El Cristiano Testaferro Y La Sociedad Pantalla Parte 2 de 2


¿Por qué cómo familia?, por la similitud de grupo y el uso frecuente de sus miembros para estas transacciones, en algunas relaciones, ya sea de una sociedad o de familia, el cabeza (Propietario o esposo-a) como abusador puede comenzar a tomar el control completo de las finanzas. Puede maniobrar para evitar que la o las víctimas tenga acceso a cuentas bancarias conjuntas, para ser así el único miembro que pueda usar fondos o los mantiene a nombre de la persona que puede manipular, obligando a sus víctimas a depender de él para todos sus actos.

Sin independencia económica, una víctima es más fácil que pueda temer el perder el trabajo o la custodia de sus hijos si deja a su pareja; como también la ilusoria de un supuesto amor puede enajenar la mente de una víctima. Un abusador juega con estos medios, amenazando a la víctima con desampararla en todos los aspectos.

Algunos abusadores roban y utilizan de sus víctimas sus recursos profesionales más importantes (prestigio, posición, su ética, etc.). También pueden aumentar sus gastos secretamente e incluso defalcar la propia sociedad u hogar con cuentas personales secretas. Otra táctica que se está volviendo cada vez más común es el robo de identidad es cuando el abusador puede tomar de sus víctimas una tarjeta de crédito y acumular deudas, destruyendo sus posibilidades de obtener crédito, hasta llegar al punto en el que no les queda nada y en el que no hay forma en la que puedan controlar su dinero nuevamente.

Otra modalidad de los propietarios abusadores de una víctima es ofrecerle acceso a dinero, regalos o bonos intempestivos y recursos de una manera inconsistente e impredecible, dejando a la víctima en un estado incertidumbre.

Estos cambios arbitrarios en el comportamiento económico hacen que las víctimas se sientan no solo a la merced de la persona que ha asumido el control de las finanzas, sino que además no hay forma de predecir o de tener alguna influencia sobre sí esta persona proveerá o no, para suplir las necesidades de la sociedad.

Me preguntara entonces sobre que considerar y le diré empecemos por considerar que la fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta. – Proverbios 13:11

La Biblia condena con frecuencia el fraude y las prácticas fraudulentas, a la vez que señala que Dios juzgará a los defraudadores y librará a su pueblo de ellos. (Salmo 62:10; 72:4; 103:6; Proverbios 14:31; 22:16; 28:16; Miqueas 2:1, 2; Malaquías 3:5.) 

Las referencias a sobornos, extorsiones y fraude en general también tienen gran cabida en los Evangelios, así como entre los apóstoles en sus cartas, especialmente en Pablo. Quizás el ejemplo más claro es Zaqueo, un recaudador de impuestos que se había enriquecido defraudando aún más a su pueblo y que ve pasar a Jesús a su paso por Jericó. Su conversión fue inmediata y en el Evangelio de Lucas se cuenta que conmovido fue consciente de lo que había hecho hasta entonces afirma: "daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruple".

También en Lucas aparece un pasaje de Juan Bautista, al que acudieron muchos a bautizarse entre los que había personas que no actuaban cumpliendo las normas. El pasaje dice así: "Preguntárosle también unos soldados: 'Y nosotros ¿qué debemos hacer?' Él les dijo: 'No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada". Igualmente, en Mateo se cuenta que los sumos sacerdotes "sobornaron" a los guardias que custodiaban el sepulcro cuando Jesús resucitó para que no dijeran la verdad.

Pablo en su carta a los Romanos habla de la importancia de no evadir impuestos ante una costumbre extendida entonces, al igual que en nuestros días. El apóstol de los gentiles insta a esta comunidad: "por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados asiduamente en ese oficio Dad a cada cual lo que se debe: a quien, impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor. Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley".

Por otra parte, ya para concluir y para evitarse sorpresas desagradables y llegar a casos hasta de encarcelamiento aun siendo usted una víctima, existen medidas mínimas a considerar:
·         El “Mano Negra” siempre tratara de evitar que le conozcan sus operaciones, asesórese de un buen abogado y contador publico de forma personal, buscados por usted, de solides moral conocida por usted.  
·         Si es titular de cuenta bancaria y firma cheques, asegúrese de cuentas con dos firmas, el “Mano Negra” por lo general rehúye a esta práctica porque es más difícil abusador de dos en un determinado momento y/o acción.  
·         Este informado siempre al detalle de las transacciones y verifique la legalidad de comprobantes presentados al Fisco en las declaraciones, recuérdese que como Testaferro usted responde legalmente.
·         No firme nada a la carrera, el “Mano Negra” utiliza esa táctica, espera que usted ya sale apurado y corre a que le firmen. Lea lo que firma y pregunte el porqué de lo que dude, pueden ponerle entre papeles hasta su propia pena de muerte.
·         La mágica frase ¿No confías en mí? con la que nuestro “Mano Negra” trata de cerrar un trato, es un signo que nos indica muy claramente (con letras luminosas y todo) que no deberíamos confiar en esa persona.
·         Otra señal de alarma la emiten claramente las personas “Mano Negra” que cuando teóricamente ya está todo claro y el contrato está listo para firmar, insisten en hacer sentir que ellos tendrán el control de todo, revisan y tratan de imponer cualquier cosa que sienten como amenaza a ellos.

Ahora bien, si usted a sido avisado, advertido, se le ha hecho del conocimiento, etc., e insiste en mantenerse en esa situación, entonces este dispuesto a pagar las consecuencias y cuando eso suceda no se pregunte donde esta Dios.

Proverbios 22:3 RV El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño”

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