Los dueños de las pequeñas y medianas empresas
tienen la obligación de conocer las claves de invertir y reinvertir en
determinados mercados para poder potenciar las finanzas de su negocio. De esa forma,
se puede obtener una diferencia en la economía que permita hacer una inversión,
para que se pueda acrecentar el poder de la firma en otras inversiones.
Cuando llegan las ganancias y se quiere
utilizarlas bien, sólo queda ahorrarlas o invertir, muchas empresas utilizan
estas ganancias para invertir en el negocio de cara a alcanzar los mejores
resultados, pero lo principal es saber qué hacer con las ganancias de la
empresa.
Muchas personas, ante una cantidad de
ganancias, tienden a tirar la casa por la ventana, utilizando el dinero para
ocio, diversión, vicios o simplemente cosas que no son necesarias para la
empresa. Esto hace que se considere el dinero mal utilizado y si bien algo de
diversión o alguna cosa “innecesaria” para la empresa puede estar bien de vez
en cuando, hay que saber sacar el mejor provecho de estas ganancias, sobre todo
porque no se sabe cuándo ni cuánto serán las próximas.
Hay que planificar en qué se va a gastar cada
uno de los beneficios de la empresa o cada una de las ganancias, teniendo en
cuenta especialmente qué se necesita o qué puede ser bueno para la empresa, de
manera que el dinero que llegue, ya sea mucho o poco, se debe destinar a esto.
Hay que descontar de ello los gastos de la empresa fijos y los que se van a
hacer, el sueldo que se ha calculado ganar y algo de dinero para imprevistos.
No es necesario gastar todo, sino saber cuánto gastar y cómo gastarlo.
Hay que pensar en llevar adelante el negocio.
Los beneficios se deben invertir primero en el negocio, en lo que no se ha
podido comprar o gastar hasta ahora y en lo que es necesario, también se debe
utilizar para pagar y adelantar cuotas de un préstamo o deudas que se tengan.
Llegan las ganancias y sólo queda ahorrarlas o
invertir, muchas empresas utilizan estas ganancias para invertir en el negocio
de cara a alcanzar los mejores resultados. Se puede invertir en publicidad y
promoción para la empresa, pero no sin antes hacer un estudio de mercado que
ofrezca la idoneidad de qué tipo de publicidad puede funcionar, en qué medios y
qué resultados puede ofrecer. La promoción de la empresa es buena, pero se debe
planificar muy bien.
Hay que tener en cuenta hacer un estudio previo
antes de tomar nuevas decisiones. Dar un paso para después dar marcha atrás,
puede ser peligroso.
Entonces ¿qué hay que hacer con las ganancias?:
Separar para los gastos fijos de la empresa, separar para los gastos que hayan
y préstamos a pagar, separar para imprevistos, separar para sueldos,
prestaciones y ver qué queda. Lo que queda es lo que se puede invertir en otras
cosas, esto podría ser la promoción, compra de un nuevo material, herramienta
de trabajo o algo que pueda ser interesante para la empresa.
Puede ser utilizada en productos financieros que
puedan dar beneficios, pero en principio no arriesgar demasiado ya que por
querer tener mucho quizá se termine perdiendo. Existen opciones como los
depósitos a largo plazo, mejor si se puede prescindir de ese dinero un tiempo o
los fondos de inversión. Pensar en invertir en bolsa puede ser algo arriesgado
en un principio, así que es mejor pensar en invertir en la propia empresa o en
los productos antes indicados.
Para el invertir y reinvertir Dios nos aguza:
“Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos”.
Proverbios 31.16
Para crecer económicamente no solo hace falta
invertir sino también reinvertir parte de las ganancias que genera nuestra
inversión. Dice primero “considera la heredad y la compra” pero también,
después, “planta viña del fruto de sus manos”.
Una vez que la inversión está hecha, parte de
las ganancias se deben reinvertir, porque de esta forma crecerá dicha
inversión. Si parte de las ganancias las reinviertes en mercadería, al pasar un
tiempo ese negocio pasará de ser minorista a mayorista.
Si ya te estableciste con una línea y parte de
la ganancia la destinas a reinvertirla en diversificarte con una o varias líneas
afines, con el tiempo dispondrás de otras nuevas opciones a ofertar. Por
ejemplo: Si tienes un taller y parte de las ganancias las reinviertes en
tecnología y maquinarias, en el futuro tendrás un taller modelo y líder.
Es importante reconoce nuestras limitantes y de
sabios es aprender día a día, entonces si parte de tus ingresos los reinviertes
en capacitación y desarrollo personal, el día de mañana podrás generar recursos
mayores y además mejorarás como profesional.
En fin, si quieres crecer económica y
profesionalmente, debes invertir y reinvertir constantemente. Por actuar de
esta forma la Palabra de Dios nos enseña que la mujer de la que habla
Proverbios es virtuosa y la destaca como un ejemplo para nuestra vida, aplícalo
y también tendrás una vida virtuosa.
Por otra parte, ten sumo cuidado con la
autosuficiencia, esta generalmente es producto de la arrogancia, de la necedad,
del egoísmo, pero sobretodo de la ignorancia, por ello Dios apunta: “Te he
hablado en tus prosperidades, mas dijiste: No oiré. Este fue tu camino desde tu
juventud, que nunca oíste mi voz”. Jeremías 22.21
Dios habla en todo momento, no solo en los
difíciles sino también en los buenos. Hay que buscar Palabra de Dios no solo en
la adversidad, sino también en la prosperidad.
Si buscáramos Palabra de Dios y oyéramos su voz
en los momentos prósperos de nuestra vida, seguramente nos evitaríamos muchos
momentos difíciles. La mayoría busca para su negocio un consejo de parte de
Dios cuando ya ha quebrado.
No te olvides que, a mayor prosperidad se
necesita tener mayor responsabilidad y a mayor responsabilidad se necesita
mayor sabiduría. Dios sabía desde los inicios que no podríamos solos y nos creó
ayuda, en el caso del matrimonio idónea, en el caso de los negocios al
asociarnos.
Junto con la prosperidad muchas veces aparece
la autosuficiencia: “Yo sé lo que tengo que hacer”, “Yo tengo todo planeado”,
“No necesito consultar a nadie, ni siquiera a Dios”. Lo peor es que muchos
siempre cometen el mismo error, una y otra vez, por eso Dios dice “desde tu
juventud”, es decir, “Siempre fuiste igual, y nunca aprendiste que debes oír mi
voz”.
Por favor, consulta al Señor en tu prosperidad
para saber qué hacer con lo que Él te está bendiciendo. Por favor, aplica los
principios para administrar lo que Dios te da, también en la prosperidad, no
solo en la adversidad.
Lo anterior quiere decir que aun ganando muy
bien, si no invertimos y reinvertimos una parte de nuestros ingresos nunca
saldremos de lo mismo.
Si mantenemos un equilibrio entre la liquidez,
ahorro e inversión poco a poco nuestra situación económica puede mejorar.
Necesitamos liquidez para nuestros gastos
diarios, necesitamos ahorrar para imprevistos que puedan surgir en nuestra vida
y necesitamos reinvertir para poco a poco aumentar nuestro patrimonio con el
fin de poder dar una buena vida a nuestra familia o a nosotros mismos.
Yo soy de las personas que piensa que en todo
debe haber un equilibrio, en nuestra vida diaria encontraremos muchas
oportunidades para invertir, recuerda que si quieres una vida diferente tienes
que hacer cosas diferentes. Busca ayuda, buena ayuda, solo no saldrás adelante,
reinvierte para hacer esas cosas diferentes, apóyate en lo que Dios ha puesto a
tu alrededor.
Piensa y saldrás de la tienducha en que te
mantienes a una gran empresa.
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