojos de Dios.

 Algunos escucharon la Palabra de Dios y esta entró en su corazón, el Espíritu Santo los convenció de su veracidad e hizo que nacieran de nuevo. Los hipócritas conocen la Biblia, pero son falsos, no les interesa llevarla a la práctica.

Entre las multitudes que se dicen cristianas y ser seguidoras de Jesús, existen los escogidos y los que no fueron alcanzados o, mejor dicho, los que endurecieron el corazón. Dios no se revela a los falsos. Los cristianos hipócritas solo alcanzarán la salvación eterna si tienen el valor y la humildad de someterse a Dios, reconociendo que han estado escondidos detrás de una farsa.

Pablo dice así: “…pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy” (Romanos 11: 7...8).

Quienes acuden a la iglesia, pero no se entregan al Señor Jesús, van a continuar mudos, sordos y ciegos espiritualmente, sin entendimiento de las cosas divinas.

Has llegado hasta aquí porque es el mismo Dios que quiere ver frutos en tu vida. No mires lo que haces, no mires lo que hace tus padres ni tus amigos, mira al que te da una nueva oportunidad de respirar hasta hoy, tal vez mañana ya no lo puedas hacer, creo que Él es el Dios de la oportunidad que quiere tener una nueva experiencia contigo. Si lo rechazas, él te rechaza y de seguro todo ese conocimiento que hay en tu cerebro de nada servirá porque es como alar la cadena de un baño… se va y se pierde hasta llegar a las profundidades del mar y allí permanecerás tú y tu soberbia hipócrita, y tu ignorancia incrédula.

Qué esperas… date la oportunidad que Dios ya está dispuesto a dártela.

Por último, no basta con decir amén, que en realidad se nos ha enseñado que significa así sea, esa es una mala práctica, la palabra amén significa realmente así será y será es futuro no hoy. Quieres que tu futuro sea renovado, entonces amén es la forma de expresión correcta.

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