Pues Si Vosotros, Siendo Malos, Sabéis…



Deseo hoy iniciar con este despacho noticioso que leí:
El pasado 18 de agosto Malia Obama se mudó oficialmente al campus de la Universidad de Harvard. Imágenes del expresidente estadounidense Barack Obama y su esposa Michelle, fueron captadas por los paparazis mientras ayudaban a su primogénita a instalarse en el prestigioso centro universitario. Lo que no captaron los fotógrafos fueron las lágrimas que soltó el exmandatario. Y ha sido él mismo quien lo ha contado durante una intervención que realizó en la Fundación Beau Biden, en Delaware. “Para todos los que tenemos hijas, todo sucede demasiado rápido. Dejé a Malia en la universidad, y le comenté a Joe y Bill [Biden] que fue como si me estuvieran haciendo una operación a corazón abierto”, reveló el exjefe de Estado de 56 años. “Estoy orgulloso de no haber llorado delante d ella. Pero de regreso, el Servicio Secreto fingió no darse cuenta de que yo estaba llorando y estaba tan compungido. Fue duro”, contó medio en broma.

Haciendo un balance sobre su vida personal Obama quiso compartir una reflexión: “Este tipo de sentimientos son un recordatorio de que, al final de nuestras vidas, y después de ver todo lo que hayamos logrado, las cosas que recordaremos solo serán las alegrías que nuestros hijos, y esperamos que más tarde, nuestros nietos nos traigan”. Ya a principios de este mes los Obama reconocieron que a lo largo de su vida como padres han intentado inculcar en sus hijas ciertos valores que consideran trascendentales en la vida. Ser generoso, considerado, empático y trabajador. “Estas son herramientas que pueden modificar el mundo a tu alrededor para bien”, reconoció.

Puedo perfectamente bien entender ese sentimiento pues igual los he pasado con mis hijas, recuerdo cuando dejaba a Silvia María en la Universidad Mariano Gálvez en Guatemala y me tocaba regresar a El Salvador. Cualquier persona que sea padre o madre, conoce esa sensación única que aparece desde el momento mismo que uno sabe que su hijo está creciendo en el vientre de la mamá, nos apegamos los padres a los hijos y en un abrir y cerrar de ojos estos ya van saliendo del nido.

Los padres sólo queremos que nuestros hijos sean felices, que sufran poco, que se conviertan en adultos de quienes sentirnos orgullosos: íntegros, con educación y valores. Y la forma de conseguirlo es clara: darles ejemplo.

Que ese amor es bueno… claro que es bueno, excelente y ¿que de los que ya no tenemos a nuestros padres terrenales? A los que ya no tenemos padres terrenales solo nos queda el mejor Padre, el Padre de los padres.

Mateo 7:9…11 NVI “¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!  

Dios sabe nuestras necesidades, Él sabe el trabajo que necesitamos para suplir las necesidades del hogar, es por eso que el hombre de Dios, el Padre de familia, sea mujer u hombre, debe de buscar siempre el consejo de Dios.

Lea lo que dice el Salmo 37:25…28 “He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan. Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir. Porque el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles. El Señor los protegerá para siempre, pero acabará con la descendencia de los malvados.

Si entendemos y practicamos el acercarnos al Padre como debe de ser, desde ahora y los años venideros de usted y los de sus hijos, no les faltará el sustento y abrigo de Dios, ¿lo cree?

Tenga en cuenta que en ocasiones hay hombres creyentes que le piden a Dios que los bendiga y Dios por Su misericordia los bendice, pero después se llenan de tantas cosas que ya no le dan tiempo al Señor.

Las cosas pasan a desplazar al Padre y ellos dejan también de ser padres, se olvidan del “Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará” Proverbios 22:3 NVI o de “No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro” Proverbios 23:13 NVI; también de “No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo” Proverbios 13:24 NVI

Entonces es cuando sucede que aun cuando Dios le haya bendecido, la persona no le reconoció, por tanto: En lugar de ganar a un hijo bendecido, lo perdió, las riquezas y desidias del padre terrenal lo ahogaron. Olvidaron que: “La vara de la disciplina imparte sabiduría, pero el hijo malcriado avergüenza a su madreProverbios 29:15 NVI

Y es que mucha gente le pide algo Dios y si no lo recibe, entonces dice que Dios es malo porque no le concedió lo que le pidió, pero bueno es que entendamos que hay cosas que Dios no nos lo da para quitarnos nuestros caprichos.

Sea un padre prudente, no sea un padre provocador, no excite al odio para que sus hijos no lo lleguen a odiar, sino que le honren y lo obedezcan, que amen el hogar, para que no se quieran ir de la casa a temprana edad.

Pida sabiduría para guiar y corregir a sus hijos. Colosenses 3:20…21 NVI “Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen”.

Dios nos reconoce como padres terrenales que somos, pero también nos reconoce como sus hijos, debemos ir a Él como padres, cuando nuestros hijos vienen a nosotros y nos piden. Salmo 103:13…14 NVI “Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos. Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro

A estas alturas posiblemente alguien ya pensó: ¿y que tenía que ver Obama en todo esto?, nada, simplemente lo tomamos de ejemplo porque muchos padres escriben haciendo consultas de como corregir a sus hijos de 15, 18, 21 y más años, padres que generalmente, si miraran hacia atrás de sus vidas, encontrarían la respuesta y yo creo que muchos antes de consultarnos ya saben las causas de sus problemas, pero tratan de justificarse aduciendo que el trabajo, que la mujer que tú me diste Señor, que el marido no pasaba en casa, etc. etc. en este caso ellos, padre y madre, eran las cabezas de uno de los países más potente, complejo y socialmente peligroso para los jóvenes, pero esas obligaciones no separaron a estos padres de estar pendientes de sus hijos.

Vivimos en una cultura en la cual muchos niños se crían sin disciplina y como resultado son egoístas, exigentes y quejones. Las escuelas públicas en las tres Américas son cada día más desordenadas porque no pueden controlar a los niños, los cuales se crían muchas veces sin disciplina y sin Dios. Aun padres cristianos muchas veces no quieren disciplinar a sus hijos y ellos se convierten en rebeldes, dominando a sus padres y siendo los que controlan el hogar.

Para concluir tengamos siempre en mente antes de actuar que: “…es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo
2 Corintios 5:10 NVI.

Nota Aclaratoria:
La Casa Blanca se vio obligada a reiterar una vez más que el Presidente Barack Obama es “cristiano”; El mandatario “ora cada día. Se comunica con su asesor religioso cada día. Hay un grupo de pastores a los que consulta de forma regular. Su fe es algo muy importante para él, pero no es algo que sea un tema de conversación todos y cada uno de los días”

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