En varias ocasiones recibo consultas alrededor
de los sueños y en muchas ocasiones son testimonios de personas que han sido
timados por alguna autoridad, otro creyente o alguna otra persona.
La persistencia de este tipo de consulta me
motiva a escribir sobre este tema de los sueños y a Usted amigo lector lo
invito a actuar como dice la palaba de Dios: “sométanlo todo a prueba,
aférrense a lo bueno” 1 Tesalonicenses 5:21 NVI
Ciertamente que Dios muchas veces ha hablado a
través de sueños, pero ponga mucha atención no todos los sueños, ni todas las
profecías son de Dios. Existen personas dentro y fuera de las iglesias que aun
cuando se declaran cristianos viven una vida completamente mundana y cuando
quieren lograr sus oscuros objetivos se valen de los falsos sueños y de las
falsas profecías.
Por otro lado, también existen personas tantos
predicadores, como líderes de iglesias, a las que las personas les profesan
cierto respeto y cuando ellos hablan los demás les oyen y esta condición se
puede tornarse peligrosa, máxime cuando este tipo de accionar se vuelve o se
lleva a lo privado, a lo íntimo.
Hay persona que el diablo les utiliza, pero
ellos por falta de discernimiento y por no sujetarse a la voluntad y autoridad
del Señor y su palabra, no entienden que es el enemigo que le está usando, de
los cuales la palabra de Dios dice: “Amados, no creáis a todo espíritu,
sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han
salido por el mundo”. 1 Juan 4:1
La gran mayoría, hablamos de la existencia de
tres tipos de sueños;
1.
Los sueños que vienen
por influencias de nuestro entorno de vivencia en el día. Estos ocurren cuando
hacemos de nuestra rutina diaria un hábito, con personas, hechos y palabras.
Estas situaciones que ocurren durante el día en nuestras vidas nos condicionan
para soñar con tales hechos durante nuestro periodo de descanso mientras
dormimos.
2.
Los sueños que Satanás
puede implantar en nuestra mente y espíritu. Estos sueños son sumamente peligrosos
porque cuando vienen a las vidas de las personas ellos quedan completamente
convencido que fue Dios que les hablo. Ya en repetidas oportunidades, hemos
podido enterarnos y ver como este tipo de sueño ha sido el responsable de
muchas sectas peligrosas, de muchas decisiones fallidas y hasta suicidios en
masa.
3.
Los sueños que son
verdaderamente de Dios. Estos sueños se caracterizan muchas veces por una serie
de confirmaciones que Dios trae a nuestra vida a cerca de ese sueño o visión.
Dios hablo a través de sueños y visiones a Abraham, José, Jacob, Daniel,
Isaías, Jeremías, Pablo, Pedro, Juan y otros. Ellos son un testimonio vivo de
lo que dice el señor en su palabra; los sueños inspirados por Dios que se
mencionan en la Biblia siempre tuvieron un motivo específico. Es cierto que a
veces la persona no entendía inmediatamente su significado. En muchos
casos, sin embargo, el propio “Revelador de secretos” lo explicaba para que
no hubiera ninguna duda (Daniel 2:28, 29; Amós 3:7). Los sueños
procedentes de Dios no eran vagos ni incoherentes como suelen ser los
sueños normales.
“Dios nos habla una y otra vez, aunque no lo
percibamos. Algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas, cuando
caemos en un sopor profundo, o cuando dormitamos en el lecho, él nos habla al
oído y nos alerta con sus advertencias, para apartarnos de hacer lo malo y
alejarnos de la soberbia;”. Job 33:14...17 NVI
Personalmente a través de años sirviendo al
señor he podido ver como el diablo utiliza a hermanos o como estos por ganarse
alguna notoriedad, se han puesto a interpretar sueños haciendo el más grande
ridículo, volviéndose blanco de las críticas y cayendo en sumo desprestigio, se
de algunos que hasta se retiraron de su iglesia. Por ejemplo, leí que una vez
alguien en un culto le interpreto a una hermana viuda, que su esposo la estaba
engañando con una de la iglesia y hasta hubo nombres, imagínense el papelón que
jugo aquella persona. Otros y otras han ido a donde un hermano y les han dicho;
“Dios me dijo que tú vas hacer mi esposo y me lo dijo por medio de un sueño.
Cuando alguien, especialmente la persona
interesada les diga que Dios les dijo, póngalo a prueba en oración y ayuno y le
aseguro que Dios le guiara. Ocurre, que muchas personas por falta de
discernimiento les dan una gran autoridad a estos sueños, aunque la conducta de
la persona que está diciendo que Dios le hablo sea cuestionable e inmoral.
Dios nos manda a discernir, escudriñar y
probar:
·
“Yo
estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos
hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma el
SEÑOR —. Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo
inútiles para este pueblo —afirma el SEÑOR —.” Jeremías 23:32 NVI
·
“Así
dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: «No se dejen engañar por
los profetas ni por los adivinos que están entre ustedes. No hagan caso de los
sueños que ellos tienen” Jeremías 29:8 NVI
Cuando alguien se levante, diciendo; “Dios me
dijo o dice el Señor” no vaya usted a salir corriendo ciegamente a hacer lo que
les dijo esa persona, antes usted tiene la obligación de consultarlo
personalmente con Dios y su Palabra escrita, la Biblia. Recuerde mientras más
usted estudia y escudriña la Biblia más crítico y alertado tendrá su
entendimiento para discernir. “En cambio, el alimento sólido es para los
adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo
malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual” Hebreos 5:14
NVI
Eso está claro, pero debido a que en este
tiempo pululan una gran cantidad de hombres y mujeres con intenciones oscuras y
vidas cuestionable hablando en nombre de Dios, es importante tener el
entendimiento agudizado en el discernimiento espiritual y bíblico, para no caer
en errores que lamentar. Y digo que lamentar porque hay matrimonio que se de
personas que ya estando comprometidas, han dejado un noviazgo de uno, dos años
o más con alguien, para terminar, casándose con otra persona que un “profeta” o
“soñador” les dijo y luego con el paso de los meses los resultados que se ven
son catastróficos, porque terminan en peleas, infidelidades y divorcios.
Evitémonos estos problemas y dejémonos dirigir por Dios.
Así que amados hermanos, mucho cuidado con los
lobos que andan por ahí dando revelaciones extrañas para impresionar, estafar o
engañar hermanos sin esperar la voluntad de Dios. Recuerde: “El simple todo lo
cree; Mas el avisado mira bien sus pasos” Proverbios 14:15.
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