Cristianos Que Andan De Una Iglesia A Otra - (Parte 1)



3 Juan 11 “Querido hermano, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios”

Algunos cristianos van de una iglesia a otra y pareciere ser que se está creando en algunos cristianos una conducta de mudarse de una iglesia a otra ¿y el motivo?... como dice un anuncio en mi país, los motivos sobran.

Creo que hay muchas razones porque la cual la gente se muda de una iglesia a otra. Unas son buenas otras son más que una tontería y falta de madurez. Si alguien dice que se va de la iglesia por la razón de aburrimiento, mi pregunta es la siguiente ¿cuáles son sus razones para estar aburrida o aburrido? Puede ser debido a la falta de actividad evangelística de la iglesia o la falta de la educación, pero puede ser también que aquel cristiano ve la iglesia solo como un lugar donde hacer lo que le venga en gana o donde sin mayores méritos y estudio quiera ser líder y hacer lo que le venga en gana.

La Iglesia es el cuerpo de Cristo y todos nosotros somos miembros unos de otros y debemos servirnos el uno al otro y así se llenará la necesidad de cada uno. Siempre en toda iglesia existirán muchas necesidades, pero quien tiene un pensamiento maduro siempre va a pensar como satisfacer las necesidades de los demás cristianos y como servir mejor con el talento que recibió del Espíritu Santo.

La iglesia local es donde vamos a adorar y servir a Dios, a recibir una enseñanza sana de la Palabra de Dios y trabajar juntos como un equipo para la proyección de la iglesia de Cristo y la superación de nuestros hermanos a igual que la nuestra.

Es cierto que hay casos donde las personas no encuentran uno o más de estas condiciones en su iglesia y por esto quieren transferirse a otra iglesia. La iglesia es un lugar donde los cristianos deben dar, pero también recibir. Venimos a recibir la enseñanza sana pero también a servir a otros con nuestros talentos.

Muchas veces parece ser que cada pastor tiene un Diótrefes (lee la epístola 3 Juan) que se comporta como uno de los que les gusta tener el primer lugar, que no quiere recibir de nadie, irrespetuoso de la autoridad e impide a otros cristianos a hacer el bien y servir los unos a otros. En estos casos, ante esos problemas personales de conducta y malacrianza, si podemos entender a alguien que anda de una iglesia a otra.

Debemos pedir estar o dar gracias a Dios para tener una actitud madura hacia la iglesia, recibir la enseñanza sana que nos dan y servir a los santos hermanos, con nuestros talentos que hemos recibidos del Espíritu Santo como el poder que Dios nos da.

En consejería, me he encontrado con algunas personas que se acercan para hacerme saber algo que no se atreven a plantear directamente ante sus pastores y líderes: el deseo de abandonar la iglesia por no sentirse a gusto, siempre he pedido a Dios ser consecuente con la Palabra y generalmente propongo una sinterización privada con su pastor y si se va que lo haga por la puerta ancha en buena lid, procurando limar asperezas con las autoridades y que sea despedido por su pastor, en bendición y camaradería, evite siempre, si ya está decidido a irse, a salir por la puerta trasera.

Existen una serie de ideas acerca del por qué no dejar la iglesia a la que uno asiste. La que me parece más aproximada es aquella que se encuentra en la epístola de Pablo a los hebreos capítulo 10 versículos 23 a 25 que dice: "Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran a hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.".

Quiero ser claro en algo. Ir a la iglesia no nos hará más santos por arte de magia. La santidad aquí consistiría en que los resultados de nuestras asistencias a la iglesia se traduzcan en la transformación de nuestro ser, pero ir a la iglesia sin esa convicción es lo mismo que ir a la escuela y no entrar a clase.

Volviendo al punto inicial... ¿Por qué hay tantos cristianos "saltarines" que brincan de iglesia en iglesia sin encontrar acomodo? ¿A qué se debe que haya tantos hermanos que llevan en su historial una cadena casi interminable de iglesias en las que se han reunido durante algún tiempo y luego más tarde las abandonan?

Para lo anterior pueden existir diferentes motivos, circunstancias u hechos, cuando estas ameritan la razón, entonces el movimiento es valedero, pero por lo general denota falta de madurez.

Hubo una vez un hermano que me dijo muy seriamente que "nunca debe dejar de asistir a la iglesia en la que nació" y hubo otro que paso al frente a atestiguar ante la congregación que él estaba inamovible, que era cual árbol sembrado con sus raíces profundas e inarrancable... a los seis meses ya no llego y aun no se los motivos de su partida.

Me pregunto, ¿debemos fidelidad exclusiva a una iglesia local o al dueño de la iglesia que es Cristo? Hay montones de hermanos que confiesan su fe en Jesucristo en lugares bien diferentes de donde se reúnen, lo cual no creo que sea malo en modo alguno; el problema estriba cuando ingenua o inmaduramente hablamos y atestiguamos una fidelidad que prácticamente no se tiene.  

Entendemos entonces los beneficios de asistir a la iglesia que son para nuestra edificación y nuestra bendición. Pero la pregunta sigue sin respuesta... ¿Por qué andan de templo en templo tantos hermanos?

Aquí presentaré algunas opciones:

A. Los Que Se Enfrían

Es de gran gozo ver a hermanos recién convertidos que no quieren sino estar en el templo y participar de todos los cultos y actividades de la iglesia, sin embargo, el gozo se va convirtiendo en costumbre y lo que antes era un gran amor por las cosas de Dios, se vuelve rutina que degenera en apatía y desinterés.

Lo peor viene cuando estos creyentes son dejados a la deriva llegando su estado espiritual a niveles a veces peores que antes de confesar su fe en el Hijo de Dios o cuando emotivamente han confesado su aceptación al Señor y se nos olvida una parte de la Gran Comisión que nos manda a hacerlos discípulos.

Es primordial que los lideres atiendan de inmediato estos casos para reconfortar al que está pasando por un mal momento espiritual tal y como está expresado en Gálatas 6:1: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado".

B. Falta De Compromiso

Esto es lamentable y se da tanto entre nuevos creyentes como en cristianos de años. Hay quienes creen que asistir a la iglesia forma parte de una especie de ritual que no encara mayor compromiso más que el de hacer "acto de presencia" de cuando en cuando y saludar a todos con el sobrenombre de "hermano". A estos hermanos no les preocupa en absoluto si la escuela dominical carece de maestros o si los pastores están enfermos, actúan bajo el criterio de "allá ellos que se las arreglen" o el de "yo cumplo con dar mi ofrenda" y eso cuando las dan.    

C. Malos Ejemplos

Muchos de quienes ahora nos podemos llamar orgullosamente cristianos redimidos por la sangre del Cordero, venimos de diferentes familias y entornos con problemáticas muy variadas; pero todos coincidimos en querer parecernos lo más posible al Maestro.

Es difícil, nadie lo niega, pero podemos hacer el esfuerzo. Sin embargo, más difícil todavía es alcanzar esa meta cuando los líderes o incluso algunos otros congregantes se ven envueltos en situaciones que lejos de ser reprendidas, se solapan tal y como ocurre en tantos ejemplos de corrupción que hay en el mundo en que vivimos.

Hay que decirlo, hay hermanos que viven actualmente situaciones de adulterio, robo, fraudes y otros pecados que son pasados por alto. Esto contrista necesariamente el ánimo que puede haber en una congregación, ya que los más débiles pueden pensar: "si el líder lo hace, ¿por qué yo no?" y otros dicen “me voy”. Tenga cuidado porque usted es un blanco especial de Satanás. Como siervo de Cristo, usted representa una amenaza seria para el poder de Satanás, él sabe que, si usted cae, entonces su familia y quienes le rodean serán presa fácil para él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario