Empresaria Y Cristiana

En la Biblia tenemos narraciones de mujeres muy humildes que conocieron y siguieron a nuestro Señor Jesucristo, pero también habla de mujeres nobles y distinguidas (Hechos 13:50; 17:4, 12), que eran mujeres de influencia y ricas. Lidia, era una de ellas. Damos gracias a Dios que Él no hace acepción de personas. Él llama a pobres y ricos, a mendigos y despreciados por la sociedad y a reyes y poderosos. Su mano llena de gracia y misericordia alcanza a todo tipo de personas y clase social.   

Pablo, con sus acompañantes Timoteo, Silas y Lucas, llegaron a Filipos que era la primera ciudad de la provincia de Macedonia. Filipos era una comunidad muy próspera y activa en aquellos tiempos. Era un lugar estratégico para introducir el evangelio en Europa. En Filipos, aunque había algunos judíos, eran muy pocos, porque no tenían sinagoga. Para formar una sinagoga tenía que haber como mínimo 10 judíos varones, y se ve que en Filipos no había ni siquiera esos 10 hombres judíos.  Era una ciudad sin sinagoga. Aunque no había sinagoga, las mujeres judías sí podían reunirse para orar juntas. Se supone que Pablo y sus compañeros indagaron en la ciudad y se enteraron que, aunque no hubiera sinagoga las mujeres se reunían al lado del río para orar y así fueron (Hechos 16:13). Y hallaron a una mujer llamada Lidia.

Lidia era una mujer de negocios, vendía tintura de púrpura y telas finas de púrpura. Esta clase de telas eran muy caras debido al costoso procedimiento de teñido. El colorante era raro y caro. En Tiatira, la ciudad natal de Lidia, inventaron otro método de conseguir el tinte y era más asequible para la gente trabajadora, aunque seguía siendo caro. Por lo tanto, Lidia debió de ser una mujer rica e influyente, muy conocida en toda la ciudad. Tenía una casa grande y probablemente con sirvientes. No sabemos si era una mujer soltera o viuda. Pero parece que ella es la que lleva el negocio y la que toma las decisiones en su casa.

Lidia era una mujer gentil de la ciudad de Tiatira, que estaba situada al oeste de Asia Menor, en lo que es ahora Turquía. Tiatira era un centro comercial y quizás allí fue donde Lidia aprendió el negocio de teñir las telas y pensó en ampliar su negocio yéndose a Filipos. Era una mujer emprendedora, una mujer que adoraba a Dios, temerosa de Dios.

Quizás tú, te identifiques con Lidia, eres temerosa de Dios y como muchas mujeres aspiras a tener tu propia empresa, tu propio negocio. Hay diversas razones para esto:  deseamos ser nuestro propio jefe, tener más control sobre nuestro tiempo y sobre las decisiones de la empresa en la que trabajamos, deseamos estar más tiempo con la familia, usar nuestros talentos y dones de una forma más efectiva y así, la lista podría continuar.

Lo cierto es que en los últimos años se ha visto un gran crecimiento en el área de empresas familiares y negocios propios. Y las mujeres están aprovechando esta nueva tendencia. ¿Qué aspectos o requisitos mínimos debe considerar una mujer cristiana al establecer un negocio?   

Debemos recordar que muchas personas nos observan, tratando de ver si realmente como cristianos somos diferentes o no.  Esto es en todas las áreas de nuestra vida, pero se agudiza más en los negocios. La Biblia dice que debemos dejar que nuestra luz alumbre a los demás administrando nuestras finanzas y negocios. Por eso debemos:

Buscar que Dios sea glorificado en nuestro negocio. Para esto necesitamos establecer unas reglas éticas claras en áreas como la forma en que negociamos nuestros contratos y compras, las condiciones de pago de materiales, la publicidad, etc. Si eres una mala paga y no cumples o entregas los pedidos tarde y ni siquiera te disculpas, no estás obrando de forma que Dios pueda glorificarse en tu negocio.

Trata de no asumir deudas innecesarias. Trata de establecer un presupuesto y mantente dentro de tus posibilidades económicas. No pidas prestado lo que no podrás pagar y no compres más material que el que necesitas para cada proyecto.

Sé un ejemplo para otras personas. Que te conozcan como la que más se esfuerza, la más honrada y la más justa. Que tu vida anime e inspire a otras personas.

Recuerda que todo lo bueno en la vida es un regalo de Dios. (Santiago 1:17) Agradece a Dios por Su ayuda, reconócelo en cada paso y da de tus ganancias para el establecimiento de Su reino.

Provee un servicio o producto de calidad. Aunque no veas mucho fruto al principio, mantén tus principios de excelencia y esfuérzate por ofrecer el mejor servicio que te sea posible.  Con tus clientes, haz que vean tu esfuerzo y deseo de proveer lo mejor.  

Paga a tiempo a tus proveedores. Si necesitas un plan de pagos, háblalo con ellos y establece un plan que sea justo para todos, un plan que te permita continuar creciendo el negocio.

Elaborando un plan de negocio: Para comenzar un negocio es esencial preparar un plan de negocio.  ¿Qué es un plan de negocio?  ¿Para qué sirve el plan de negocio?  ¿Cómo redacto mi plan?

¿Qué es un plan de negocio?
El plan de negocios es una descripción detallada del negocio que piensas comenzar y de los pasos que puedes dar para lograr el éxito. También es un análisis objetivo de lo que necesitas personal y financieramente para alcanzar tu sueño de un negocio próspero.

¿Para qué sirve el plan de negocio?
Sirve para que tengas una idea de lo que necesitarás para echar adelante un negocio.  Te ayuda a analizar tus oportunidades y opciones. A la vez, es esencial para pedir financiamiento a un banco. El plan también es un bosquejo de lo que consideras importante en este momento y te ayuda a tener las prioridades por escrito.  En él defines tus metas al comenzar ese negocio.

¿Cómo redacto mi plan? El plan de negocio debe incluir:

1. Una descripción detallada de tu negocio: ¿De qué trata el negocio?  ¿Cuáles productos o servicios ofreces?  ¿Qué metas tienes a corto (primer año) y a largo plazo (dentro de más o menos 5 años)?
2. Evaluación de costos y fondos necesarios: ¿Cómo vas a financiar el negocio?  ¿Qué equipo necesitas?  ¿Con cuáles recursos cuentas?  ¿Cuáles son los costos iniciales?
3. Evaluación de licencias, permisos y seguros necesarios.  ¿Necesitas alguna licencia o permiso en específico?  ¿Necesitas un seguro adicional para el negocio?
4. Descripción del mercado objetivo: ¿A quiénes van dirigidos tus servicios o productos?  ¿Cómo puedes alcanzar tu mercado objetivo?  ¿Qué tipo de publicidad necesitas hacer?
5. Análisis de la competencia: ¿Hay mucha o poca competencia?  ¿En qué aspectos eres mejor u ofreces mejores servicios que las otras compañías?  ¿Cómo comparan los precios, la calidad y el servicio?
6. Evaluación de riesgo (físicos, económicos, etc.): ¿Cuáles son los principales riesgos a los que te enfrentas?  ¿Cómo puedes minimizar el caer víctima de estos riesgos?   
7. Una excelente consejería, rodéate de personas que, si sepan lo que hacen, de honestidad intachable, celosos de dar a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar, pero sobretodo que te respeten.
8. Otros puntos a considerar: Horario de atención al público. Dónde atenderás a los clientes, hacia a donde te expandirás, etc.   

Todos tenemos grandes sueños. Debemos entregar a Dios esos sueños y pedirle que nos dirija y ayude. Debemos tener claros los principios de bendición, humildad, unidad, sinceridad, puntualidad, etc. Y, sobre todo, mientras trabajamos por hacer realidad esos sueños, no olvidemos que lo más importante es que Dios sea glorificado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario