Las Águilas No Cazan Moscas




Efesios 5:15…17 RV “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”

El cristiano tiene que definir qué clase de vida desea llevar y saber conducirse como cristiano Colosenses 4:5…6 nos ayuda a entender “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.”

Cada uno se mide por el nivel de sus interlocutores, sin perder de vista que las águilas no cazan moscas. Como cristiano siempre tienes que preguntarte:
·         ¿Con quienes estoy hablando?
·         ¿De qué cosas estamos hablando y participando?
·         ¿Vale la pena?

Tienes que enfocarte en tu objetivo, que no es pelearte ni vivir enojado con todo el mundo, sino vivir como te enseña ese Cristo que tienes en el corazón. Ir siempre por más salud, más amor, más crecimiento, más familia, más felicidad, más bienestar más de lo que tu sueñes.

Si quieres triunfar enfócate en las cosas grandes de la vida. Si quieres ganar, se constructor de puentes, no de muros…

¿Por qué la gente necesita que le digan lo que tiene que hacer? La mayoría de las personas no son capaces de actuar solos. Si se trata de conocimientos éste se encuentra en abundancia en la Biblia más que en Internet. Pero no. Buscan que alguien les diga lo que tienen que hacer o aprender.

¿Por qué un cristiano no es capaz de realizar sus propios descubrimientos o elaborar nuevas teorías? Existen algunos que lo hacen y obviamente, se destacan. Pero son tan pocos. Pero no vaya a ser que aparezca cualquier Juan de los Palotes extranjero que se dice “gurú” de alguna dudosa especialidad y todos van con la boca abierta a oírlo.

Hay que aprender a ser protagonista de la película y no un oscuro espectador.

En esta sociedad los cristianos en un mal entendido de la humildad nos encontramos con exagerada modestia en el hablar, mucha prudencia en cada cosa que se hace, siempre andando con pies de plomo o callándose la boca para no herir a otros. Pareciera ser que el enemigo ha logrado hacer de muchos cristianos gente sin juicio propio, gente del montón que tiene miedo a equivocarse y que sólo se limita a repetir clichés. Mediocridad latente y manifiesta.

Una cultura o sociedad cristiana emergerá por la actitud de las personas que la componen y he ahí el compromiso del cristiano.

La felicidad no es algo que se encuentre en las cosas externas (dinero, poder, placer, personas, etc.). Sino que la verdadera felicidad sale al encuentro del ser humano cuando éste se somete a la voluntad de Dios

Todo tiene un principio y un fin, al emprender un proyecto, cualquiera que sea, se coloca en el mismo toda la pasión, sabiduría, emoción, talento, eficiencia, lealtad y amor, claro que esto solamente es posible cuando usted realiza un trabajo que le gusta, que le apasiona, que está en sus entrañas, que siente que es por cuestiones de amor y de pasión lo que profesionalmente le gusta realizar y no puede convertir un trabajo en una ridícula payasada, de igual manera y aun mejor, se hacen y viven las cosas de Dios. 

La meta es ser personas que se atrevan y que muestren sus potencialidades. Que deseen el éxito con pasión, que tengan hambre de ser más. Salirse del montón con iniciativa propia y tenacidad en lograr los objetivos. Desarrollar una personalidad fuerte para ser perseverantes en todo. En donde tu si adquiera el verdadero valor de un si y sea entonces tu si, sí.

La actitud y la pasión deben llenar la vida. El esfuerzo y la perseverancia son la base para lograr el éxito: estudio, trabajo fuerte, sudor y práctica por sobre los dones. “Nadie nace siendo grande”, ni nadie nace sabiendo todo.

El sicólogo Joseph Renzulli de la Universidad de Connecticut menciona tres elementos que garantizan el éxito:
a.    Compromiso para cumplir las metas (perseverancia y trabajo duro para competir consigo mismo),
b.    Creatividad (ver lo que otros no ven) y 
c.    Cierto nivel de capacidad. No distraerse en pequeñeces.

Así surge un cristiano habilidoso, dueño de sí mismo, que se atreve a existir y correr el riesgo de molestar al no opinar lo mismo que todos. Prender el fuego debe ser la consigna de su vida. Y no es fácil en esta sociedad mundana donde el talento y la inteligencia se deben desplegar sin miedo, con gran confianza en sí mismos y desarrollando una conducta cristiana entre dos conductas sociales totalmente opuestas, la agresividad y la pasividad.


No se necesita nacer con esta cualidad, ya que es una práctica que se puede ir adquiriendo con dedicación, esfuerzo y un poco de tiempo. La idea es hacer comprender a las personas que deben defender sus derechos cada vez que crean que una situación es injusta o inadecuada. Jesucristo lo practicaba y cuantas veces leemos en la Biblia esa sabia respuesta… “tú lo has dicho”.

Las personas que pueden encontrar este comportamiento como algo simple de lograr suelen ser aquellas con una buena autoestima o incluso aquellas que defienden una enseñanza en especial.

Una razon por las que una persona no puede gozar de esta facultad es por falta de confianza, seguridad en uno mismo, además de no tener una meta en particular como para poder defenderlo y protegerlo sin importar la posibilidad de un futuro conflicto.

El águila no caza moscas. Busca la presa grande. El águila vuela sola y no anda en grupos como las gallinas. Tiene sus propias reglas del juego que le fueron otorgadas desde la creación.

Usted puede mostrar una apariencia exterior de santidad diariamente y al mismo tiempo no dar un buen testimonio cristiano como lo plantea Mateo 23:27...28 “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad” NVI 

Para vivir como cristiano se requiere tener el carácter de Cristo. Una transformación debe ocurrir, como resultado de que el Espíritu Santo more en nosotros: Gálatas 5:24…25 “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu” NVI

Cuando practicamos verdaderamente un estilo de vida cristiano, la evidencia interior se vuelve obvia. La gloria y el poder de Dios se derraman sobre los que están alrededor nuestro. Nuestra fe en medio de tribulaciones fluye de un corazón entregado a un Padre amoroso. Cada aliento le lleva palabras de compasión y apoyo a un mundo herido. Los que viven el estilo de vida cristiano, viven una vida segura interior y exteriormente.

"Porque no tenemos un sumo sacerdote [Jesucristo] que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". Hebreos 4:15...16.



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